Un día, tan solo había pasado un día y Kim JaeMin ya estaba al tanto de la tardía de sus dos hijos.—Kim JungKook y Kim TaeHyung, que esto no se vuelva a repetir. Están castigados, una semana completa limpiando toda la casa y sin salir— dijo la señora Kim haciendo énfasis en "toda".
Después del incidente de ayer, ambos se habían ignorado el resto del día, como ya era costumbre, no fue hasta el día de hoy, justo antes de salir hacia el colegio que todo valió un carajo, el director había llamado a JaeMin informándole la casi falta a una clase de ambos Kim, provocando el enojo en la dulce señora Kim.
Jodido director MinSoo, podría haber llamado en la tarde.
—Bien— dijeron al unísono los menores.
—Oh, lo olvidaba, durante la semana tienen prohibido utilizar la consola— dictó.
El Kim menor salió a paso apresurado hacia el colegio, no iba tarde, pero quería largarse lo antes posible de esa casa donde estaba su estúpido hermano. En el camino se dio de bruces al suelo cuando por accidente impactó contra su mejor amigo SeokJin quien venía a una velocidad máxima, porque al parecer, ya iba tarde, cosa que hizo sorprender a Jungkook, debido a que según él, iba temprano.
Mierda.
Pensó, para luego apresurar el paso junto al lindo pelimorado.
TaeHyung estaba por salir, hasta que su mamá lo detuvo —Tae, SunHeg llegará mañana, avísale a JungKook para que saque sus cosas y las traslade a tu habitación— decía JaeMin mientras rebuscaba algo en su bolso.
El ojos claros solo asintió y soltó un suspiro. Salió de su casa maldiciendo por lo bajo, de verdad odiaba la idea de compartir habitación con JungKook, aunque en realidad su habitación era enorme, es decir, todas lo eran, pero la suya era la segunda más grande después de la de sus padres, claro, la del azabache era solo un poco menos espaciosa.
Su madre les había dicho que su tía llegaría con sus dos hijos a vivir un tiempo con ellos, al parecer su negocio había ido en picada a causa del mal manejo de su esposo Teho, quien la abandonó dejándola con todas las deudas y ahora no tenían casi nada. Jaemin no pudo negarse cuando su hermana menor pidió su ayuda, no la pueden culpar, es su hermana. Así que estarían viviendo todos juntos por un tiempo, la idea no les gustaba mucho a los Kim menores, porque no se llevaban precisamente bien con sus primos gemelos, quienes desde pequeños se empeñaron en marcar una línea grande contra los hermanos Kim.
Ahora Taehyung y Jungkook se veían obligados a compartir habitación, para que su tía y sus dos hijos tuvieran donde quedarse.
De verdad la idea no les gustaba nada.
Ah, el sol lo está matando, el clima era extraño, había una penetrante luz solar que hacía arder su piel, pero, el aire presente era frío en abundancia.
Iba tan inmerso en sus pensamientos pensando en el tan peculiar clima, que no prestó atención a la mano traviesa que se dirigía a impactar contra su frente descubierta. La pequeña mano chocó contra él y se detuvo en seco, haciendo que por poco cayera en la pavimentada calle.
—¡Joder! — soltó asustado — ten cuidado, imbécil— regañó al divertido JiMin que sonreía haciendo desaparecer a sus muy bonitos ojos.
Vaya humor.
Se dijo el rubio.
—Hola, Tae, buenos días para ti también— sonrió dulce.
Tae solo lo miró frío e indiferente. No eran amigos, tan solo vecinos, Jimin vive frente a la casa del peligris, el pequeño rubio es sumamente carismático y amigable, pero Tae procura mantenerse alejado, no lo mal entiendan, le habla a muchas personas, sin embargo, no es cercano a ninguna, para TaeHyung, la amistad no es más que una pérdida de tiempo, al igual que el amor, después de todo, las personas terminan por traicionarte y lastimarte. A diferencia de él, JungKook tiene a SeokJin y a HoSeok desde hace algunos años.

ESTÁS LEYENDO
¡Te odio, Kim! (KookV)
FanfictionCuando la familia Kim se resigna a la desdicha de no poder tener hijos, toman la decisión de adoptar a un hermoso bebé de ojos preciosos, pero, por algo imprevisto, un año después, justo el día del cumpleaños número uno de TaeHyung, llega la inexpli...