Capítulo 4

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                                                                                          Eli

Salí casi corriendo de allí, por qué razón la persona con la que llevaba soñando un día entero tenía que estar en mi clase? Llevo todo el maldito día intentando no mirarle a los ojos. Sentía que solo con mirarle ya iba a saberlo todo.

-Eli!! -Me giré y Nomi venía detrás de mi. -Ve más despacio, así no puedo seguirte.

-Lo siento, no sabía que venías detrás. -Dije deteniéndome por unos segundos hasta que llegó a donde estaba.

-Dime, de que conoces a Max? -Dice un poco sofocada después de llegar hasta donde estoy.

-Ayer me encontré con él en el supermercado y charlamos por unos minutos. -Dije volviendo a caminar esta vez más despacio para que ella pudiera seguirme el ritmo.

-Y te atrajo. -Me volví para mirarla.

-No me atrajo, solo me pareció guapo. -Calada en un segundo.

-Guapo es. Acaso no sabes quienes son sus padres? -Me dijo sorprendida. -Sus padres son los médicos más importantes del Hospital Central y el padre de su noviecita es el director general de uno de los hospitales más importantes de la ciudad. -Esbocé una sonrisa al oír como decía "noviecita". Ahora después de escuchar a Nomi entiendo que estén juntos, son tal para cual, pero porque será que me molesta tanto.

-Quieres que te lleve a casa? -Le ofrecí intentando cambiar de tema.

-No hace falta, vivo cerca de aquí asi que solo son dos paradas en bus. -Me dijo mientras sacaba el móvil de su cartera para ver la hora.

-No es ningún problema, yo te llevo y así no tienes que esperar al bus. -Saqué las llaves del coche de mi bolso, sin darme cuenta ya habíamos llegado.

-De acuerdo, muchas gracias. -Nomi se subió al coche, de camino a su casa ella me fue guiando hasta que llegamos a una urbanización con grandes chalets. -Quieres pasar?

-Mejor otro día que tenga más tiempo, es que ahora me gustaría ir a hacer algunas cosas a casa aunque si quieres puedes venir tu a la mía este finde. -Le ofrezco.

-Me parece una gran idea aunque te digo algo, este viernes hay una fiesta que van a hacer los de segundo y podemos ir ya que conozco a algunas personas. Que te parece si vienes conmigo? -Una fiesta a principio de curso? Había escuchado que los de segundo crearon un gran problema el año pasado por una de sus fiestas.

-No se si es buena idea, no conozco a nadie. -No me hacía mucha gracia la verdad. No quería que hubieran distracciones en mi vida como universitaria y las fiestas eran la mejor forma de distracción.

-Vengaaa, va a ser genial, además, me conoces a mi y lo más seguro es que Kevin y Max vayan. -De nuevo él, en dos días no había hecho más que no salir de mi mente y ahora parece que también de mi vida.

-Vale, iré pero no me quedaré hasta tarde. -Le dije poco convencida aún.

-Esa es la actitud, ya verás que nos lo pasaremos genial. -Nomi se despidió de mi y me quedé viendo mientras mi nueva amiga entraba en casa. Me había sorprendido la facilidad con la que habíamos congeniado. No he sido nunca una persona de muchos amigos y tener una en la universidad de seguro iba a hacer que estos 6 años pasaran más rápido.

Estaba conduciendo hacia casa y no paraba de pensar en Max. Quizás hoy si me había portado muy mal con él, muy fría quizás. Mañana debía pedirle perdón, me tomó por sorpresa tenerlo en mi clase pero esa no era su culpa. Llego a casa porfín y dejo el bolso sobre la encimera. Había sido un día muy largo y lo único que quería era tumbarme en el sillón y no hacer nada más. Ya era hora de comer, haber escogido el turno de la mañana fue la mejor idea por las tardes después de comer yo no proceso y hubiera sido horrible para mi. Me acerco a la nevera y en ese momento me acuerdo. Le había dicho a Daniel que le invitaría a comer uno de estos días por ayudarme antes. No se si está en casa pero de cualquier forma hare la comida y después iré a ver si está. Me puse a cocinar y opté por algo sencillo pero rico así que hice unas pastas a la carbonara con champiñones. Espero haber acertado, no a todo el mundo le gustan las setas. Dejo las cosas puestas en el fuego cuando escucho como están abriendo la puerta de la casa de al lado. Rápido me limpio las manos y abro la puerta de entrada. Cuando miro hacia fuera ahí estaba Daniel mirándome con cara de asombro.

-Hola vecina, que rapidez, parece que me estuvieras esperando. -Dice mientras se ríe.

-De hecho es así, no sabía si estabas así que ahora iba a ir a llamar a tu puerta pero justo he escuchado como se abría. -Me mira asombrado. Quizás deberíamos hablar con el casero acerca de lo de la insonorización de las casas. Hasta el momento nunca había tenido ningún problema con los ruidos así que tal vez solo sea en la puerta de entrada o que estaba muy atenta.

-Y a que debo tanto interés en mi tan de repente? -Me preguntó mientas cruzaba los brazado por delante de él.

-Te había prometido una comida, recuerdas? -Digo sonriendo.

-Acaso voy a probar la comida de la chica que no se acordaba de mi? -Comienza a reírse.

-Ya te pedí disculpas por eso, no me lo recuerdes más. -Digo cubriendo mi cara de vergüenza.

-Jajaja, bueno vale, por hoy te daré un respiro y aceptaré tu invitación a comer, pero antes déjame cambiarme y dejar las cosas que acabo de volver de la uni. -Asentí y él entró a su casa. Yo volví a terminar de cocinar y la verdad que me había venido bien que me pidiera el tiempo para ir a cambiarse porque yo tenía todo desorganizado y no tenía la comida aún lista. Comencé a lavar las cosas que había utilizado para hacer la comida y a poner la mesa. En ese momento tocaron la puerta.

Abrí la puerta con las manos aún mojadas, Daniel ahí con una botella de vino en las manos.
-Ya que me invitas a comer, te traigo vino para acompañar.- Dice mientras alza la botella ante mi. Me hago hacia un lado para que pueda pasar.
-Vino para comer? Es una venganza por no acordarme de ti el tratar d emborracharme? - Digo riendo. El pasa y coloca la botella sobre la encimera y se sienta en una de las butacas de la isla.
- De alguna forma debo tener mi venganza jajaja. -Comienzo a servir los platos mientras hablamos de cosas triviales como la sorprendente poca insonorización que parecían tener los apartamentos y lo lento que parecía ir el ascensor últimamente. Me senté a su lado para comer, estaba deseando que probará mi comida y me diera su opinión. Cogió el tenedor y envolvió una pequeña cantidad de pasta para comerselo posteriormente.
-Esta muy bueno, me ha encantado. -Sonrio desde de ver que la comida era de su agrado.
-Me alegro de que te haya gustado, no he tenido mucho tiempo tampoco.
- Volvías de la uni también? - Pregunta.
- Así es, hoy a sido mi primer día, una locura, todo el campus lleno de gente. -Comento mientras sigo comiendo.
- A que uni vas? - Pregunta Daniel tomando un poco de agua.
- A la universidad de Seattle.
- Anda que sorpresa, yo también voy a esa. - Tiene sentido de hecho es la más cercana a estos apartamentos, digo para mí misma.
- Y que estudias? - Pregunto.
- Estudio Bioquímica, estoy en segundo año. - Dijo Daniel.
- Yo estoy estudiando Medicina, primer año.
- A entonces eres más pequeña que yo?
- Un año apenas, no es nada. - Digo riéndome ante su burla.

Terminamos de comer tranquilamente y luego Daniel me dio las gracias por la comida, al parecer tenía cosas que hacer así que me dediqué el resto de la tarde a acomodar la cocina y ver serie en Netflix.
Sigo pensando en lo de hoy, quizás fui muy grosera con Max, mañana hablaré con él.

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⏰ Última actualización: Nov 21, 2022 ⏰

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Perfecta perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora