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Felicidades, eres increíble
Felicidades, ¿Cómo puedes estar tan bien?
Como si nada, rompiste mi corazón
La sonrisa en tu rostro demuestra que ya me superaste
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"Vamos BeomGyu, tú puedes".
Es lo que se repetía miles de veces en su mente sin embargo las demás voces en su cabeza lo alejaba de lo que quería lograr.
Primer día en el colegio y comenzó mal, empezando por aquella imagen que se repetía en su cabeza.
TaeHyun y su novia besándose.
Estaba convencido que ya lo había superado, se convencía a sí mismo de que el nombre Kang TaeHyun nunca lo había escuchado.
Sin embargo, el destino lo hizo recordar todo.
Intentaba concentrarse en lo que dictaba la profesora, sin embargo sintió su sangre hervir, sus ojos picar y lágrimas escaparon de sus ojos.
Sintió una mano en su hombro, volteó a ver quién era ignorando su estado, era su compañero de asiento.
—¿Estás bien? Estás temblando, ¿quieres que te lleve a la enfermería?
—N–No, estoy–...
Su respiración comenzó a acelerarse, más gotas saladas deslizaron por su mejillas, sintió una punzada en la cabeza y por accidente votó su lápiz.
Estaba teniendo un ataque de ansiedad, en plena clase.
El chico a su lado llamó a la profesora quien le dio permiso para que lo acompañe a la enfermería, lo llevó con cuidado hacia afuera del salón. Se preocupó cuando el castaño se dejó caer al suelo, agarrando sus hebras mientras sollozaba en voz alta.
El rubio se agachó a su altura y tomó sus manos para que evitara haciéndose daño.
—Tranquilo, respira, aleja tus manos de ahí ¿si? —habló en tono tranquilo, para que así pudiera tranquilizarse— Nadie te hará daño, solo respira.
El rubio alejó las manos ajenas y lo acercó a su pecho, había escuchado que los latidos del corazón ayudaba a tranquilizar a las personas.
—N–No puedo...
—Sí puedes, eres una persona valiente —se alejó un poco para poder agarrar su rostro entre sus manos— Inhala —indicó— Exhala, nadie te hará daño conmigo, todo estará bien.
Fue un poco difícil, la imagen aún en su mente seguía interrumpiendo sus pensamientos. Sin embargo, se concentró en él, en que tenía que respirar tranquilamente y alejar todos esos demonios.
Al cabo de un par de minutos logró tranquilizarse con la compañía de su compañero. Lo volvió a abrazar dejándose abrazar por el más alto.
—Iré a la dirección para ver si se pueden comunicar con tu familia ¿está bien?
BeomGyu negó—. Vivo solo, mi familia vive en otro país —susurró aún contra el pecho del alto.
—¿Algún amigo?
Asintió y con cuidado ambos se pararon para caminar hacia la dirección, al llegar el más alto entró a la oficina y dejó a BeomGyu en uno de los asientos.
Después de hablar con el director, salió y se sentó a su lado. A los minutos vio como su mejor amigo llegar corriendo, se abrazaron con fuerza y YeonJun lo revisó de pie a cabeza.
Cuando vio que todo estaba bien, lo abrazó y volteó a ver al rubio, quien estaba con la mochila de BeomGyu.
—Gracias, te agradezco mucho de que hayas cuidado de mi mejor amigo, te lo agradezco bastante.
—No te preocupes, lo vi mal y quise ayudar —sonrío leve.
—¿Quieres que nos vayamos? —preguntó YeonJun a BeomGyu.
El menor asintió.
El rubio le entendió la mochila y YeonJun lo agarró.
—Gracias–...
—HyunJin, me llamo HyunJin.
—Gracias HyunJin —agradeció YeonJun—. Despídete de HyunJin, Gyu.
—Adiós y gracias...
—No te preocupes —acaricio su cabeza— debo volver a clases, nos vemos mañana Gyu.
Y sin más HyunJin se fue camino a su clase y YeonJun con BeomGyu salieron del colegio.
—¿No me quieres contar que sucedió?
—Tuve un ataque de ansiedad...
—Lo sé mi niño, pero quiero saber cuál fue el motivo.
—Vi a TaeHyun besarse con RyuJin...
YeonJun lo abrazó ya que BeomGyu comenzó a sollozar de nuevo.
—Tranquilo, pronto dolerá menos y después será pasado.
—¿Acaso nunca le fui suficiente? ¿Por qué tuvo que ser así?
—No es tu culpa Gyu, TaeHyun es un idiota por engañar a tremenda obra de arte que eres. No te culpes, por alguien tan insignificante.
BeomGyu se dejó abrazar de nuevo por su mejor amigo y rogó para que llegaran rápido a su casa.
