Purple Tears; YoonMin/윤민

✿| Coffee, donuts and...

-Gracias por su atención, pueden retirarse.

JiMin gruñó bajito cuando su espalda trono debido al movimiento rápido, definitivamente permanecer sentado durante cuatro horas seguidas era todo un castigo para su cuerpo. Llevó sus cabellos hacia atrás y acomodó sus cuadernos en su mochila. Agradecía que ese día no hubieran contratiempos -o trabajos por entregar- que le impidieran correr hacia su apartamento.

Se despidió de algunos compañeros y entregó su justificación del porqué había faltado a una de sus clases la semana pasada. Caminó hasta la salida y cuando estuvo apunto de correr hacia la parada de autobuses, lo vió.

Ahí con su chaqueta de cuero y su cabello revuelto se encontraba Min YoonGi. Su mirada parecía perdida entre los estudiantes que pasaban frente a él mientras se encontraba recargado en su motocicleta.

Sonrió sin poder evitarlo y corrió hasta su encuentro, para él no pasó desapercibida la atención que estaba teniendo de algunas chicas. Bufó, el pelinegro era demasiado atractivo para su bienestar.

-YoonGi -sonrió en saludo.

Le saludó con una corta sonrisa y luego se inclinó sobre su moto para tomar una bolsa de Manila. JiMin arrugó su ceño.

-Toma.

Intrigado, tomó entre sus manos la bolsa que llevaba el logo de Starbucks pegado en el centro, y su sonrisa se expandió cuando notó una dona de fresa y un café helado a la par.

-¿Qué...?.

-Vi tu historia de Instagram -dijo encogiéndose de hombros- de casualidad pasé por Starbucks y lo recordé.

Su sonrisa se expandió más y sus mejillas se calentaron ante la sensación que le atacó.

-Gracias -dijo y sonrió con nerviosismo.

Nunca creyó que sus quejas diarias publicadas en su red social serían de importancia para alguien, sobre todo para alguien como YoonGi, quien hasta ahora no parecía ser más que un chico de pocas palabras y que no prestaba atención a ese tipo de cosas. Sus mejillas se tornaron rojas cuando dió una probada al postre, estaba delicioso, ciertamente nunca se imaginó que alguien se apiadaria de su actual escases de dinero y le compraría lo que dijo estaba muriendo por probar.

Uh, era demasiado para su corazón.

-Vamos, te llevaré.

Había transcurrido cuatro meses desde la vez que se conocieron y casi tres desde que se encontraron en aquella cafetería. Estaba tremendamente agradecido con SeokJin debido a que por su perspicacia logró obtener muchos datos sobre YoonGi.

Y el tiempo transcurrió tan lento desde que cambiaron sus números, aún esa vez que JiMin esperaba su transporte y YoonGi pasaba en su moto por ahí, le dijo que era el camino que habitualmente tomaba hacia su trabajo y JiMin comentó que ahí esperaba todas las tardes su transporte para ir a casa y luego de que el pelinegro se ofreciera a llevarle habían intercambiado sus números. JiMin había estado demasiado extasiado por lo ocurrido.
Inevitablemente una amistad había surgido entre los dos y JiMin admitía que se sentía sumamente atraído por la persona que iba descubriendo cada día en YoonGi. Era amable cuando tenía que serlo, le gustaba bromear aunque tenía ese humor ácido que tantas carcajadas le sacaba y que decir del comportamiento infantil que a veces mostraba entre medio de peleas sin sentido.

Incluso había estado en su apartamento, compartiendo bebidas junto a botanas mientras veían alguna película de comedia, siempre terminaban quejándose del reparto de actores pero halagando los guiones bien formados en estás.

En todo ese tiempo YoonGi no pareció disgustado de los abrazos efusivos que a veces JiMin -por mera costumbre- le daba y que decir de los besos de buenas noches que siempre procuraba dejar en las mejillas pálidas, YoonGi no parecía molesto con ello puesto que ni un sólo rechazo había obtenido así que JiMin seguía haciéndolo.