Epílogo

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Dos años después.

BTS había cumplido siete años desde el debut y todos estábamos muy felices. Muchos años habían pasado y aún seguíamos igual de unidos o incluso más. Las cosas iban muy bien y todo estaba en orden. Obviamente en estos dos años habíamos tenido problemas y algunas discusiones, pero nada que no se pudiera resolver.

Debía admitir que algunas cosas habían cambiado dentro del grupo. Para empezar, Namjoon y Jin se cansaron de tener una relación sin etiquetas, y aunque poner etiquetas a algo es bastante absurdo, a ellos les hacía ilusión poder llevar la etiqueta de "novios" y que sus familias y amigos más cercanos pudiesen así saber qué tipo de relación compartían ellos dos.

En cambio, Taehyung y Hoseok no tenían la necesidad de tener una etiqueta o algo que definiera realmente su relación. Ellos eran compañeros, mejores amigos, amantes, novios y todo lo que fuese posible. Les daba igual si las personas más cercanas lo sabían o no, no les daban importancia y solo vivían su amor entre ellos.

Yoongi se mantuvo soltero, hasta que un día comenzó a salir con alguien y a desaparecer un poco más de lo común cuando teníamos tiempo libre o días de descanso. Todos notamos que su humor había cambiado para mejor e incluso cuando salía algún tema sobre parejas o amor en general, él no ponía cara de pocos amigos y se quejaba. Ahora también participaba en las conversaciones y sonreía como un tonto que había encontrado el amor. El problema es que no nos decía quién era esa persona especial. Ni siquiera sabíamos el género de la persona, ya que ni eso se dignaba a decir. Todo era un misterio para nosotros y por el momento, Yoongi no tenía intenciones de contar nada.

Jungkook y yo en estos dos años que ya llevábamos juntos como una pareja y como prometidos, habíamos tenido momentos buenísimos llenos de felicidad, pero también habíamos tenido nuestros momentos malos y tristes. Aprendí muchas cosas cuando sufríamos por malos momentos que nos dejaban con mal sabor de boca y nos convertía en una pareja negativa.

Tener momentos así te ayudan a valorar mucho más los momentos buenos, a saber apreciar más las cosas que tienes a tu alrededor, a disfrutar más de la vida, de la compañía e incluso tus momentos de soledad. Aprecias lo que es rodearte de buenas personas con los valores correctos y que tienen los pies en la tierra. Te sirve para poder valorar lo que es sentirse feliz y lleno, aunque solo sea por unas horas, y también a darte cuenta de que no todo en la vida es de color negro.

Los momentos malos te hacen admirar las cosas, aprender lecciones, evitar cometer los mismos errores, y sobre todo te convierten en una persona más fuerte y capaz.

No sirve de nada querer tirar la toalla y desear dejar de existir. Hay que vivir el momento, aprovechar cada minuto de nuestras vidas, intentar hacer lo que nos gusta y nos llena, aunque sean cosas simples, mientras sean cosas buenas que nos hacen sentir bien y en paz está todo perfecto.

Antes no sabía vivir de esta manera, no prestaba atención a todo lo bueno que tenía y a que lo malo me ayudaba a experimentar y aprender. Esto lo conseguí ver gracias a Jungkook, el hombre de mi vida que desde el primer día que le conocí comenzó a cambiar mi vida y mi punto de vista. Me ayudó a completar en mí todo lo que me faltaba. Todo el sufrimiento que vivimos ambos por nuestro "amor no correspondido" nos dejó muchas lecciones.

Tenemos que luchar por lo que queremos, debemos enfrentar nuestros miedos, hay que ser sinceros en todo momento y por supuesto valientes. Las inseguridades nos las creamos nosotros mismos, así que de igual manera nosotros tenemos que derribarlas y comenzar a creer más en que somos capaces de cualquier cosa si nos lo proponemos.

El amor es igual. Si no luchas por el, nunca vas a conseguir estar con la persona que más quieres. Esa persona que te va a cambiar la vida para mejor y te va a hacer sentir más pleno. Esa persona que te va a acompañar en todos tus momentos y te va a dar su apoyo incondicional.

Crush °KookMin° COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora