Número equivocado

God of control

He esperado por tanto, lo suficiente para hacerme perder el control.

Cada persona madura de una manera distinta, aquellos que no son capaces de crecer independientemente de su entorno, no tienen valor alguno.

Toda mi vida se ha forjado por un estricto reglamento, en el cual yo soy la única capaz de cumplirlo. Mi círculo social solo me ha comprobado esa teoría, haciéndome perder esperanza alguna en ellos.

"Si no está completo el proyecto para mañana, serán despedidos." El equipo intercambio miradas, apartando completamente sus ojos de mí. Enfurecida, tomé los papeles y lanzandolos al suelo logré atrapar toda la atención. "Cuando esté hablando, no tienen permitido faltarme el respeto. Ustedes deben de mantener firme la mirada hacia mí."

Soy la única que debe cargar con el poder.

Al terminar, todos esperaron a que yo saliera primero de la sala para dirigirse a sus puestos. Como jefa mantengo una posición alta y de respeto, aquel que haga objeciones ante mis decisiones queda despedido.

Todos los días eran iguales, una relación profesional debía ser así, sin sentimientos de por medio ni desacuerdos.

Al regresar a mi oficina, pasó más de dos horas en silencio mientras trabajaba. Mi perfecta atmósfera se vio afectada por unos toques en la puerta de vidrio oscuro, permitiendo el paso del intruso pude divisar a una empleada

"Señora Blight, los papeles que me pidió." La chica en silencio tomó camino hasta mi escritorio, bajo mi mirada ella cuidadosamente los coloco delante mío. Después de agradecerle, le pedí que saliera de la oficina.

Mi sonrisa se alargó, abriendo la carpeta encontrándome con lo que tanto había esperado desde que encontré mi nuevo objetivo.

"Te tengo." Una biografía completa y precisa, registro de eventos junto un boleto al próximo show, entrevistas en recapitulación e información que me serviría para cumplir con mis deseos.

Luz Noceda, no te dejaré escapar una vez más.

Haré lamentar a todo aquel que se haya entrometido en mi camino, si eso significa destruir un trabajo entero, así sería. La reputación de cada persona relacionada a mi pasado decaerá, empezando con quienes me amarraron a una persona insignificante como ella.

Probaré que la magia no tiene poder sobre mí, lo único que debe considerarse de tan poderoso como aquello son mis palabras y decisiones.

Yo seré la deidad que dirige, juzga y es absoluta.