14. guarda un poco para ti

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El precio por la felicidad era cara, y por eso los pobres de corazón eran incapaces de obtenerla, tan inalcanzable  para los cerrados de mente, ¿cuan podrido debes tener el alma para no amar a los que incondicionalmente te entregan su vida sin pedir nada a cambio?, Yibo solo pedía un poco de atención de parte de su madre un poco de cariño, una caricia , un lo hiciste bien algo que demostrara su cariño maternal pero nunca hubo nada de eso

Yu era una mujer fría, sin sentimientos, ambiciosa y materialista, amaba el lujo y la libertad jamás quizo tener hijos pues para ella era destrozar su cuerpo, quería a sus hijos pero a su muy detestable manera.

Cuando se caso con el padre de leeteuk tenía 18 años y a los 19 dio a luz a su primogénito cuando teuk tenía cuatro años su madre decidió divorciarse y dejar la custodia al padre luego de doce años ya casada nuevamente se convirtió en madre de nuevo, ahora de Yibo  un niño que era querido por su padre y fríamente tratado por su madre, a los diez años se divorcio haciendo que Wang Ming se alejara estuvo de acuerdo en que leeteuk se hiciera cargo de él

Las visitas a sus hijos eran cada mes, así fue con leeteuk cuando niño al igual que con  Yibo sus visitas cesaron al cumplir 18 y de ahí un declive emocional con sus hijos

Su relación era mala por no decir que en realidad era desastrosa, no se metía en la vida de sus hijos, le agradaba saber que su hijo mayor era cirujano y se sentía orgullosa pero de Yibo de el siempre sintió que algo andaba mal, sentía decepción de él ,nunca a estado satisfecha con las decisiones y trabajos del menor y ahora sabía algo que no le gusto nada y era que le habían dicho sobre la relación de Yibo con zhan algo que no podía permitir pues era antinatural, su naturaleza egoísta no lo aprobaba, dejar que su hijo menor fuera feliz con otro hombre le asqueba.

No podía permitirlo...

Yibo estaba acostado en la gran cama del hotel, en la habitación 3220, mirando a Zhan hablar por teléfono viendo como se tocaba el puente de la nariz y también como se rascaba la nuca de la desesperación, al parecer sus negocios en Japón no estaba...

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Yibo estaba acostado en la gran cama del hotel, en la habitación 3220, mirando a Zhan hablar por teléfono viendo como se tocaba el puente de la nariz y también como se rascaba la nuca de la desesperación, al parecer sus negocios en Japón no estaban bien tendría que viajar

---¿cuando regresas?--- pregunto el menor con un puchero

--- no lo sé pero no creo tardar demasiado, quiero que te portes bien

---¿ cuando me he portado mal?

--- la noche que subiste a mi auto --- le sonrió y apretó la nariz

--- pero de eso salio algo genial ¿que no?

--- muy genial

Si, eran felices, pero la felicidad nunca viene completa, es cara y hay que pagar un precio, uno muy alto

Si, eran felices, pero la felicidad nunca viene completa, es cara y hay que pagar un precio, uno muy alto

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