Capítulo único

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[Los personajes no son míos, si lo fueran, ESTARÍAN VIVOS.]

[Síganme en twitter (1000i_g), comparto mucho aot y jearmin. VAYAN A LEER MI JEARMIN. es bueno como yo(?)]

[Disfruten.]






Es su noche de graduación. Todos están festejando, porque creen que el infierno terminó. Técnicamente, es así, la mayoría elegirá las Tropas Estacionarias, por lo que vivirán una vida común y tranquila.


Le llama la atención alguien.


Annie está sentada en su rincón de siempre, cenando tranquila. Por su expresión, tan fría y perdida, pareciera que su infierno recién comienza.


—¿No estás feliz por graduarte?


Ella levanta la mirada apenas. Lo mira de reojo y se encoge de hombros.


—Acá estamos a salvo —responde apenas. Su voz casi se pierde en el barullo de los demás—, es probable que la mayoría mueran, especialmente los que vayan a la Legión de Reconocimiento.


—Si lo ves así, pues, sí, es deprimente —responde Armin, riendo suave—. Pero nada nos asegura que nuestra muerte llegue esta semana, o la siguiente.


—¿Y si llega mañana? —El tono de Annie le parece raro. Es de curiosidad, pero también es, en una pequeña parte, esperanzado—. ¿Qué harías si mañana murieras, Armin? —se gira por completo a él.


Se apoya en la mesa, su rostro queda muy cerca de Annie, pero no es suficiente para que ella retroceda.


—Entonces, te diría que vayas al bosque, después de la hora de dormir.


Se agacha más, levanta una cuchara del suelo y se la entrega, sonriendo.


Annie quiere darse vuelta y mirarlo mientras se aleja, pero, además de que se imagina que va a sentarse junto a Eren y Mikasa, no puede hacerlo porque siente la mirada punzante de Berthold, dos mesas a su izquierda.





—¿A dónde vas, Annie? —ha pasado un rato desde que anunciaron la hora de dormir. Todas deberían estar dormidas.


—Baño —murmura, sin girar a Mikasa. Por suerte está más dormida que despierta, y vuelve a acostarse, murmurando una respuesta.


Se baja de la cama, haciendo el menor movimiento, no queriendo a despertar a nadie. Sale de la cabaña. Hace un poco de frío, pero no corre viento.


Va hacia el baño. Entra. Se mira en el espejo. ¿Qué está haciendo?


Sale poco después, sin haber hecho nada adentro, pero cuando se está yendo, oye un susurro.


Entonces, a mis ojos, eres una mala personaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora