M E N T I R A S [ArgFic]

Sinopsis

▪️▫️Mentiras▫️▪️

🔸Sinopsis 🔸

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22 de septiembre, 1979.

— No dejaré que te salgas con la tuya...

Eleva sus labios, entre aquellos colmillos albos, una sonrisa psicópata domina sus facciones.

— Entonces... Vas a rogar que te mate.

Argentina...

¿Quién lo diría?...

Jamás esperé que fueras..

Un completo monstruo...

[...]

28 de mayo, 2035.

— Por favor... Agua...

Regocijando el martirio de su antónimo, vierte al pavimento aquel líquido cristalino, exhortandolo a beber del suelo con sumo desespero. Cuando éste acaba, se arrodilla ante sus pies y en lamentos espeta;

— Matame... Quiero morir, se lo suplico.

Una sonrisa torcida, aterradora a la vista de su víctima, se manifiesta en aquel angelical rostro logrado congelar el entorno de pavor y pánico.

— ¿Morir?... Morir es fácil, vivir es doloroso, y yo quiero hacerte sufrir mucho.— Su tono sin ápice de diversión, pero profunda y suficientemente intimidante para atiesar cada sentido y músculo

— Por favor...— Impetra con ahínco plañendo por su muerte.— Yo no valgo nada...— Solloza.

Una risa cínica se escapa de sus labios.— Si creés que no vales nada, estás sumamente equivocado, los órganos son extremadamente caros en el mercado negro.

Éste empuja al damnificado hacia atrás, y los guardaespaldas presentes toman de ambos brazos al maltrecho para devolverlo mientras con eufória gritaba— "¡Por favor, mateme!".

— Los civiles siempre serán un problema en esta causa, Señor.— Espeta un asistente.

Después de limpiarse las manos con el pañuelo, se lo arroja a la cara del emisor de aquel comentario.— Contacta a Alemania, quiero verla.

— Por supuesto, mi señor.

Retirándose de la habitación, se pone su saco negro abotonando solo dos botones, unos guantes de cuero negro adornaban sus manos y entre sus dedos sostenía un reloj de Jean-François Bautte, coloca sus oscuros lentes sobre sus azules ojos, el sol de la mañana lo recibe con una acojedora brisa primaveral que lo obliga a suspirar frustrado.

— Mi señor, Alemania se dirige a la mansión.

Sin más que esperar, el auto blindado color negro mate se estaciona frente a él, le abren las puertas del vehículo y procede a entrar para dirigirse a su hogar. El silencio custodia el ambiente camino a la mansión, hasta escuchar por segunda vez a su asistente.

— Señor, al parecer se pidió una nueva reunión en California.

Éste suspira.— Esa organización me ha molestado durante 20 años, tengo ganas de matarlo.

[...]

Las escaleras a la entrada de la mansión se le hicieron eternas, eso hasta verla a ella, con una sonrisa coqueta, su cabello rubio recogido en un rodete bien peinado, esos profundos ojos verdes y esos labios carnosos moteados en un carmesí, el vestido rojo pegado a sus voluminosas curvas y esos tacones bordo, lo tenía literalmente loco.

Asomando su cuerpo a la entrada, esta se abalanzó sobre su pecho suavemente.

— Cariño...

— Hola, bebé.

Al sentir los cálidos labios tocar los suyos con sumo cuidado, éste la cohibe entre sus brazos apegándo su cuerpo, masajea lentamente su espalda baja mientras entre sus labios se asomaba un juego seductor y pausado.

Lentamente despegan sus caricias entre leves quejidos, relame sus labios mientra la feliz mujer acomodaba la corbata de su marido, sonríen bobamente mirándose los ojos brillar.

— Te extrañé, ¿Qué es lo que te mantenía tan lejos de mí?.

— Solo el trabajo.

— ¿Qué trabajo?.

Sonríe torcidamente y con la punta de sus dedos empuja suavemente su entrecejo.— Frentona...

— Oh cállate, narigón.

— Te amo, Alemania.

— Y yo te amo a ti, mi Argentina.

Jamás podría decirle a la mujer que ama, las maldades que cometía a su espalda.

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A pedido de un suscriptor anónimo, decidí cederle esta historia.

Para darle un breve resumen del género de los personajes, Argentina es hombre y Alemania mujer.

Hasta el próximo capítulo.

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