Cuando alguien menciona la palabra "boda", lo primero que se le viene a la mente es caminar por el altar, un traje negro elegante, un vestido blanco con encaje hermoso y un velo que llega hasta la salida, las hermosas decoraciones, los invitados con vestidos hermosos y trajes formales, el pastel de bodas con los muñecos de los novios hasta arriba, la pista de baile, la música, pero sobre todo, la palabra "acepto". Pero nadie nunca se pone a pensar en lo peor que podia pasar.
En 1994, una boda estaba por hacerse, Carlos y Lucero, eran los nombres de los afortunados de aquella hermosa boda. Carlos se encontraba en el asiento trasero de el auto que iba rumbo al altar, veía la playa de Acapulco por la ventana felizmente, perdiéndose en sus memorias recordando el momento en el que su amada Lucero dijo si. Caminaban en esa misma playa donde ahora sería la fiesta de matrimonio, Lucero veía como Carlos se hincaba y sacaba una pequeña cajita del bolsillo, al abrirla, reveló un hermoso anillo que resaltaría sus ojos, ella de inmediato dijo si.
- ¿Señor?
Carlos volvió de sus recuerdos pasados a la realidad actual al escuchar la voz del chofer y sentir como el auto se detenía lentamente.
- ¿Que sucede?
Pregunto. El chofer señaló por la ventana delantera donde había una mujer merodeando por las calles solitarias que de repente se habían llenado de niebla. La mujer traía un hermoso y largo vestido de novia con mangas hasta las muñecas y un hermoso encaje, el mismo que tenía el velo de novia que le cubría la cara y le llegaba hasta sus pobres pies descalzos, se podía notar que era una mujer de primera clase, pero Carlos y el Chofer, no pudieron ignorar los espeluznantes detalles de aquel vestuario perfecto de la dama; la parte inferior del vestido, el velo y sus pobres pies en el frío cemento de la calle, estaban cubiertos de tierra y manchas rojas que caían desde su rostro como lagrimas de tristeza.
- Seguiré nuestro recorrido señor.
Dijo el chofer tratando de ignorar a esa pobre mujer, el auto comenzó a moverse dejándola atrás.
- ¡Alto!
Grito Carlos, el auto de detuvo por completo haciendo un rechinado que pudo despertar a todo el vecindario si fuera de noche, Carlos abrió la puerta y se bajó rápidamente.
- ¡Señor, no lo haga, es peligroso!
Grito el chofer tratando de advertirle, pero fue completamente ignorado. Carlos se acercó a la mujer apresurado, pero al mismo tiempo preocupado.
- ¿Querida eres tú?
Dijo el esperanzado pero al mismo tiempo aterrado de que fuera su amada Lucero quien escondiera su rostro detrás de ese velo de encaje sofisticado de flores.
- Aléjese.
Finalmente dijo la mujer, pero Carlos no obedeció, solo observó como lagrimas rojas caían desde su rostro hasta el vestido y lo manchaban de rojo escarlata.
- ¿Se encuentra bien?
Pregunto este, pero no consiguió una respuesta, solo sollozos de parte de ella.
- Por favor, aléjese, se lo pido...
La mujer le rogó sin mirarlo a la cara, aún sollozando, aléjese, decía ella.
- ¿Por qué quiere que me aleje?
Volvió a preguntar Carlos, los sollozos se hicieron más fuertes y dolorosos, y más lagrimas caían al suelo.
- Ella saldrá... y lo asesinara.
Dijo ella con voz temblorosa, y se podía notar que estaba aterrada por lo que dijo.
- ¿Quién saldrá?
Pregunto Carlos, pero nuevamente no obtuvo respuesta. Los sollozos pararon, las lagrimas dejaron de caer desde su rostro al suelo y ella dejó de merodear al rededor del hombre.
- Ella se lo advirtió.
Dijo una voz tímida, pero oscura; la mujer volteó poco a poco para revelarle su rostro a Carlos quien comenzó a aterrarse por el resultado. Mientras tanto, el chofer seguía en el auto, esperando a que el hombre que llevaría al altar regresara sano y salvo, pero su mirada de horror al escucharlo gritar, sabía que eso no pasaría. Carlos estaba tumbado en la calle, con los ojos abiertos y la sangre fuera de su lugar. Muerto.
1994, el año del terror, 1734 casos iguales, de hombres que se dirigían a su boda, el día más feliz de su vida, y acabaron muertos por tratar de ayudar a una mujer de vestido blanco, velo y pies descalzos... llenos de tierra y sangre de sus víctimas y suyas. Todos obtuvieron la misma advertencia, aléjese de mi, pero nadie escuchó, y todos murieron.
1994 el año de las bodas rojas le dicen. El año... en el que comenzó todo.
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Este es mi primer capituló.
Subiré el otro más tarde.
Denle apoyo ☺️.
- Mar✨🖤
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El Reflejo de la Novia
Horror¿Sabes como se siente perder al amor de tu vida el día de tu boda? ¿Si tu no puedes tener la felicidad, nadie la tendrá? Diego es un niño de 15 años que no creía en las leyendas que le contaba su abuela, siempre decía que eran solo para asustar pero...