Lover 2 | VMin |

𝖔𝖓𝖈𝖊

~𝔗𝔞𝔢𝔥𝔶𝔲𝔫𝔤 ~

¿Creen en las almas gemelas?

Yo nunca lo hice. Creía que Jungkook era el amor de mi vida pero jamás pensé que podría ser mi otra mitad.
Era demasiado serio, demasiado grande, demasiado entregado a su trabajo.
Siempre creí que era demasiado parecido a mi para que pudiera ser mi alma gemela. 

Bromeabamos seguido con encontrarnos chicos más jovenes para avivar nuestras vidas... ¿Quién diría que acabaria pasando realmente?

Pero a mi nunca me gustaron los chicos como Min. Pequeños y delicados. Físicamente, siempre preferí los tipos como Jungkook. Con musculatura marcada y gran polla, como Jimin.

Podría jurar que Jimin tenía más musculatura que yo, pero esa cara de bebé hermoso equilibraba todo a la perfección, como si ahora pudiera follarlo yo, pero mañana podría follarme él.

Me encantaba, lo amaba, se sentía increíblemente perfecto.

Lo vi desnudo en la cama, con las mejillas rojas, los labios hinchados, el cabello rubio despeinado y las piernas abriertas.

Dios, si solo lo hubiese conocido antes...

Siempre estuve a favor del sexo de rencor. Te hacía sacar todo lo malo de tu sistema a través de buen sexo y un increíble orgasmo; pero no se sentía como sexo de rencor.

Se sentía bien.

Besé sus muslos hasta pasar la lengua por su entrada, haciéndolo estremecer y haciendome sonreír.
Definitivamente un beso negro no era algo que un hombre heterosexual tendriera a recibir.

En realidad, pensaba pasar directamente a prpararlo, pero las ganas de devorar ese rosado agujero me llamaban.
Jungkook no me dejaba hacerlo con él...

Adentreé mi lengua y tomé con una mano su erección comenzando a masturbarlo y notando como su cadera se movía involuntariamente por sus espasmos.

Sonreí complacido y succioné la entrada humedeciendo sus paredes antes de bajar mi mano, acariciando sus testículos antes de adentar mis dedos en él, quitando la lengua para llevar mi boca a su miembro.

-Oh dios- Jadeó arqueando la espalda.

Con dos dedos dentro, separé y estiré sus paredes para dedicarme a buscar su próstata a la misma velocidad que mis labios subían y bajaban por su extensión.

Sus piernas me paretaron cuando un gemido salió de sus labios y abrió los ojos de par en par. Había dado con su punto y no dejé de golpearlo hasta que estuvo por completo preparado.

Me separé de él y lo vi desde arriba.
Debería ser ilegal que un hombre así de caliente haya sido heterosexual por tantos años, con lo atractivo que se ve desnudo y listo para que le metan la polla.

-¿Estás seguro de esto?- Me preguntó viendome movar mi propia erección con saliva.

-Tu eres el que está a punto de perder la virginidad anal ¿No debería ser yo quien preguntara eso?- Pregunté riendo entre dientes y acostandome sobre él.

-Sabes a lo que me refiero- Sonrió posando sus manos en mis hombros.

-Si quiero- Susurré antes de besarlo y comenzar a hacer presión lentamente con mi glande.

~ 𝔍𝔦𝔪𝔦𝔫 ~

Puta madre, puto infierno, duele como un tiro en la rodilla.

Mis ojos estaban abiertos de par en par, mis uñas clavadas en sus hombros y las sábanas de la cama apretadas entre los dedos de mis pies.

Fue lento, tuvo cuidado y lo reconozco, pero hubiese sido mejor que hubiese arrancado la bandita de un solo movimiento porque fue el dolor más largo y pasusado que he vivido.