Capítulo once

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La rosa; cuarta parte

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La rosa; cuarta parte

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Todo va bien.

Hoseok lo llama de vez en cuando durante el resto de la semana, su ausencia se debe a la repentina carga de trabajo que se le pone encima. Suena exhausto la mayoría de las veces, aunque no habla mucho de eso, ni siquiera cuando Yoongi lo señala.

Se reencuentran la semana siguiente, una vez que Hoseok ha despejado todo el trabajo urgente del camino. Se encuentra con la sonrisa de saludo de Yoongi con una cansada, y se desploma sobre Yoongi tan pronto como Heejin y Areum se van a jugar en su habitación.

Yoongi lo rodea con sus brazos. "¿Estás bien?"

Hoseok tararea un no como respuesta, acariciando el hombro de Yoongi por un segundo antes de alejarse. "Te extraño."

Yoongi le sonríe. "¿Cómo va todo?"

"Regular", dice mientras toma la mano de Yoongi, llevándolo al sofá. "Trabajo, más trabajo, los profesores me miran mal, el trabajo, los estudiantes me miran mal, una charla con el director, una charla con Areum, una charla con el director sobre Areum ... mucha charla".

"¿Acerca de?" Yoongi le pregunta mientras Hoseok lo empuja a sentarse en el sofá.

Está callado cuando se sube al regazo de Yoongi, sentándose a horcajadas sobre él, con las manos levantando la cara de Yoongi, "¿A quién le importa?"

Esa es toda la advertencia que recibe Yoongi antes de que se abalance sobre él, besando a Yoongi suavemente, pero lo suficientemente profundo como para que la respiración de Yoongi se detenga, luchando por alcanzarlo y tocarlo. Nunca han sido tan esporádicos cuando están juntos, nunca han ido más allá de los pequeños caricias, los besos lentos. Es arriesgado, con sus hijas jugando en otra habitación a solo una puerta abierta para que los atrapen así.

Finalmente, se rinde. Sus manos recorren lentamente los muslos de Hoseok para agarrar su cintura, ganando un gemido de aprobación contra sus labios.

Hoseok se queda sin aliento cuando se aparta, sus labios están rojos y sus pupilas brillan. Sus anteojos están desordenados. Sin embargo, hay algo dentro de él, algo extraño a su expresión que todavía le atormenta; quizás es lo que había intentado evitar al besar a Yoongi.

Yoongi lo mira, sus dedos trazan círculos en su cintura para hacerle saber que está bien que diga cualquier cosa que necesite decir. Se estira para quitarle las gafas.

Sin embargo, Hoseok se aleja, justo antes de que los dedos de Yoongi puedan tocar sus gafas. Hace que Yoongi retroceda, sus manos caen a sus costados, su boca cerrada.

"Hyung", comienza Hoseok con nerviosismo, levantando una mano para arreglar sus gafas. "¿Le dijiste a alguien cómo tuve a Areum?"

Yoongi había esperado que Hoseok preguntara, simplemente no anticipó este inquietante aire de nerviosismo a su alrededor. "Sí", le dice con sinceridad. "Le dije a Jin hyung".

Un amor como el nuestro - yoonseok ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora