let me be a rose among your thorns

Capítulo 5

El resto de la semana había pasado velozmente, el día a día de Harry se basaba en desayunar con su madre, ir a la empresa, almorzar con Ariana, archivar documentos, salir de la empresa, volver a su casa.
En cuanto a su relación con Ariana, habían avanzado bastante, incluso habían intercambiado números de teléfono y se enviaban uno que otro mensaje de texto. Con Zayn había empezado a entrar en confianza, el alfa entraba y salía de su oficina muchas veces al día, así que hablaban mucho más cada vez. En cuanto a Louis, no habían compartido palabras más que 'Buenas' y  'Gracias', pero al menos lo saludaba cuando pasaba.

El día anterior había llegado más temprano a su casa y se había encontrado a su hermana y Lottie bastante cerca, cuando lo oyeron entrar ambas se alejaron haciendo como si no sucedía nada, él piensa que harían bonita pareja, además sabe que a la menor de verdad le importa su hermana.

Harry se siente bien, su trabajo es de lo más cómodo, ve a su madre menos estresada ahora que él le ayudará con las cuentas. Todo está mejorando agradablemente en su vida.

Sábado por la mañana

Harry se despierta temprano como el resto de los días, para ir a la oficina, aunque por ser sábado se siente más alegre, hoy su turno termina al medio día, tendría más tiempo para estar en casa y acompañar a Gemma.
Se estira aún entre las sábanas, con una sonrisa en el rostro se levanta y se dirige al baño. Se desviste y entra bajo la ducha, el agua caliente moja todo su cuerpo, se pasa el jabón hasta formar espumas mientras se masajea el cuerpo, se deja disfrutar del agua humeante hasta dejar bastante vapor a su alrededor y cierra el grifo, se envuelve en tu bata y sale a vestirse.
El día de hoy siente una vibración que lo pone más alegre, entonces mientras suena It's My Life de Bon Jovi prepara el desayuno para él y su madre.

"Buenos días amor, que bien huele eso" dice Anne llegando a la cocina, y oliendo el delicioso aroma de los panqueques que Harry estaba preparando.

"Buenos días mami" dice girando y poniendo un plato con dos panqueques en la isla que se encontraba en el medio de la cocina "Son para ti" dice.

"Gracias Hazz" dice mientras sirve el café en dos tazas para compartir con él. Harry pone un plato para el también y se sienta a desayunar con su madre.

"No es nada mamá, hoy será un buen día" responde el con una sonrisa que hace resaltar sus lindos hoyuelos.

"Estaba delicioso bebe" dice dandole a su hijo un beso en la mejilla "Tengo que salir pronto, cuídate" agrega terminando su desayuno.

"Igual tú mamá" responde mientras ve a su mamá retirarse de la cocina para salir de la casa.

Termina de desayunar, Harry toma los trastes sucios, los lava y pone en su lugar. Toma su mochila y su móvil, cierra la casa y sale hacia la empresa. Se pone sus auriculares para seguir deleitando a sus oídos con buena música. Cómo todos los días, pasó en frente de aquella florería en la que resaltaba el aroma de las rosas, la omega de mayor edad que trabaja allí, le saludó con una sonrisa a la cual él correspondió. Pensaba que algún día compraría unas flores de ahí, en su oficina o en su habitación sería muy agradable tenerlas. Después de muchos minutos más caminando, llegó al gran edificio y se dirigió a su oficina para empezar con sus actividades. Pasó por la sala de su jefe y lo vió muy concentrado en el ordenador, así que solo soltó un suave "Permiso" que hasta parecía un murmuro, sin esperar alguna respuesta y siguió su camino hasta su escritorio.

...

Louis se levantó por la mañana con el peor de sus ánimos, estaba muy gruñón, no había podido dormir en toda la noche a causa de pesadillas sobre su pasado que lo atormentaron. Había soñado unas tres veces la misma pesadilla, en la misma noche. Para despejarse hizo su rutina de ejercicios aún más fuerte que los demás días, necesitaba descargar la rabia que le generó.
Cuando terminó sus ejercicios, se dió un baño de agua fría para calmar su estrés, estuvo muchos minutos bajo el agua intentando despejar su mente de cualquier pensamiento indeseado, luego salió de la ducha. Se pasó el peine por el cabello intentando ponerlo en orden, pero definitivamente su pelo estaba de acuerdo a su estado de ánimo, pésimo. Se vistió con un traje gris, que llevaba una corbata de color azúl petróleo que hacía resaltar aún más sus ojos. No tenía demasiadas ganas de preparar un desayuno demasiado nutritivo, entonces se tomó un café con una barra de granola. Cuando acabó de desayunar, tomó su maletín y salió, se montó en su automóvil y manejó a su empresa.