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Draco salió temprano del trabajo y Scorpius estaría en casa de su madre, haci que decidió ir a un bar cerca de ahí, entro y se sentó en una mesa vacía, de reojo vio entrar a una persona un poco más alto que el, asì que volteo a ver, era de piel morena cabello color azabache y revuelto, con gafas y Ojos verdes.


No, no, no podía ser Potter, no, claro que no, cómo estaría El Salvador del mundo mágico en un bar muggle, no, a lo mejor había visto mal. 

El chico pidió algo de beber y se sentó a dos mesas a lado del rubio y ahí es donde lo vio mejor y no se equivocaba, era el mismísimo Harry Potter.

Recordó sus años en Hogwarts, donde pensaba que Harry Potter era atractivo, donde era el mejor, donde Draco Malfoy estaba enamorado de Harry Potter.

Iba a hacer una tontería, sí, eso iba a hacer; se levantó de su mesa y se acercó a la de Potter.

-ehh, hola, puedo sentarme?-pregunto nervioso el rubio.

Harry sin voltear a ver a Draco le ofreció una silla, el rubio se sentó.

-¿cómo has estado Potter?-

Harry al reconocer el "Potter" voltio a ver si era la persona que creía y si, era el, Draco Malfoy.

-bien-dijo con cara cansada.

-¿vives cerca de aquí?-viéndolo fijamente a los ojos verdes esmeraldas.

-si, algo así-

-y... ¿siempre bienes aquí?-preguntó el rubio jugando con sus manos.

-si-contestó seco.

Draco se dio cuenta que Harry estaba deprimido, no se veía igual de sonriente que en la escuela, que ya no era el mismo de antes.

Pasaron varios minutos de un silencio incómodo.

-¿tienes pareja?-soltó de repente el azabache.

-tengo un hijo, si-

-lo siento, no quería incomodarte, soy un estupido, perdón-se disculpo y volteo a ver a otro lugar.

-no te preocupes, la madre de mi hijo murió en el parto-

-lo siento, enserio lo siento-se movió incómodo en su silla.

-¿y tú? ¿Tienes pareja?-

-¿yo? No, no tengo, Ginny me dejo por qué ya no sentía lo mismo-contestó con un tono triste y cansado-pero da igual, ya no éramos felices, había discusiones a diario y creo que fue lo mejor-

-oh, entiendo-checo su reloj y se dio cuenta que ya eran las 10:39-lo siento pero tengo que recoger a mi hijo a la casa de mi madre.

-¿quieres que te acompañe? Digo, ya es tarde y pues es peligroso-dijo nervioso el de lentes.

-emm...sí, como sea...bueno si, si quieres-contestó un poco nervioso.

Pagaron y salieron de allí, Harry no traía coche porque como había dicho antes vivía cerca de allí; entro al coche de Draco y estuvieron en silencio todo el camino hasta la casa de la mamá de Draco.
El rubio salió y fue por su hijo que sonriente lo saludó y lo abrazó, se despidieron de la madre de Draco y metió a Scorpius en la parte trasera del coche y le puso su cinturón de seguridad.

-¿quién es él, papi?-pregunto un poco tímido y señalando a Harry.

-ya te he dicho que es de mala educación señalar a las personas, y él es Harry-

-hola pequeño-saludó Harry.

-hola-contestó bajito.

-ha...Potter el es mi hijo, Scorpius-

-hola Scorpius, es un nombre bonito, bueno ya sería el colmo que tu padre te pusiera otro nombre-

Draco lo vio serio y Harry se puso también serio y regresó su vista a sus manos.

-bueno, pues vamos a casa-dijo Draco metiéndose al carro para manejar.

-¿usted es amigo de papi?-preguntó el menor con inocencia.

-emm...pues-fue interrumpido por Draco.

-si, hijo, él es mi amigo- dicho esto se hizo un silencio.

Llegaron a la casa de Draco.bajaron del auto y el rubio abrió la puerta, dejando que los tres pasaran a su casa.

-¿va a venir a vernos mañana?-pregunto Scorpius.

Harry voltio a ver a Draco y este asiento como diciéndole que podría ir a verlo.

-sí  y puedes llamarme Harry-dijo acariciando la cabeza del pequeño.

Scorpius extendió sus brazos a Harry para que lo cargara, el de lentes lo cargó y el rubio mayor sonrió y el menor abrazó a Harry.

-Gracias por hacer feliz a mi papi-susurro en el oído de Harry.

Harry sonrió  y bajo a Scorpius, ya iba por la puerta y Draco lo detuvo.

-espera, solo voy a dormir a Scorp y ya vengo, ¿si?- Harry solo asintió y se sentó en el sillón que le ofreció Draco.

Espero sólo cinco minutos y Draco ya estaba de vuelta, se sentó y con un movimiento de varita aparecieron dos tazas de café, Draco agarró una.

-Gracias-dijo Harry agarrando la taza.

-bueno, quería disculparme por todo lo que hice, lo que le hice a tus amigos, enserio lo siento, era un mocoso todo estupido y quería saber si podríamos llevarnos mejor-dijo extendiéndole la mano.

Harry agarró su mano y la estrechó.

-¿amigos?-pregunto Draco.

-amigos-reafirmó Harry.

Draco sonrió y Harry le respondió.

Harry acabó su café y se fue a su casa.


Harry se dirigió a su casa, estaba cansado así que decidió  bañarse y se puso su pijama, se acostó en la cama y miro al techo como siempre hacia antes de dormir, se puso a pensar en lo que había pasado hace unas horas.

¿Por qué mientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora