True Seokjin [SJ+TH]

[Capítulo 7]

El primer día de escuela tiende a ser un verdadero dilema para los estudiantes, sobre todo si eres de nuevo ingreso, y comienzas a asistir a una preparatoria bastante prestigiosa. Taehyung sabia eso.

Un adolescente extrovertido, divertido y carismático le parecía ser la mejor de las apariencias que podía tomar si realmente deseaba hacer amigos en aquel lugar.

Sorpresivamente no fue tan difícil como se lo había planteado, mentiría si no dijera que hasta tenía un ingenioso plan que había formado a detalle para comenzar con una conversación casual con algún compañero y terminar en su casa jugando video juegos o viendo películas. Claro que, en la mejor de las suertes, los video juegos y las películas no serían necesarios si el chico o chica tenía otros planes que lo involucraran a él, su cama y una escases de ropa. Taehyung diría que era algo apresurado, pero tampoco se negaría a hacerlo.

Sin embargo, la llegada de Jimin y Hoseok a su vida fue sin duda una de las mejores cosas que pudo haberle pasado, de eso estaba completamente seguro. Siempre recordaba con humor su peculiar encuentro con el rubio.

Y es que era un chico curioso, no iba a negarlo.

Fue por eso que después de su aburrida clase de teatro, la cual esperaba comenzara a cambiar con el paso del tiempo, Taehyung se escabulló hasta los vestidores, donde suponía estarían los estudiantes del club de danza, y sigilosamente pudo entrar sin que nadie se percatara de su presencia. Él solo estaba ahí para comprobar algo.

Había escuchado cientos de veces a sus compañeros de teatro hablar de lo envidiados que eran los chicos de danza porque ellos tenían el privilegio de ver bailar a las chicas más atractivas del instituto, que curiosamente pertenecían a ese club.

Sabia de ante mano que aquello que estaba a punto de hacer era demasiado inmoral de su parte. Incluso si solo era por mera curiosidad y su objetivo solo se basaba en dar una pequeña e inocente miradita a las chicas y de paso tambien a los chicos, ¡eso estaba mal! El Kim Taehyung que su santa madre educó tenia respeto por las personas, sobre todo por las jovencitas, y no estaba dispuesto a manchar sus acciones por algo tan banal. El remordimiento de su consciencia no le había permitido continuar.

Estaba dispuesto a marcharse antes de cometer algo de lo que seguramente después se arrepentiría por completo, eso hasta que una sorpresiva voz masculina llamó su atención.

—¡Oye, tú!

—¡Juro por mi preciado album de Girls' Generation que no vi absolutamente nada! —Se apresuró a decir con temor —En serio, en serio, en serio tengo mucho respeto por los cuerpos ajenos. Yo quería ver, pero no lo hice porque eso está mal y a mí no me gusta hacer cosas que estén mal. ¡Prometo nunca más pisar este lugar, pero por favor no me reportes!

Cayó de rodillas al suelo, juntando sus manos y suplicando piedad al tipo rubio que lo había descubierto.

—Oh... yo solo, quería pedir tu ayuda. —Taehyung lo miró sin entender —Soy estudiante de primer año, de hecho, estamos en las mismas clases, somos compañeros.

Parpadeó varias veces hasta ponerse de pie y caer en cuenta de lo que estaba sucediendo.

—Te llamé porque necesitaba que alguien sostuviera la puerta de la única ducha disponible que había mientras yo la usaba. —Continuó hablando el chico. —Veras, soy un poco tímido y aun no me animo a convivir con alguien más del club que no sea mi amigo, Hoseok. Él está en otro grupo, pero faltó el día de hoy, así que te vi aquí, muy distraído, y pensé que como mi compañero podrias echarme una mano con esto.