Capítulo 23: Despierta R. Spartan...

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Despierta, R Spartan...

(22 de Noviembre de 2017. 00.00 hrs. En la
Ciudad Santa covenant - suma caridad -, se celebra el triunfo del trabajo en equipo entre los Sangheilis y Jiralhanae al haber obtenido finalmente el ícono sagrado.
En medio de la ceremonia, Tartarus y Thel 'Vadamee - quien al haberse redimido, ha obtenido una armadura dorada característica de los Zealot de regreso - se mantienen a los lados de los profetas, arrodillados mientras Ord Casto - sumo profeta de la verdad - continúa su sermón...)
Verdad: La intervención del parásito ha sido imprevista y desafortunada, pero no hay que dejarse llevar por el pánico. Lo cierto, es que este es un momento de Regocijo para todo el covenant. Por que gracias al esfuerzo conjunto de 2 razas no muy queridas entre sí, es que finalmente se logró encontrar y traer el ícono sagrado a salvo. Con él nuestra senda está despejada, nuestra entrada en el Divino más allá, garantizada. El Gran Viaje es inminente. Y nada, ni siquiera el parásito podrá evitarlo.
(No obstante, a velocidad Mach 10, es Comando R quien atraviesa en instantes toda la ciudad santa y hacer trizas cualquier puerta en su camino para llegar a la ceremonia, y soltar al Jefe Maestro desde lo alto cual torpedo.
Activando una espada de energía que de un instante a otro le corta la cabeza al profeta de la verdad.
Mientras la mayoría se quedan estupefactos, Tartarus, Thel y los guardias emprenden el combate. El Jefe Maestro, por la extrema velocidad que llevaba, se estrella en la pared, pero se levanta rápidamente para eludir el potente impacto del martillo de Tartarus. Thel le ataca igualmente, pero es Comando R quien lo frena de un guantazo. Thel se estrella también, pero se sorprende al ver a su antiguo aliado)
Comando R: Tu nueva armadura luce preciosa. Pero déjame decirte que no te estoy traicionando, te estoy salvando de tu absurda religión.
Thel: ¡¿Absurda?!.
Comando R: Aquí vamos de nuevo...
(Mientras tanto, el Jefe Maestro filetea elegantemente a los guardias antes de volver a encarar a Tartarus y a su martillo. Dando un salto diametral para volver a esquivarlo)
Tartarus: ¿Qué pasa, Demonio? ¿Te asusta mi martillito?.
Cortana: Una granada de plasma.
(El Jefe lanza una granada de plasma, pero no se adhiere, dado a que Tartarus expulsa un escudo deflector bastante grueso que le impide recibir daño. El Jefe se coloca encima de los asientos vacíos de los consejeros para planear la siguiente jugada)
Cortana: ¿Tenemos problemas?.
Jefe: No muchos.
(R y el Inquisidor se baten en un duelo de espadas en el que el mismo R se divierte)
Comando R: [Alegre] No pasamos mucho tiempo combatiendo juntos. Pero quiero que sepas que es un honor combatir contigo hermano.
Thel: ¡Jamás seré tu hermano!.
Comando R: ¿Aunque el oráculo mismo te diga cuál es el propósito inicial de los anillos? ¡Ya tengo todas esas respuestas!.
Thel: ¡PATRAÑAS! [Asesta una patada en el abdomen de R que le hace retroceder unos metros].
Comando R: Trata de verlo de forma objetiva. Deja tu fé a un lado y usa la lógica. Los Forerunner ya no están aquí, y todo el anillo está planeado para suprimir al parásito, con seres robóticos. El anillo destruye la vida de la galaxia, lo que deja al parásito sin qué consumir. ¿No encaja?.
(Thel vuelve a arremeter sin querer racionalizar, y chocan espada con espada, generando un zumbido y destellos en dicho encaramiento)
Comando R: ¡Piénsalo! ¿Por qué yo sí debería creerte y tú a mí no? ¡Eso es injusto! ¡Es arrogante y estúpido!.
(En ese momento, Thel abre más sus párpados, notando la razón en sus palabras. Lo que lleva a Comando R a darle un guantazo al mentón.
Thel cae, extrañado de su acción)
Comando R: Si te quisiera matar ya estarías muerto. Desde ese momento en el que nos conocimos. Todo este tiempo, se aprovecharon de la culpa que jamás has tenido, de tu honor. Se aprovecharon para utilizarte. Para hacerte creer que estabas tan muerto que la única cosa que podrías hacer sería regalar tu vida a cambio de una redención vacía. Y culminar un "Gran Viaje" que sería el adelantar la muerte, pasando a ella sin pena ni gloria. ¡¿Es acaso eso lo que quieres para tu linaje?!.
Tartarus: [Se gira hacia R, intrigado por sus palabras] ¡Ahh...! El niño tiene el don de la palabra. Pero no te preocupes. Ahora que el Inquisidor se ha redimido, le darán el rango de Comandante Supremo una vez más. No necesita tus porquerías de palabras.
Comando R: [Lleva su mirada hacia Tartarus a sus espaldas] ¿Que yo necesito que me escuche? No digas estupideces.
Tartarus: ¿Eh?.
Comando R: Él necesita escucharse a sí mismo; lo único que yo estoy haciendo es darle fuerza a esa voz interior.
Tartarus: De cualquier forma, el final de ambos está cerca. Esto se llenará de guardias en cualquier momento.
Comando R: ¿Acaso eres estúpido?.
Tartarus: ¿Cómo dices?.
Comando R: [Se gira hacia Tartarus, despreocupadamente] Acaso no escuchas... ¿Ese sonido...?.
Tartarus: ¿Sonido?.
(Entonces, Tartarus profundiza en su sentido auditivo, comenzando a percibir a duras penas, cientos de disparos de un momento a otro. Rugidos, gritos, explosiones, muertes...)
Tartarus: No... ¡¿Cómo?! ¡La ciudad santa es impenetrable!.
Comando R: Por fuera sí. Confieso que mis hermanos tuvieron que unir mucho esfuerzo para lograrlo. Pero la verdad es que nosotros no conocemos la palabra límites.
Tartarus: [Estupefacto] No... Esto es imposible...
Thel: Esta mentira acaba aquí.
Comando R: [Enardece su Aura, llevando su cuerpo a una tonificación óptima, y alza su palma derecha apuntando a Tartarus] ¡¡TARTARUS!!.
Cortana: [Exaltada] ¡¡Jefe, vámonos!!.
Thel: [Alarmado se aparta corriendo] ¡Maldición!.
Tartarus: ¿Eh...?
Comando R: [Sonriendo satisfactoriamente] Hasta la vista, baby.
(El lugar de la ceremonia estalla de forma dramática, quedando en ruinas, reduciendo a Tartarus en cenizas y únicamente destacando la notoria luminosidad azulada de Comando R aún en su pose imponente, sonriendo cual tirano)
Comando R: [Entre dientes] JaJaJaJaJaJaJaJaJaJa... Parece que utilicé mucha más energía de la que necesitaba. Una lástima. Parece que ese escudo sólo resistió un ataque de Comando R.
(El Jefe Maestro consigue recuperar el índice de activación que yace al lado del cadáver del profeta de la verdad que ahora ha sido reducido a una masa chamuscada de carne y huesos casi inexistentes)
Cortana: ¿Sabes? Esperaba un final diferente para él.
Jefe: Mi misión era terminar con su absurda visión. Ya está cumplido, pero faltan 2.
Thel: [Se acerca pacíficamente al Jefe Maestro y Comando R, quien también se acerca] Quiero agradecerles por haberme despertado de esta pesadilla. Aunque sigo sintiéndome confuso.
Comando R: [Entusiasta] ¡Bienvenido de nuevo! [Incita a Thel a estrechar su mano. Y luego de un segundo, lo logra]. Te dije que podías confiar en mí.
Thel: Parece que sí puedo confiar en un enano.
Cortana: [Risas].
Comando R: [Sus gestos se decaen] Eras más simpático cuando tratabas de cortarme a la mitad.
Thel: Pero, ¿Y ahora? ¿Qué sigue?.
Comando R: Dooku.
(03.55 hrs. En una noche preciosa, El Régimen, aliado con el Covenant Vadam y sorprendentemente con el Flood, parten a un sitio distinto del anillo, cubierto de nieve y ruinas por doquier.
Los Elegidos De Los Dioses, junto al Jefe Maestro, Thel 'Vadam y Rtas 'Vadum, conforman la primera gran sección conformada por decenas de phantoms, naves de desembarco y Autos caza. Encabezados todos por un La Ferrari Plateada con franjas negras y un Ferrari F50 GT de los mismos colores, sobrevolando a kilómetros encima de la superficie en dirección al Malevolencia)
Baron: Repasemos el plan por última vez.
Jade: El resto de nuestras fuerzas ya han entablado combate con el Malevolencia y sus refuerzos ya solicitados.
Baron: Nosotros funcionamos como caballo de troya al llegar a rematar en busca de Dooku.
Leila: Le sacamos la sopa a Dooku, y luego jugamos piedra papel o tijera para ver quién le corta la cabeza.
Comando R: Sigo pensando que es injusto.
Jade: ¿Por qué? El Jefe Maestro ya le cortó la cabeza al profeta, y tú no dejaste ni cenizas del pobre Tartarus.
Comando R: [Se cruza de brazos, molesto] Maldita sea, me duró muy poco el puerco ese.
Rtas: [COM] Sigo sin entender el humor de los "Elegidos".
Baron: Eh, "Elegidos" va sin comillas.
Rtas: [COM] Disculpen, aún no me acostumbro del todo.
Comando R: Señores, ya estamos llegando. [Enlaza el COM] Comandante, ¿Situación?.
Comandante Bert: [COM] Señor, estamos dentro del Malevolencia. Tenemos una ligera desventaja en números totales, ¡Pero podemos darle la vuelta como siempre!.
Comando R: ¡Estupendo! ¿Tenemos vía libre para entrar?.
Bert: [COM] El Malevolencia está sufriendo un castigo muy feo por parte del Última Inquisición, pero aún tiene escudos en los hangares.
Comando R: ¿Dooku?.
Bert: [COM] No se ha presentado a la fiesta.
Comando R: Entendido. Vamos para allá [corto].
Bien, tendremos que saltar como torpedos, romper el escudo con un único ataque y entrar.
Baron: Ten en mente que ahora esas torretas nos pueden freír, R.
Comando R: Lo tengo muy en mente. Por eso esta es mi solución. ¿Están conmigo?.
Baron: Como una serpiente enroscada en su presa.
Jade: Vamos con todo.
Leila: Y sin límites.
(Los Autos caza avanzan a toda velocidad, prácticamente sin obstáculos y consiguen llegar a la par con el hangar estribor del Malevolencia, logrando que el La Ferrari de vueltas de tonel - hacia sus lados -, desplegando cual torpedos a los Elegidos que aún con la fuerza impulsora de avance, cargan sus ataques y disparan antes de que el F50 GT les alcance)
R, Baron, Jade y Leila: (¡SOBRECARGA!) ¡¡¡HEAAAAAHHH!!! [Disparo cuádruple efectuado].
(En el cielo, se dibujan los colores Azul, Rojo, Amarillo y Lila por un instante, sucedidos por una explosión colorida que resulta en la destrucción de la entrada a 7 hangares pequeños del Malevolencia y una sacudida notoria en este mismo. No obstante, antes de siquiera comenzar la sacudida, los Elegidos ya habían entrado, y el F50 GT ahora tiene vía libre para desplegar normalmente a sus pasajeros)
Rtas: ¡Por los Dioses mismos! ¡Qué poder de destrucción!.
(Eventualmente F50 GT al dejar a sus pasajeros despega a toda marcha para ayudar en el combate, dejando a los Elegidos, el Jefe Maestro, Thel y Rtas dentro)
Jade: Comandante, estamos dentro de un pequeño hangar en estribor. ¿Alguna forma de encontrarlos?.
Bert: [COM con estática y sonidos de disparos múltiples] Estamos en dirección al puente, pero la resistencia es muy fuerte. Así que es probable que nos encontremos, mi señora.
Jade: [Empática] Lo haremos, Comandante. Sólo resistan un poco más.
Thel: Entonces debemos tomar los caminos a nuestra izquierda.
Droide de batalla: ¡Quietos, perros del Régime-! [Impacto en la cabeza].
Baron: [Baja su fusil de asalto luego de haber disparado] Precisamente donde hay más amenazas es a donde debemos ir.
(Al momento, pelotones de Droides llegan por la misma compuerta, disparando a diestra y siniestra)
Comando R: ¡Vamos, acabemos con estos cerdos!.
(04.02 hrs. Luego de unos cuantos minutos de paso rápido sin resultado, finalmente escuchan disparos en la relativa cercanía en medio de los pasillos.
Delante de ellos, el pasillo se termina, dando con 2 caminos nuevos)
Jade: ¡Rayos! Tendremos que dividirnos.
Baron: Así es. R, tú irás con Leila y los 2 tiburo- Sangheilis por la derecha. El resto irá conmigo por la izquierda. Apoyemos a nuestros hermanos, y lleguemos a Dooku antes de que se orine por escapar.
Comando R: ¡Hecho!.
(Entonces, ambos grupos de reúnen unos grupos después en el mismo sitio. Una enorme bodega de carga repleta de cajas y metales donde el Régimen pelea con interminables Droides de batalla. Una vez los 7 líderes llegan, los Droides comienzan a retroceder, ocultarse y/o desaparecer en las compuertas que les preceden)
Comando R: ¿Y estos marranos? ¡¿Por qué corren?!.
(De un pequeño tiempo a otro, los disparos terminan, dando tiempo a la revisión de heridas de los aliados covenant y clones.
Y finalmente, Dooku aparece, encima de todos ellos en una pasarela que queda encima de donde los líderes entraron, a sus espaldas. Estos se giran al haber Sido llamados)
Dooku: Corren por que finalmente hay tiempo para el diálogo.
Comando R: [Se alegra] ¡Dooku!.
Baron: [Determinado, genera su poderosa espada de energía psíquica, apuntando con esta a Dooku directamente] No tengo tiempo para tus juegos, Dooku. Será mejor que aceptes el enorme pecado del que eres cómplice.
Dooku: Por favor... Eh... Baron, ¿Me equivoco?.
Baron: A los muertos no les importa mi nombre.
Dooku: Mi intención en todo este tiempo ha sido dialogar, pero... Sus soldados no quisieron escucharme.
Comando R: Bert, ¿Cómo te encuentras?.
Bert: Con sudor en la frente, ¡Pero en total condición para seguir luchando!.
Comando R: ¿Lo oyes Dooku? Es por que tanto en su sangre como en la nuestra, corre el amor por las peleas y la guerra.
Dooku: Puedo oírlo, y verlo con mis propios ojos. Son la viva representación de las intenciones de R Spartan. Quien está ahora mismo con nosotros.
Jade: ¿Cómo dices?.
(Al lado derecho de Dooku, una gran compuerta se abre, permitiendo ver el orbe debilitado que aún contiene dentro a R Spartan en un estado de letargo o meramente inconsciente)
Leila: ¡Dame un sólo motivo para no arrancarte la cabeza en un instante!.
Dooku: El motivo es simple. Lo único que quiero, es que juntos, acabemos con la "esencia" que ustedes mencionan. Ustedes, son quienes me han abierto los ojos que han estado cerrados por el odio y el honor dirigido a un lugar erróneo. Quiero que juntos matemos a esa esencia llamada Mer- [Una espada psíquica púrpura atraviesa su pecho] ¡Dagh-!.
Comando R: ¡NO!.
(Acto seguido, Dooku es desintegrado por completo. Y detrás de donde estaba, emerge un sujeto con capucha que impide se vea su rostro, hasta que llega al borde de la pasarela, y se quita dicha capucha)
¿?: Elegidos De Los Dioses, es un placer verlos con mis propios ojos por primera vez.
Jade: ¿Él es...?
Leila: ¿Tú eres esa esencia?.
¿?: Mi nombre es Miguel Ángel.
Baron: ¿Miguel Ángel?.
(Miguel Ángel, un hombre que aparenta una edad de 20 años - 60 años normales - con cabello corto y plateado, vestido de traje negro, camiseta negra y una túnica negra encima, es la esencia que ha provocado toda la reciente desgracia en el Régimen)
Will: [Apareciendo decenas de metros detrás de todos junto a Roman, destruye todo el estorbo que se encuentra en el almacén desintegrándolo con su voluntad] Maestro Miguel Ángel. No sabía que los muertos podían regresar a la vida.
Roman: R Spartan lloraría por ver a su primer maestro. ¿Por qué le priva de tal derecho?.
Comando R: ¡¿Su primer maestro?!.
Baron: ¡¿El maestro al que mató para obtener la Forma Enigma por primera vez?!.
Will: Niños, soldados. Salgan de aquí, esto rebasa los límites de peligrosidad para todos ustedes.
Jade: Váyanse todos, nosotros nos quedamos. También formamos parte de este asunto.
(Los Elegidos, Will, Roman y el Maestro Miguel Ángel se mantienen en la sala eventualmente)
Miguel Ángel: Maestros William y Roman Spartan. He venido con una misión primordial. Reprender a mi alumno.
Will: ¿Por su acción de aquella ocasión?.
Miguel Ángel: No. He de reprenderlo por faltar a mis enseñanzas.
Will: R Spartan jamás será una copia de usted; no entiendo el punto.
Miguel Ángel: Sus recuerdos y su ser han sido purificados. Mi labor realmente ya ha terminado. Mi pregunta es... ¿Podrán ustedes afrontar las consecuencias que mi labor traerá?.
Roman: ¿Consecuencias?.
(De un instante a otro, los 6 miembros del Régimen junto al orbe de R Spartan son teletransportados a tierra del anillo, donde aún están combatiendo férreamente.
Se genera un cráter de unos 50 metros, y en el centro, aparece el orbe. Los Elegidos, Roman y Will aparecen encima del cráter, cubiertos por desniveles de nieve y ruinas.
El combate local cesa repentinamente, para prestar atención al acontecimiento)
Leila: ¿Qué pasa?.
Will: Niños. Necesito que guarden extremo silencio y se resten únicamente a mirar. No sabemos qué nos podría hacer con tan sólo pensarlo.
(El cuerpo de R Spartan entonces absorbe el orbe, y luego expulsa una onda de choque que abarca al menos a toda la galaxia sin dañar a nadie, como si fuese una resonancia únicamente.
Arrodillado, se levanta con sus párpados cerrados, y una armadura de color negro comienza a revestir su cuerpo con un ropaje negro ultra delgado interno a este. Piernas, luego brazos, torso y espalda en ese orden. R Spartan se yergue, y abre sus párpados, permitiendo ver unos ojos con una iris tan roja e intensa que podría intimidar a un Cuásar con tan solo verles.
Los Elegidos y su familia se mantienen estupefactos e incluso intimidados a estas alturas)
Jade: [Voz baja] No puedo creerlo... Es como ver una versión completamente salvaje de él.
Baron: [Voz baja] No miento cuando les digo que incluso a mí, la presencia que irradia me está haciendo temblar. Estoy sintiendo deseos de huir...
Leila: [Voz baja] Calma. Veamos qué más ocurre.
R Spartan: [Hablando desde el diafragma, férreamente] ¡OBSERVEN! ¡CÓMO SU INSIGNIFICANTE TRAICIÓN SE DERRUMBA!.
(Abriendo ligeramente más sus párpados, sus iris se intensifican un instante, y esparcen una onda de anti restricción. Provocando que todas las fuerzas que no le han jurado lealtad, incluso los Droides, se arrodillen para hacerlo ahora mismo)
Droides, Sangheilis y demás especies: [Se arrodillan y llevan su mirada al suelo, y hablando en un único tono, hacen sonar como si de un coro se tratase]: ¡Mi señor!.
(Como si órganos y trompetas manifestasen su incomparable voluntad, el miedo se esparce, deteniendo todos los combates de un momento a otro.
La conmoción es tan alta, que Jade sale del escondrijo. Y a pesar de su determinación, el pavor le hace temblar las piernas.
Por supuesto, R Spartan se percata al momento de su presencia, girando su atención y no su mirada hacia ella)
R Spartan: [Seriedad absoluta] Tu presencia... Me recuerda a alguien. [De una fracción de picosegundo a otra, Jade aparece siendo levantada por su mano derecha a través de su cuello, permitiéndole ver todo de ella. Incluso olerla con énfasis en su cuello].
Jade: [Dificultad para hablar debida al estrangulamiento] R... Soy- Jade... Espero- 2 niños tuyos.
R Spartan: [Sorpresa dudosa] ¿2 hijos míos en tu vientre? [Risas malévolas] AhJaJaJaJaJaJaJaJa... ¿De verdad fuí tan inteligente como para-? Déjame tocar tu vientre...
(Intrigada, Jade es liberada y comienza a levitar frente a R Spartan, permitiéndole tocar su vientre unos segundos)
R Spartan: Sí... Mis niños...
Jade: [Ilusionada pero asustada] ¿Ah...?
R Spartan: Sí... Clark... Melissa... [La mira a los ojos repentinamente y mantiene, ahora con un gesto de enorme alegría] ¡Jade!.
Jade: [Acercándose el llanto] ¡¡Sí, soy yo!!.
R Spartan: ¡No pinches puede ser! ¡LO LOGRÉ! [La abraza efusivamente, como nunca antes lo había hecho. Tanto, que sube las piernas de Jade a altura de su cintura para hacerlo más romántico]. ¡JAJAJAJAJA! ¡¡RECUERDO TODO!!.
Jade: ¡¿Pero cómo?!.
Baron: ¡¿Que recuerda todo?!.
R Spartan: [La mira a los ojos] Los niños. En ellos puse todos mis recuerdos, e incluso, los que has vivido hasta hace unos segundos. Por los Dioses, ¡Estuve a punto de borrar todo! Si no hubieses salido, ¡Estaría riéndome de todas las cenizas a mi alrededor!.
Jade: [Eufórica pero confundida] ¡No sé si alegrarme o asustarme! Pero, ¡MALDITA SEA! [Le abraza fuertemente de nuevo] Creí que no volverías a mí, a nosotros...
Will: Tenemos mucho que hablar, hijo mío.
R Spartan: Ahh... Padre... [Se arrodilla honorablemente aún en el aire, y se levanta] En verdad... Los extrañé demasiado. Les juro que intentaba recordarlos, pero no podía... Yo...
(Entonces, Will procede a tomarlo, y darle un honorable abrazo de padre a hijo, en el que R Spartan solloza con una sonrisa en su rostro)
R Spartan: Te juro, padre... Que esto sólo es una prueba de que te honro. Todo lo que me has enseñado tú y todos mis maestros. Mi chica, mis hijos, el Régimen. Es una responsabilidad enorme que me impide confiarme.
Leila: Jamás creí poder ver a R Spartan ser tan... Vulnerable, tan... ¿Humano? Tan... Vivo.
Comando R: Tan Dios y mortal a la vez...
R Spartan: [Se separa de su Padre] Jade... Yo... Perdóname por-.
Jade: No digas nada [Lo toma en sus brazos]. Fueron días difíciles para todos. Y a pesar de que fueron pocos, nunca dejaba de mirar al cielo en busca de tu sonrisa de devoción, tu fuerte voluntad, y la fuerza invencible para defender lo que amas [Une su frente con la de su marido, formando una conexión que sólo se puede gestar entre Elegidos, con los párpados cerrados, separándose del mundo entero...].
(Con el pasar de los próximos días, el Régimen parte a casa. El Flood es controlado, el covenant toma su camino, al igual que los remanentes separatistas. Y el Jefe Maestro, fusionó su esencia con el Elegido De Los Dioses John, completando su persona de forma definitiva.
Los Elegidos se marcharon a entrenar, y R Spartan comenzó a cuidar de su familia como nunca antes después de su tortuosa experiencia.
Lo que ha dado como resultado, el Final de El Ascenso Del Mal. El Régimen ahora mismo es imparable, y probablemente la potencia más poderosa e influenciable hasta la fecha.
R Spartan, pese a todas las adversidades, logró la armonía temporal que tanto anhelaba desde hace miles de años...

(Fin del capítulo...)

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2021 ⏰

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