Capítulo 26

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Después de que Jungkook y yo nos hubiésemos perdonado, seguimos como siempre, pero ahora mismo se podía palpar una gran tensión entre nosotros, y no solamente de incomodidad. Ambos teníamos que compartir habitación y a la mínima cosa que hacíamos nos sentíamos distintos, como si la pelea y todo lo que nos dijimos nos hubiese cambiado.

Era tanta tensión acumulada en mi cuerpo que hasta ya estaba alucinando y llegando a pensar que Jk me estaba intentando provocar. El panorama en este momento era Jungkook y yo estando en la habitación de hotel, solo que ya en otra ciudad, él y yo en la misma cama de matrimonio e intentando no estar muy juntos.

Jungkook estaba sentado con la espalda apoyada en su almohada mientras leía ese libro que le tenía tan enganchado. No llevaba camiseta y tenía unos pantalones cortos de pijama. Yo, en cambio, tenía puesta una camiseta ancha y unos pantalones cortos también. El problema era que Jungkook no, y eso me hacía sentir incómodo. Sumando también que en muchas ocasiones él se acomodaba el pelo de manera más sexy, apartaba sus brazos de encima de su abdomen, consiguiendo yo así tener una mejor vista de su marcado cuerpo y en ocasiones echaba su cabeza un poco hacia un lado, dejándome así ver más su cuello tan blanco.

Mi compañero me estaba matando y no sabía si lo hacía queriendo o si no se daba siquiera cuenta. Pero lo que importaba ahora era intentar parar todo este asunto que me tenía respirando con dificultad. ¿Qué excusa podía decir? No podía pedirle que nos fuésemos a dormir porque eran las nueve y pico de la noche y nosotros nunca dormíamos a esa hora. Tampoco podía decirle que se pusiese algo encima porque dentro de la habitación no hacía frío y si se lo pedía iba a sospechar.

Dios, esto me frustraba. ¿Cómo lograba ser tan sexy sin ni siquiera esforzarse en ello? Estaba igual que la mayoría de veces que estábamos en casa, pero hoy me estaba fijando demasiado en él y me estaba dando cuenta de lo increíblemente sexy que se veía con lo mínimo que hacía o se ponía. Todo le quedaba perfecto.

Suspiré fuerte por mis tortuosos pensamientos. Jungkook me escuchó y giró su cabeza para mirarme.

-¿Pasa algo? -preguntó curioso.

-No. -miré hacia abajo.

-¿Estás cansado? -cerró su libro y lo colocó en la mesita de noche que había a su lado.

-Un poco, hoy hemos hecho demasiadas cosas. -le miré por un par de segundos y luego volví a bajar la vista.

-Lo sé, ha sido un día agotador. -bostezó.-¿Quieres dormir ya?

-Me da igual, si tú quieres seguir leyendo puedes hacerlo. Es temprano todavía y no quiero obligarte a dormir. -respondí.

-No pasa nada, ya estoy cansado de leer, otro día sigo.

Asentí sin responder nada, no quería que la conversación continuara. Estaba nervioso sin ningún motivo.

-¿Te pasa algo conmigo? -volvió a hablar.

Demasiadas cosas, Jungkook.

-No, ¿por qué? -esta vez sí me atreví a mirarle sin apartar tan rápido la vista, pero obviamente evitando mirar más abajo de su cara.

-Desde que llegamos a la habitación apenas me has hablado. -hizo una mueca.

-Bueno, al llegar tú te has duchado, luego lo he hecho yo y después te has puesto a leer. No hubo oportunidad para que te hablara, de todas formas tampoco es que tenga algo que decir. -aclaré.

-Pero ahora podemos hablar. -sonrió. -Por cierto, ¿por qué estás tan alejado? -frunció el ceño.

Me fijé en la distancia que había entre nuestros cuerpos y el gran vacío que dejaba.

Crush °KookMin° COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora