𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟎: Juego

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Había llegado a casa a duras penas esa noche, Minho de alguna manera siempre estaba allí para salvarme, atraparme, no sé cómo explicarlo. Pero él me sacó de sobre el pecho de Hyunjin, tomó mi mano, me ayudó a caminar hasta el auto.

Después de eso solo me quedé en mi cama mirando el techo y pensando cómo es posible que me haya mostrado tan jodidamente débil, mis piernas aún temblaban levemente, mientras que mi cabeza no pretendía apagarse, yo no podía dormir por más que lo quisiera. Di muchas vueltas, mi estómago gruñó por el hambre, pero no comí nada porque sabía que mi mamá me jodería luego con eso de que estaba gordo y toda esa mierda.

Yo no había vuelto a mirar mis piernas, incluso cuando en la mañana, sin poder haber dormido ni una hora, me puse los pantalones que tenía y el ardor que produjo la tela pasando por los lugares golpeados, magullados y rasguñados, me estaban casi obligando a mirar, yo no lo hice. Me resistí, todo eso no era nada más que un recordatorio innecesario de todo lo que había pasado. No me sorprendí en absoluto cuando ví muchas llamadas perdidas en mi celular.

Minho, Chaeyoung, Hyunjin y una del hospital. Comencé con la más importante mientras ponía mi mochila en mi hombro caminando hacia afuera de la habitación con mi rostro totalmente horrible, opaco, no lucía para nada bien. Fueron tres tonos antes de que el doctor me atendiera.

–Seungmin, no te preocupes, la llamada era solo para recordarte que dentro de dos días es la operación de Jeongin.

Mordí mi labio ante la rápida respuesta, caminando hacia la sala de estar de la casa, topándome con la mirada de reojo de mi madre más sus palabras toscas diciéndome que me fuese bien en la escuela–. Oh, sí, muchas gracias por recordármelo. ¿Cómo está Jeongin, por cierto? Ayer no pude llamarlo.

–Él está bien, bueno, es un chico muy fuerte, Seungmin. Te extraña, roguemos que luego de esta operación él pueda estar de vuelta en casa, tú eres lo único que tiene, los dos lo sabemos. Y está tan aferrado a ti, que no tenerte cerca lo está dañando.

Sentí mi labio inferior temblar, Jeongin era tan frágil, y yo nunca podía estar el tiempo suficiente con él.

–¿Hubo algún problema con él anoche?

–Sí, lo hubo. Una enfermera tuvo que ir a verle porque no dejaba de chillar y había despertado a otros pacientes, lo comprendo de cierta manera, los dolores de cabeza son terribles. Él le dijo a Hye Bin que estaba tratando de ser fuerte pero que dolía demasiado.

–¿Quién?

–Hye Bin, Jun Hye Bin, así se llamaba la enfermera que lo vio. No suele atender a niños pero, como no había muchos doctores cerca, ella decidió ayudar. –Asentí, el nombre me sonaba de alguna parte, no sabía de dónde. Abrí la puerta de mi casa mientras me despedía del doctor. Hoy iba a pasar la noche en el hospital, después de la escuela. Compraré algunos juguetes y dulces para Jeongin, porque sé lo mucho que le gustan y a mí me hace feliz verlo feliz.

Mi teléfono vibró en mi mano apenas salí de casa. Era Hyunjin, pero yo no contesté, guardé el aparato en mi bolsillo trasero sin pensarlo dos veces, avanzando con un ligero ardor en mis piernas.

–¿Por qué no contestas si acabas de ver que te estoy llamando? –subí mi mirada al escuchar esa voz, y ví a Hyunjin, apoyando su espalda en el árbol que había justo en frente mío. Maldecí, lo hice muchas veces, entre dientes, ignorando su presencia y caminando lejos de allí mientras sentía que él se disponía a ir por mí nuevamente–. Eh, déjate de niñerías, Seungmin. No estoy para esto.

–Yo tampoco estoy para esto, ¿qué tengo que no quieres dejarme tranquilo? No entiendo porqué no puedes dejar simplemente que me vaya, no soy importante para ti, no hay-

Detuvo mi brazo, y con ello, también mis palabras. Me obligó a voltearme, solo para mirarle y notar que su ceño estaba fruncido–. Sí me importas, si no lo hicieras no estaría arrastrando mi orgullo por el piso solo por venir aquí, o por dejarte una llamada.

–¿Cómo supiste dónde vivo?

–Eso no es relevante ahora, ¿estás bien? –lo miré esperando que no estuviese hablando en serio, de verdad lo esperé.

–No lo sé, no tengo idea de cómo me siento. No creo que te importe de todas formas –intento alejarme de su agarre pero él lo hace más fuerte, acercándome. No quiero estar ahí, no me hace bien tenerlo cerca.

–¿Es por lo de Chaeyoung que estás así? Dios, estaba drogado, y ella ha estado literalmente pidiéndome que la folle ¿Qué esperabas? Soy humano.

–Y ella es muy linda, nadie se resistiría, ¿no?

–Si- digo, ¿no la has visto?

–Ajá, todo el maldito tiempo porque resulta que era mi jodida mejor amiga –esta vez si logré zafarme del agarre de su mano, mientras él balbucea una respuesta innecesaria.

–Perdón, ¿está bien? Lo siento, no quería que esto fuera así, no era lo que estaba esperando. Ayúdame con esto, por favor, no quiero seguir rogando.

Sonreí de lado, lo peor no había sido aquella disculpa de mierda, sino, el hecho de que no había ningún tipo de arrepentimiento en su voz. Ni uno solo–. ¿Por qué deberían interesarme tus problemas, Hyunjin? Tus problemas son tuyos, no míos, ayúdate tú solo.

Me di la vuelta, y volvió a seguirme. Yo ya había terminado con esto, lo había cortado de raíz. Eso creía.

–No voy a dejarte en paz y lo sabes, estás dando vueltas los papeles, lo veo, estás actuando como yo. Pero no lo hagas, no es bueno, tú no eres esto, tú eres algo mejor.

–Yo era algo mejor –hice un pequeño sonido con mi boca deteniendo mi caminata, aún de espaldas a él–. Y entonces mi hermano tuvo cáncer, mis padres se volvieron una mierda y tú te volviste un juego difícil de ganar. Yo ya no quiero esto, estoy cansado de lo que estás haciendo. No quieres que actúe como tú porque te da miedo hacer el papel que hago yo, ese que estás haciendo justo ahora. Y no se siente bien, ¿no? No se siente bien estar en los zapatos de alguien que tuvo la oportunidad de cambiar porque fue un idiota y bajó la guardia por un segundo, dejando entrar un clavo enorme en su corazón.

No lo miré después de eso.

Esto iba a ser tan, pero tan, divertido. Que empiece el juego, Hyunjin.

Yo ya llevo ganando una partida…

¿Qué hay de ti?

«𝑫𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑲𝒊𝒏𝒈» | °𝙃𝙮𝙪𝙣𝙈𝙞𝙣°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora