Capítulo 10

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Capítulo 10

La llegada de Kitty, luego del congreso, pareció encauzar un poco la vida de Santana. Casi todo el tiempo estaba con ella. Y Brittany aunque al principio estaba de acuerdo con la relación, no tardó en darse cuenta de que esa rubia insulsa, no tenía nada que ver con Santana. Y lo corroboró cuando se dio cuenta que Kitty hacía todo lo posible por acaparar la atención de Santana y con ello hacía que esta no le dedicara suficiente tiempo a su sobrina.

Pero lo que terminó por convencer a Brittany de que Kitty estaba en su lista negra, fue una tarde cuando regresando temprano de la casa de sus tíos, encontró a Santana saliendo del baño, toda mojada, envuelta sólo con una toalla alrededor del cuerpo. Brittany había dejado a Sofía en su habitación, dormida, y se disponía a ir a la cocina cuando se topó con aquella imagen, para nada despreciable. Al principio abrió los ojos. Realmente era un muy buen espectáculo el que brindaba Santana, cada vez que la veía en sujetador, o en short, pero mucho mejor lo era como estaba ahora. Todo su cuerpo mojado, y pequeñas gotas de agua, recorrían el cuerpo de la joven desde el cuello y se perdían donde tapaba la toalla. La morena se paró en seco y se puso roja. Y rápidamente cerró la puerta del baño.

- Bri... Brittany! – dijo nerviosa – ¿Qué haces aquí?

- ¿Qué hago aquí? – dijo ella recorriendo con la mirada su cuerpo. Era demasiado linda para perdérselo – ¡Pues se supone que vivo aquí! – dijo riendo.

- ¿Pero no llegarías más tarde? – pregunto poniendo énfasis en las últimas dos palabras.

- Ey!! si quieres puedo irme... acaso... - no pudo terminar de decir la frase, porque la puerta del baño se abrió y vio salir a Kitty. Al principio se quedó sin decir nada. Estaba avergonzada porque no quería ser testigo de las banalidades de Santana, cuando la vista de una bata de ovejas la sacó de su sorpresa. Y fue cuando un acceso de furia la atacó – ¿Qué hace ella aquí?

- Bueno – dijo Kitty caminando como modelo – ¡Se supone que Santana es mi novia! – dijo de manera burlona – ¿Por qué no nos haces una taza de café? – Santana miró a Kitty seria – ¿Qué? ¿Acaso no es tu sirvienta? – salió hacia la cocina. Fue cuando Santana reaccionó y tomó por detrás a la ojiazul que iba directo a ahorcarla. La rodeó con sus brazos por la cintura y la llevó, con mucho esfuerzo, hacia su habitación. Cuando estuvieron allí, y viendo que Sofía dormía, Brittany en voz baja pero denotando enojo lo miró.

- ¿Qué hace esa imbécil aquí?

- Yo... te dije, pensé que no vendrías hasta más tarde...

- Tu nunca traes a tus pollitas a casa Santana – dijo colérica – ¿Por qué esta si?

- Es mi novia... – Brittany sintió una punzada de odio. Se sentó en la cama tomándose el estómago.

- Así mismo- la miró – ¿Dejarás que se quede a vivir aquí?

- ¡Claro que no! – sonrió, y se arrodilló frente a la rubia – solo que... bueno...

- Entiendo que tengas necesidades –la morena rió – ¡No te burles! – se puso seria – ¿Pero, por qué tuviste que darle mi bata, Santana?

- ¿Es por eso que estás molesta? – preguntó desilusionada.

- ¿Por qué más lo estaría? – dijo mirándola a los ojos. La morena no dijo nada. Instintivamente tomó un mechón rubio que caía rebelde en su cara y lo acomodó detrás de la oreja. Ella se sonrojó.

- Lo siento – dijo y le tomó las manos – no volveré a traerla, lo prometo. – se levantó, y se marchaba.

- Santana!- la morena se dio vuelta – Debes ser buena atando toallas, agradezco que no se te haya caído - La morena solo sonrió y salió de la habitación – Santana! – ella volvió y la miró – Olvide decirte. Quinn festejará su cumpleaños...

¿Una hija yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora