SESENTA Y CINCO.
Luego de esa conversación me confundías mucho.
Me decías que te gustaba, me celabas.
Pero luego, hacías como si nada y me hablabas de la chica con la que estabas ligando.
No sé si te dabas cuenta, pero me lastimabas.
Pero aun así, te amaba infinitamente.
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Para el chico al que nunca deje de amar.
JugendliteraturEider Andros. A sus 16 años está convencida que el amor puede ser tu salvación o tu perdición, todos pueden experimentarlo, solo que unos tienen la suerte de conocer lo maravilloso de él, y otros pues... todo lo contrario. Es el caso de Eider tras c...