Te obligare a quererme

Esta noche

Soledad

Un monstruo que te consume lentamente mientras mas recurres a el, algunos dicen que es necesario a veces, que es un buen maestro de la reflexión, sana heridas y suele dar lecciones de vida.

Pero también es cruel si estas mucho tiempo con ella, suele confundirte, reflexionas tanto que ya no sabes que es lo correcto y que no, otras heridas se abren, sangran, te desgarran, los recuerdos se vuelven en tu contra.

¿Es buena o es mala?

El ya no podía saberlo con exactitud, en este momento se cuestionaba observando aquel mundo con luces que algunas se extinguían y otras no.

Sus pensamientos trataban de encontrar una respuesta que pudiera aliviar sus sentimientos, sin embargo, cada duda ocasionaba otra, ¿Qué podría esperar de el rey de las pesadillas?

Por un lado, agradecía estar en esa situación, pero por otro quería dejar ese plan aun lado ¿Qué podría ser mas importante que Jack? Ese pequeño chico albino que iluminaba sus días, ahora era un guardián, sabía que el Hombre de la luna tenia grandes planes para ese energético chico, pero no esperaba que algo de tal calibre.

-Era de esperarse – soltó al Aire pasando suavemente sus dedos por las paginas de un cuaderno negro ignorando por completo su contenido, al igual que el sin fin de sonidos que provenían de las variadas jaulas que había en el lugar, contenían a todas las pequeñas hadas secuestradas, cerro de forma abrupta generando un silencio sepulcral –¡Guarden silencio de una vez! – aunque aquella molestia era algo fingida esperaba generar miedo y con eso sentirse en paz en aquel lugar.

El eco de unas pisadas se hizo presente, uno de sus caballos le entregaba el reporte de cómo había afectado el robo de los dientes, sin embargo estaban recolectándolos, los guardianes frustraban sus planes pero lo que realmente le frustraba era el hecho de que su amado niño invernal los ayudara, ¿después de dejarlo olvidado les extendía la mano? Ante su criterio era imperdonable, pero asi era Jack

Tan puro como la misma nieve

Observo aquella libreta nuevamente, ¿qué secretos olvidados están escritos en ella? Tan oscuros como su propio ser por lo que no podría dejar que Jack los viera, el libro prohibido para el albino es sin lugar a duda las cadenas de Pitch.

-Haremos el próximo movimiento alista a todos – le ordeno a su caballo quien se marcho sin perder el tiempo – Jack .... Mi querido Frost... Quien diría que mi perdición era quien iluminaria tu camino – asi es el Coco ya sabia que al final de aquella batalla perdería, era mas que evidente sin embargo ¿Por qué no arriesgarse?, no es como si tuviera algo que perder, la compañía del guardián de la diversión era lo único que le quedaba, pero no la podría tener por siempre, cuando Jack tuviera la atención que merecía ya no le necesitaría ¿No es así? Para ser el coco le costaba mucho entender sus propios miedos, pero eran fáciles de superar ya que siempre lucho contra ellos solo.