Y colorín colorado: sin final feliz hemos quedado [HP/PJO]

01

N/A: cualquier duda, pregunta sin pena.

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Alzó la vista cuando llamaron a su nombre, lo requería el rey.

Envainó su espada y colocó sus manos tras de su espalda, alzó la cabeza y con una pose de apariencia altiva —mas no arrogante— se dirigió hacia su padre, ignorando deliberadamente la presencia de sus hermanas y hermanos.

Incluso así, Enrique trató de llamar su atención, Harry solo se inclinó ante su padre.

Él era un hijo ilegítimo, no como Carlos, ni como María, ni como Enrique, ni como Isabel.

Ana de Dinamarca lo odiaba con fervor, sin embargo, su padre le ofreció un puesto entre el gobierno, sus obligaciones radicaban en proteger a los más pequeños.

Era el mayor, con veinte años, mientras que sus hermanos tenían entre meses de nacidos y doce años.

-Su Majestad -anunció Harry, arrodillándose.

Lo odiaba, porque su padre era Jacobo I de Inglaterra VI de Escocia, pero no podía decir nada.

-Tu trabajo es cuidarlos, caballero, espero no me falles por nada en este mundo.

-No será así, su majestad.

-Hace unos días conspiraron en mi contra -dijo el Rey, molesto-. Confiaré en que cuidarás de mis hijos con tu vida.

-Así será, lo juro por mi honor.

Jacobo asintió, complacido.

***

En Londres, Inglaterra, un chico apenas menor que el caballero se quejaba con su madre, quien era una costurera de la zona.

-¡Aumentó los impuestos nuevamente! -le dijo a su madre-. ¿Cree que todos tenemos los suficientes chelines para ello?

-¡Percy! -exclamó su madre, había miedo en su expresión-. Cualquiera podría escucharlo, sobre todo...

La mujer dejó de hablar, un hombre, un hombre cercano del rey acababa de entrar al lugar, tenía el gesto serio al ver a la mujer y a su hijo.

-Señora -saludó, con una reverencia leve-. Joven.

Percy se puso nervioso, ¿lo golpearía? ¿lo sacrificaría por hablar mal de la corona?

Tragó saliva con dificultad, posiblemente pondría a su madre en problemas.

Sabía que entre él y Gabe le daban demasiados problemas.

—Señor, en un momento vuelvo... Con su traje.

Harry observó disimuladamente al muchacho, era hermoso, poseía unos bellos ojos verde azulado y tenía un gran valor para hablar de aquellos que tanto le estaban quitando, sonrió suavemente, casi de una manera imperceptible.

Sally volvió y Harry le dio una sonrisa más abierta, dejando el dinero (tal vez un poco más del precio original) en el mostrador, después se volvió hacia Percy.