Epílogo 1/2

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>Bright<


Los días pasaban nuestros encuentros en las casas del otro fueron decayendo al punto desapacer casi de momentos cotidianos, creí qué había hecho algo mal a lo que no me había dado cuenta, sabes muy bien que soy algo lento para percibir Cuando alguien se encuentra molestó, incluso me tomé la molestia de cruzar aquel arbusto cuál separa nuestras casas, colandome a través de él para así llegar la ventana la cual da a tu cuarto.

Cómo ya eran horas tardes de la noche, decidí no molestar a tus padres quienes es sabido que trabajan demasiado para el sustento de su casa Así que comencé a arrojar pequeñas rocas hacia el cristal.

1,2,3...

Tú nunca abriste o tan siquiera hiciste a un lado aquella cortina color cielo para así mi conciencia un tanto tranquisar, como un tonto inquieto volví hacia mi cuarto echándome sobre la cama sin poder hacer el intento de pegar mis ojos en todo lo que restaba de la noche.

Ver los primeros rayos de luz que me indicaban que el día estaba presente corrí como un loco haciendo sorprende a mis padres con la otra temprano que aquel día me había levantado yendo en dirección hacia la puerta delantera de tu casa, toque con calma aguantándome toda mi ansiedad.

La puerta repentinamente fue abierta creí en un momento que eras tú pero no sólo era tu hermano mayor el cual me veia un tanto desconcertado.

Alegre y pasando desapercibido su acción hable de modo rápido sin dejar espacio a cada palabra.

"SeencuentraWinpuedoverlo"

lo que sólo Río, me molestó un tanto pero luego recapacite y lo pensé bien hasta que yo también compartir su acción.

"No te a dicho, ¿verdad?"

No comprender lo que tendría que haberme dicho y dejó pasar.

"O no este niño me deja todo a mi, el... como decirlo sin sonar mal.

...

Al principio creí que era una de las tantas bromas a las que nos acostumbramos a jugarnos uno al otro, esperé a que en algún momento te dignaras aparecer ante mí, ese momento nunca llego.

No lo quise creer hasta que el primer sobre fue entregado por el señor Cesar en mi casa, el cartero fue quien me dio el primer golpe de realidad.

No lo quise creer hasta que el primer sobre fue entregado por el señor Cesar en mi casa, el cartero fue quien me dio el primer golpe de realidad

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No la habri asta estar seguro que en verdad te pertenecia, las letras eran inegables...

Son sullas- pense casi de inmediato al comparar con otras palabras expresadas en papel que recibi de ti.

Mi preción saguinea repentinamente bajo haciendome tambalear hasta el punto de caer al frio piso.

...

Cada palabra en ella era vedadera y comprendia vastante bien despues de un tiempo del porque de su acto al alejarse, sus estupidas acciones lo habian ahuyentar sin siquiera saber a que dirrección acudir en busca de su perdón.

El solo se esfumo de un momento a otro sin rastro olvidado.

Se que mi reaccion no fue la mas apropiada al momento de consultar con alguien de confianza, en cambio aquella confecion que surgio por casualidad, solo a quedado como un secreto en nuestro grupo de amigos, ningumo se sentia con suficiente comfianza de expresar su tan anelada opinion.

la única alma del grupo con los suficientes pantalones en acercarse a este completo bastardo, era el hombre el más odiaba, él puede ser tan arrogante como yo pero esto no le quita que te conoce mejor, en todos los aspectos existentes.

Antes de escuchar sus buenas palabras, un puñetazo certero sobre mi rostro fue lo único que cayó el suspiro que planeaba soltar, Todavía recuerdo con Claridad cada insulto de su persona.

¡Imbecil! - ¡Hijo de puta! - ¡Idiota!

Leela Cuando..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora