¿Sabes que hay veces que mi corazón duele? Duele y mucho. No puedo describir en una palabra como es.
Se siente como si un cuchillo estuviese ahí clavado permanentemente y de a ratos se retuerce de un lado a lado. En otro momento solo arde, como si esta muy cerca del fuego y no puede correrse. También parece que está comprimido y el quiere latir, hace fuerza, pero no se expande y queda ahí comprimido.
Generalmente no se que provoca este dolor.
Aún sintiendo todo esto, está deseoso de amar. Quiere amar y sentirse amado. Y creo firmemente que esa es una de sus principales aflicciones. Se siente solo, maltrecho e inservible. Incapaz de expresar cariño. Temeroso al engaño e impaciente a que lo miren aunque sea un segundo. Impaciente de que lo conozcan, pero también de autoconocerse.
Impaciente por saber cual es su mejor versión. Que es aquello que disfruta y aún no conoce. Que es aquello que lo mantiene con vida. Y que es aquello que le robará el sueño con ánimo.
Confío plenamente en que algún día su dolor cesará. En que aquel cuchillo no estará y que el fuego ya no quemará. Es muy probable que las heridas cuesten en cerrar y capaz alguna cicatriz quede. Incluso con aquellas marcas que reflejen su pasado, encontrará la forma de expresar todo su amor y aunque sea un solo ser lo admirará con todo su valor. Quiero creer que voy hacia el camino correcto.
Mientras tanto, seguiré aguantando.