Un texto

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Los inicios no suelen ser algo
perfecto, mucho menos, algo
diferente, único o especial.

Tú crees?

Rojo. Siempre me gustó ese color,
el problema de mi color
favorito, de un modo permanente
fue dueño de tus bucles asquerosos.

Hay muchas cosas que me guardaba Kahl,
pero la mayoría eran sobre ti,
tú y tus jodidos defectos que me encantaba admirar.

Me parecías tan molesto...
Se suponía que ese debía ser mi papel.
Eras tan irritante. Todo de ti
me irritaba; tu voz, tu sonrisa,
tu cabello. Lo único que lograbas era
ponerme nervioso.
No te imaginas cómo me derretía
con cada mirada que alcanzaba
a tener de tu parte.

Tenía una satisfacción repulsiva
cuando me tocabas.
Mi deseo eterno se mantendrá,
algún día llegases mucho más allá.
Mi cuerpo clama por un golpe,
en plural, mucho mejor si se puede.

Deseo regresar el tiempo...
Justo al día en el que te apartaste de mí por completo.
Extraño tus mediocres insultos,
¡por supuesto! los míos superiores se mantendrán,
pero me fascinaba el modo como te esforzabas.

Vicio mío recordar
tu aliento enfurecido en mi mejilla,
tus manos sosteniéndome con fuerza
de los bordes de mi suéter,
la repentina decisión que tomaste
de ahorcarme acorralado contra un muro
como último recurso de tu enojo
para demostrar a toda costa
que ganabas la pelea.

Mentiría, y con mucho descaro
si te dijera que luego de eso,
no miraba los moretones en el espejo
y no me sentía con la satisfacción indebida,
que no le daba y creaba una memoria
en la fantasía del contexto erróneo,
porque todo aquello
lo hice.

Con mucho aprecio recuerdo
aquel lluvioso día en el autobús,
tomé la voz
y llamé la atención.
Entoné "Bad Romance".
Era de MI parte
exclusivamente para ti.
Pero malinterpretaste la relevancia
suponiendo que era un mensaje
de parte de otro emisor.

Ilimitado será mi arrepentimiento
por no haber sido un poco más directo,
no únicamente por ello,
también por confiar en alguien
que mantiene su rostro oculto
la mayoría del tiempo.

En efecto.
Mi mejor amigo se hizo dueño
de los sentimientos ajenos;
fue el mensajero que robó
la identidad original de mis envíos.

Aquellos dibujos y frases
con extraños garabatos
en realidad fueron producto mío
para tu atención alcanzar.

Pero de repente, el idioma se transformó.
De alemán a rumano fue modificado.
todo bajo mis manos
y aún así no fui notificado
porque estaba cegado
contigo y tus hazañas,
me hicieron fiar de más
creyendo que iba a ganar
un terreno a completo labrar.

Las circunstancias empeoraron
cuando piedad tuviste de mí.
Tomaste aquella decisión
que mis sentimientos agravó.
Restaurar mis resultados académicos
con tu valor y compromiso

A pesar de cualquier cosa
me ayudaste como mi amigo.
Todo era mucho mejor contigo,
tenerte a diario justo a mi lado
gozando de esas tardes en mi casa,
desde el día en el que me ofreciste
"todo tu amor y comprensión"
se había convertido en el deleite
de mi felicidad,
pero a su totalidad
eran simples palabras,
como aquellas que te gusta inventar
para a la gente poder influenciar.

Es irónico, ¿no lo sabes?
Me mantuve esquivo
y a la defensiva por mucho tiempo
del hippie de los viñedos.
Él era mi principal sospecha
del futuro y posible
asaltante de tu afecto.
Pero me equivoqué por completo.

Palabras en papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora