PASSIVE - Yeonbin (ADAPTACIÓN)

08

Soobin relajo cada músculo de su cuerpo. Logrando hacer que su respiración se calme —no iba a admitir que el abrazo de Yeonjun ayudo en eso—, suspiro mientras elevaba su vista para divisar el perfecto perfil del contrario.

Hasta ese momento se dió cuenta del pequeño rasguño; que estaba recién hecho, sobre la cara de este. ¿En qué momento se lo hizo? Todo pasó tan rápido que ni siquiera él sabe cuándo.

— ¡Idiota!— elevó su voz pegándole al contrario una y otra vez en el pecho buscando alejarse al mismo tiempo. Yeonjun mantenía esa expresión seria, el menor no podía deducir que era lo que estaba pensando hacer el mayor.

— Perdóname— fue lo único que salió de la boca del menor, quien se aferró nuevamente a el menor.

Soobin negó, alejándose, mejor dicho, intentando alejarse de Yeonjun.

— No tengo nada que perdonarte ¿Sabes?— murmuró con tristeza, mientras bajaba su mirada. Yeonjun tomo el mentón de Soobin suavemente, elevándolo haciendo que le mirara directamente a sus ojos.

Fue entonces cuando el mayor se dió cuenta, la chispa de lujuria y tristeza combinado en los ojos del menor. Sentimientos que no podían ser combinados se encontraban reflejados en Yeonjun.

Soobin abrió sus labios levemente, intentando argumentar algo para que la situación no se saliera de control. Qué era hacia la dirección en donde parecía avanzar, inconscientemente mordió su labio.

Genial. Parecía que su cuerpo estaba en contra de su mente.

Yeonjun se acercó hasta quedar a escasos centímetros del contrario. Sus labios rozaron levemente, mientras sus alientos se confundían el uno con el otro, Soobin se estremeció en los brazos del menor. La mirada penetrante que este tenía le recordaba a un tigre acechando a su presa. Tenía miedo, no lo iba a negar, pero también estaba interesado en saber que era lo que Yeonjun tenía en mente.

Cómo a su vez, el sentimiento de que lo besara le atacaba una y otra vez. A ambos.

— Una oportunidad— habló por fin, desconcertado a Soobin — dame una oportunidad para amarte, para demostrar que te amo.

El contrario reaccionó, negando rápidamente. Oculto su rostro, no quería dejarse llevar por las dulces palabras de —bueno su ahora ex— novio, pero era exactamente lo que estaba haciendo.

Quería creer en él nuevamente, quería llevar la relación más allá de los límites que ambos tenían permitidos. Quería sentir su cuerpo unido al del mayor, probar su sabor, tener una pizca de ese desconocido placer.

Incluso, gemir el nombre de Yeonjun no sonaba tan mal.

Unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos. El quería todo junto a Yeonjun, pero no sabía si el deseo era recíproco. Yeonjun esperaba una respuesta por parte del Soobin, quien no le dejaba ver su rostro. Una pequeña gota cayó sobre su brazo, dándose cuenta hasta entonces de lo que pasaba.

— No creo que desees estar con alguien que tiene tantos defectos como yo— un hilo de voz salió de la boca del contrario.

Soobin sonrió con indulgencia, obligando al contrario a mirarle. Depósito un suave beso en los labios de este, uno que poco a poco comenzó a tomar intensidad. Sus labios se movieron uno junto al otro, combinando de una forma inexplicable.

Soobin paso sus manos por encima de los hombros de Yeonjun, mientras esté apretó la cintura del menor haciéndole soltar un leve quejido debido a la fuerza empleada.

Cuando se separaron, sus respiraciones agitadas no hicieron su ausencia. Juntaron sus frentes, sus ojos se cerraron, el calor de sus cuerpos era una tortura para ambos, pero el menor pensó que no era el lugar ni el momento adecuado.

Soobin se merecía lo mejor del mundo, por ello no le importaba aguantar un poco más. Por su parte Yeonjun, no podía estar más de acuerdo con ello.

— ¿Considero eso como un "hemos vuelto"?— sonrió el mayor acariciando la mejilla del contrario.

— ¿Quieres que te besé para comprobarlo?— sonrió, Yeonjun elevó sus cejas.

— No estaría mal.