Mi dulce adicción

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[Jimin]

Mñmñmñmñmñmñmñ

¡QUIERES CALLARTE DE UNA PUTA VEZ! - Le grite al  idiota de Yunk Soo una vez que mi precioso Min Yoongi había salido de la habitación. Solo pensar en el me vuelve a poner de buen humor.

¿Recuerdas? Te dije que te arrepentirías de haberme lastimado de esa forma, tu y todos tus amigos morirán lentamente - Le dije sonrientemente a aquel asqueroso ser que se encontraba atado en una silla. Llevaba dos días amarrado, Yoongi me ha enseñado algunos trucos de tortura muy interesantes, pero quiero que termine hoy. Le quité la mordaza de la boca porque quiero escuchar de nuevo sus súplicas antes de morir.

Estas son las armas de las que dispongo por ahora - dijo Min Yoongi con esa bella voz serena de siempre mientras entraba a la habitación - ¿Cuál te gustaría que use? - me preguntó.

Quiero esa - dije señalando con el dedo.

Tomó el arma y yo dancé felizmente hacia el, lo abrace desde atrás y enrosque mi mano derecha sobre la suya y la levante hasta que quedamos apuntando con el arma a nuestra víctima.

Min Yoongi - susurre a su oído - Ese cerdo solía golpearme en secundaria por practicar ballet, y después el muy idiota intentó abusar de mi, si yo no supiera defensa personal, me habría tomado en contra de mi voluntad... MATALO, HAZLO POR MI - dije suplicando - ¿Puedes? - No pude evitar hacer un infantil puchero. Eso pasa cuando lo tengo cerca, me convierto en un caprichoso niño.

Por favor no me mates, te daré todo el dinero que mi familia posee, dime que quieres y te lo daré pero por fa... - suplicaba el idiota, aunque ya ni pudo terminar la frase.

Sin más, mi hermoso Min Yoongi apretó el gatillo y algunas gotas de sangre mancharon el piso... Bueno, no es alfombra, se quitara fácil.

Todo esto me ha dado ganas de poseer a mi hermoso Min Yoongi otra vez, porque nunca terminaré de llenarme de él.

Me encanta todo esto, me libera de mi prisión mental, me enloquece. Min Yoongi es la adicción que necesitaba. Es mío, mío, mío.

[Yoongi]

Jimin dijo que todo estaría bien, todos aquellos a quienes mate no eran humanos, sino monstruos. Escuchar aquellas palabras de un ángel como el, me tranquilizó. Cada vez que mis demonios me asechaban el les prendia fuego hasta incinerarlos.

Se ha esforzado tanto por aprender de mi mundo, dijo que estaría a mi lado sin importar nada. Yo quería alejarlo pero antes de que me diera cuenta, ya se había metido en mi mente. Ahora es como una adicción, una muy dulce.

Ese lado mártir que me acoso por años y me impedía liberarme estaba empezando a transformarse en un ser más frío y fuerte. No creo estar muy cuerdo ya, pero definitivamente me siento mejor así.

¿Qué si mataría por el? Por supuesto que lo haré. Cualquiera que intente solo tocarlo lo aplastaré como a un insignificante insecto.

Psycho Games [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora