¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eh ??? ¡Mira, es la Clase 1-A! ¡La clase que supuestamente es mejor que nosotros! ¿No sería eso un insulto para nosotros considerando lo estúpidos que se ven? –
Suspiraste, dejando escapar un suspiro de cansancio e irritación cuando tu novio rubio era su habitual arrogancia.
–Lo sé, (t / n), son dignos, ¿no es así? ¡Todos deberían abandonar y dejar que lo real-!– Su perorata fue afortunadamente cortada con un golpe en la cabeza de Kendo, la chica en cuestión le dio una sonrisa comprensiva.
Honestamente (t / n), no sé cómo alguien como él logró que alguien como tú saliera con él. Debes tener la paciencia de un santo –. O eso o simplemente estabas terriblemente indecisa sobre si querías estar con él o no.
Ante eso, te encogiste de hombros, un suspiro exasperado escapó de tus labios. –A veces me pregunto lo mismo–. Inclinando la cabeza hacia un lado, miraste a Monoma, tontamente desmayado en su rostro. En momentos como este era especialmente fácil para ti preguntarte por qué seguías con él. No era como si estuvieras desesperada por tener un novio y había muchos otros chicos respetables en la U.A. entonces ... ¿por qué Monoma?
En el fondo, sabías por qué. Porque te encontraste queriendo tomar su mano. Porque amabas estar con él, amabas a la persona que eras cuando estabas con él. Porque no podías evitar la sonrisa que aparecía en tu rostro cada vez que te abrazó y presionó sus amorosos besos en tu sien. Porque, a tu pesar, lo amabas, actitud arrogante y todo.
Monoma era diferente a todos los demás chicos que habías conocido. Nunca habías imaginado que la arrogancia y el amor incondicional pudieran existir en una misma persona, pero la rubia era un caso especial. Los dos se contradecían, uno negativo y cruel mientras que el otro era cálido y onírico. En Monoma Neito, descubriste a ambos, conviviendo a su manera única
Usted, ni nadie más en la Clase 2-B, podría haber adivinado que sería tan cariñoso, pero tan pronto como aceptó sus repetidas propuestas de citas, se encontró con una lluvia de abrazos y besos a diario. Era inusual ver a uno de ustedes sin el otro, sin su brazo de su casa alrededor de su cintura, y algunos de sus amigos se habían burlado de usted y de él por estar unidos por la cadera. De ninguna manera Monoma fue un novio negligente, sorprendentemente. Nunca olvidó tu cumpleaños, ni un aniversario, ni siquiera una simple cita.
Con todo, la rubia dejó poco que desear como novio. Sin embargo, su personalidad ... ese era un asunto diferente. Monoma era altivo, eso era seguro, pero la mera mención de la Clase 1-A hacía que sus niveles de altivez, por lo general soportables, fueran insoportables. De hecho, empezaba a pensar que tenía algún tipo de trastorno obsesivo con 1-A. No podías evitar sentirte avergonzado cada vez que hacía una escena, lo que a su vez te hacía sentir avergonzada por estar avergonzada de tu novio. Más de una vez te habías quedado despierto por la noche, preguntándote por qué seguías con él, adónde podrías ir si lo dejabas.
¿De verdad querías dejarlo? Por mucho que no quisieras a veces, amabas a Monoma de todos modos. Sin lugar a dudas, le haría daño cortar su relación con él, pero ¿no sería más saludable para usted a largo plazo?
Un gemido del chico aún colapsado a tus pies te hizo parpadear, sacándote de tus pensamientos conflictivos. Los desconcertados ojos azules te miraron, una mano se estiró para tocar con cautela el bulto que se estaba formando en la parte posterior de su cabeza. Sus ojos se agrandaron cuando se enfocaron en tu rostro y un suave –Wow– lo dejó sin aliento.
¿Qué? —, Preguntaste, levantando una ceja. Un comentario más arrogante de él y juraste que ibas a envolver tus manos alrededor de su-
–Mi novia es tan hermosa–.
Sus ojos se abrieron y sus labios se abrieron un poco. Una mano pálida se estiró y apartó los pelos sueltos de tu cara, sus dedos se deslizaron por tu mejilla en el más mínimo contacto. La sonrisa burlona que había estado presente en su rostro antes se había ido, reemplazada por una mirada tierna y adoradora que solo te dirigía.
Oh ... por eso lo amabas. Porque, con defectos y todo, te amaba. Monoma tenía sus defectos, ciertamente, pero tú también, y al final del día te amaba sin importar qué, dándote esa misma mirada amorosa.
–(t / n)?– murmuró tu nombre, con los ojos trazando tu rostro.
–¿Si?– respondiste, con la misma suavidad.
–Te amo.–
Una sonrisa apareció en tu rostro. –Yo también te amo, Neito.– Y lo dijiste en serio porque eso es parte de lo que era el amor, ¿no? ¿Amar a pesar de los defectos? –Te amo de todas maneras.– Monoma parpadeó. –¿De todas formas?–
Sacudiste la cabeza, levantándote de tu posición agachada. –Te diré después.– Sonriendo, le ofreciste una mano. –Deberíamos llegar a clase. No podemos dejar que el 1-A se nos adelante, ¿verdad?– agregó con un guiño.
Monoma sonrió, tomando tu mano y levantándose. Presionando un beso de adoración en tu mejilla, dijo: –¿Adelantarte a mi novia? Imposible. Ella ya es la mejor que hay ~ –.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
