Ivan y Javier estaban atemorizados, sus ojos no parpadeaban, no caían rendidos al sueño, estaban completamente congelados; Diego prestaba atención, veía directo a los ojos de su abuela.
- ¿Que paso después de 1994?
Pregunto. El ambiente se volvió silencioso y oscuro, nadie hablaba, a Ivan y Javier les surgió la misma duda que a su amigo; después de unos cuantos segundos de silencio que parecieron una eternidad, la abuela habló.
- Nadie sabe... simplemente desapareció, pero el terror en los hombres comprometidos seguía acechándolos...
¿Otra duda?
Los tres amigos negaron con la cabeza, la abuela D sonrió contenta, comenzó a pararse de su asiento sin separar la vista de los tres niños.
- Me iré a dormir, les deje la cena en la mesa de la cocina, no se tarden en comer porque se enfría ¿De acuerdo?
Les informo ella, Diego asintió por los tres y su abuela se fue directo al piso de arriba. Javier se dirigió a la cocina mientras que sus dos amigos seguían en la sala, Ivan estaba en su mismo lugar y Diego se había colocado sobre la mecedora de su abuela.
- ¿Creen que sea real lo que contó la abuela D?
Pregunto Ivan atemorizado.
- ¿Que cosa?
Dijo Javier saliendo de la cocina con un plato de cereal mientras daba su primera cucharada.
- El cuento que nos acaba de contar, torpe.
Le contesto Ivan.
- No fue un cuento, fue una leyenda.
Corrigió Diego, sus dos amigos intercambiaron miradas confusas y lo volvieron a ver a él dándole la indicación de una explicación.
- Las leyendas tienen hechos verdaderos y otros ficticios, es decir, tal vez había un asesino o asesina, pero no era la novia. Ella ya está muerta.
Les explico
- Entonces es solo un cuento.
Repitió Ivan.
- Leyenda, idiota.
Lo corrigió Javier insultándolo de nuevo, los dos empezaron a discutir mientras Diego se levantaba de la mecedora y se dirigía a la cocina por su cena, encontró en la mesa dos platos con pollo y verduras cocidas. A Diego no le encantaban las verduras cocidas sin nada, pero si les ponía sal, le parecían aceptables, así que fue a la barra pegada a la pared y agarró algo parecido a un salero de madera y esparció el contenido por todas las verduras, sin embargo, al ver salir granos negros decidió parar y mirar el interior, solo observó más granos negros brillantes, un golpe en la puerta lo aterró soltando el envase y dejando caer el contenido, el salero retumbó en el piso un par de veces haciendo a Diego reaccionar.
Vio los granos y el envase de madera en el suelo, recogió los granos que pudo y los volvió a meter al salero, los que no pudo recoger los esparció por todo el piso haciéndolos pasar desapercibidos. Un viento helado recorrió su cuerpo haciéndolo perderse por unos segundos hasta que logró reaccionar viendo hacia la ventana que para su sorpresa, estaba cerrada, pero entonces... ¿De donde venía el viento helado? Lo más espeluznante llegó después, una voz femenina comenzó a murmurar su nombre.
- Diego...
El viento soplaba con tanta fuerza que se lograba escuchar a la distancia, Diego estaba alerta volteando a todas partes para ver el origen de la voz, pero solo encontraba utensilios de cocina.
- ¡Diego!
Grito la voz femenina con un tono aterrador, deformándose poco a poco hasta lograr escuchar una voz que le parecía familiar.
- ¡Diego!
Le grito Ivan desde la sala, Diego se alejó de la cocina desconcertado viendo a sus amigos quienes lo vieron sorprendidos por su cara pálida del terror.
- ¡Mierda! ¿Qué te paso a ti?
Le pregunto Javier mientras lo veía desde la metedora donde se sentó Diego hace unos minutos.
- Nada, quita tu trasero de ahí.
Dijo corriéndolo de la mecedora para sentarse.
- ¿Quien crees que es más atractivo, Javier o yo?
Le pregunto Ivan a Diego confiado, poso un par de veces tratando de lucirse mientras Javier solo lo veía con disgusto.
- Ninguno de ustedes.
Respondió Diego haciendo una pausa.
- Por eso no tienen novia.
Terminó lanzando una risa burlona, Javier e Ivan intercambiaron miradas extrañadas y después volvieron a ver a su amigo.
- Pero tú tampoco tienes novia.
Le dijo Ivan.
- ¿Y cuando dije que yo era atractivo?
Le respondió Diego sonriendo inocentemente haciendo que Ivan se callara haciendo una cara graciosa de humillación, pero la risa no duró mucho, cuando el viento helado volvió a recorrer todas las partes de su cuerpo.
- Diego...
El murmuro de la mujer había vuelto y cada vez duraba más, el chico no dejaba de voltear a todas partes, haciendo que sus amigos se extrañaran por su comportamiento.
- ¿Escucharon eso?
Pregunto el, pero sus amigos se quedaron callados por unos momentos, ninguno se atrevía a decir una palabra, pero la curiosidad lo comía vivo.
- ¿Escuchar que?
Por fin pregunto Javier, la voz volvió a resonar en la cabeza de Diego cada vez más fuerte.
- No escuchamos nada.
Le comento Ivan, la voz volvió a resonar una vez más en su cabeza antes de que se callara de un golpe y dejara los pensamientos de Diego descansar en paz.
- Olvídenlo.
Finalmente dijo el.
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El Reflejo de la Novia
Horror¿Sabes como se siente perder al amor de tu vida el día de tu boda? ¿Si tu no puedes tener la felicidad, nadie la tendrá? Diego es un niño de 15 años que no creía en las leyendas que le contaba su abuela, siempre decía que eran solo para asustar pero...