❌Está historia participa en los Premios Gemas Perdidas❌
Trilogía Tempestades
-Lo siento, Cory, pero esto es todo- Me había dicho esa noche fría y oscura, sin importarle verme llorar y suplicarle que no me dejara.
Dejándome ahí, tan desolada y desdic...
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Cory Shane.
La reunión con el rector y mercedes se terminó, salí de su oficina, encontrando a Ithiel esperando por mí, sin embargo, no estaba solo. Me quedé cerca de la puerta observando a ambas personas congeniar amistosamente. Ithiel rio ligeramente, después del comentario que había escuchado por parte de ella. Verlo así con alguien más me puso los pelos de punta y mis celos no pudieron más.
Me acerqué a ambas personas y lo tomé desprevenido con un beso largo y posesivo.
Nunca había podido acostumbrarme a ver a otras chicas coquetearle, con tanto descaro, aun sabiendo que tenía novia. Y la que estaba justo a su lado era la peor de todas. Entorné mi mirada en ella, deseando que se apartara antes de que yo perdiera el raciocinio y me le echara en cima.
—Amor, ya podemos irnos— Dije, Ithiel me sostuvo con firmeza la mirada, como si quisiera encontrar algo en esta. —Recuerda quedaste en acompañarme a comprar unos accesorios para mis cámaras y pronto cerrarán la tienda.
Él suspiró levemente mientras empezaba a formular sus palabras. Quería que no me arruinara mi jugada, no me gustaría quedar en ridículo frente a esa rubia oxigenada.
—Lo siento, Nerea, no puedo ayudarte— Dijo, de repente. Nerea me dirigió una mirada que gritaba odio en toda la extensión de la palabra, pero por supuesto, la disimuló.
—No importa, Ithiel, lo entiendo— Nerea se acercó al rubio, sin importar que estuviera yo a su lado, le tomó el brazo y luego le besó la mejilla, provocativamente. —Igual, siempre puedes dejar a Cory y venir a pasarla bien en mi casa. De todas formas, ambos sabemos que no...
Lo vi reaccionar de inmediato, deshaciéndose del agarre de ella y riendo con sorna.
El hombre a mi lado entrelazó nuestras manos y a sus ojos besó nuevamente mis labios, para después decir:
—No necesito eso, siempre la pasó bien con mi novia.— Sonreí, satisfecha por ello. —Si me permites, tengo asuntos más importantes con MI novia.
De esa manera, mientras nosotros dos nos dirigíamos hacia la salida, Nerea se quedó ahí adentro entre sorprendida, indignada y humillada. Pero aunque haya hecho aquello, no me voy a librar de sus cuestionamientos por mi escena de celos.
Lo había olvidado por completo, Ithiel detestaba los dramas y los celos y yo ahí haciendole una escena de aquello.
Subí a su auto una vez que llegamos, él se subió y azotó tan fuerte la puerta que me hizo encogerme en el asiento. Tomó el volante con una mano, los músculos de su brazo y de la misma se tensionaron sobre este dándome a entender que intentaba reprimirse.
—Lo siento— Dije, parpadeando varias veces por el ardor que había en mis ojos debido a la situación.
Ithiel volteó a verme y el pequeño esbozo de una sonrisa me hizo creer que volveríamos a discutir como ya se había hecho costumbre, pero me sorprendí al escucharlo.