Purple Tears; YoonMin/윤민

✿| starting again

Suspiró entrando a su casa y dejando el ramo de flores en sus manos en la mesita del centro junto a sus llaves. Quién diría que de aquella cita a ciegas encontraría a alguien con quien hablar de sus pasiones y con quien poder analizar hasta las cosas más pequeñas. Si bien él no era un sabelotodo que lograba ver el punto de cada cosa, si le gustaba sentirse libre como para opinar su punto de vista aún si estaba en lo incorrecto. Y eso fue algo que logro hacer en su cita a ciegas.

Si bien el objetivo de SeokJin para juntarlo con Hakyeon había sido meramente romántico, de su parte solo había obtenido un nuevo amigo.

Y se sentía bien, pensó, después de todo Hakyeon estaba pasando por una situación similar luego de haber roto una relación de dos años con quien era su novia y JiMin sirvió para escucharle y el chico se lo agradeció puesto que el rubio no lo había juzgado ni dicho olvidarla es fácil solo sigue adelante como la mayoría de sus amigos y familiares habían hecho. JiMin lo había comprendido y él había comprendido a JiMin y si ese no era razón para seguir viéndose en citas pues podían joderse el resto porque para los dos esa clase de amistad era la que necesitaban por el momento. Una amistad que era mucho más fuerte que cualquier relación romántica.

Luego de cambiarse por una ropa más ligera decidió preparar algo para cenar, si bien había salido recién con Hakyeon, eso no quería decir que no sintiese hambre, después de todo los postres junto al café no eran de mucha ayuda para su exigente estómago.

El pensamiento le hizo detenerse a mitad de su cocina.

¿Será que acaso YoonGi no lo quiso porque había subido de peso? Ladeó su rostro y se replanteó haber hecho ejercicio aquella vez en virtud de ver como nada el par de kilos que había subido. Quizás YoonGi se había hastiado de su cuerpo y los gorditos que empezaban a formarse en sus piernas.

Gruñó para si mismo cuando cayó en cuenta que estaba volviendo a juzgarse sin razón alguna.

Ya lo había hablado con su madre cuando fue a visitarle y esta le había dicho que para poder amar de verdad debía amarse primero.

Si bien le pareció algo estúpido de primera, en el paso de los días  comprendió que si de verdad se hubiese amado primero antes de YoonGi quizás le hubiese puesto un alto cuando el mayor empezaba a desaparecerse por semanas de su vista solo para luego volver como si nada a besarle y llevarlo a la cama.

Comprendió que la frase de amarse así mismo tenía mucho sentido si ponía en retrospectiva sus acciones con su propia apariencia, todas esas veces que quiso complacer a sus antiguas parejas con la vestimenta que iba de acuerdo a la otra persona y no a la forma en la que a él le gustaba vestirse. Pensó en que si se hubiese amado sólo un poco a él y a sus gustos quizás le hubiese dado igual cuando cambiaba de color su cabello solo porque a mi novio no le gusta como me queda.

Y la realización de ello le hizo soltar un suspiro tan grande que incluso sus manos temblaron. Esa noche no solo comió la cena, también comió helado y se inscribió en línea a un gimnasio porque a él le gustaba estar en forma, a él, no por lo que alguien más dijera de su cuerpo.

[ ✿ ]

Era temprano mientras se paseaba junto a Hakyeon por una librería que habían visto de paso a la cita que habían planeado en un lugar de comida rápida. JiMin había visto un libro que le llamó la atención y su amigo lo había apoyado para que fuera y se lo comprase.

Y así, con las mejillas rojas y una sonrisa pequeña, agradeció al chico alto que atendía el lugar, el chico le había coqueteado con descaro y aunque quiso coquetear de vuelta, se encontró notando que la piel ligeramente acanelada del otro no le llamaba tanto la atención como lo hacía la piel pálida.