(Reescrito) Una poco común bienvenida a París

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Hola a todos los que siguen esta historia, una disculpa por anular los demas capitulos pero dado que tiene años de su publicación he decidido editarla para darle mayor profundidad. 

En esta historia tendremos como personajes principales, son Marinette, Adrien y Félix (del pv) el cual tendrá mucha participación. Para quienes la hayan leído con anterioridad sabrán que aquí él será el hermano de Adrien, solo que ninguno de los dos lo saben sino que piensan que son primos porque así se los han dicho a pesar de que sus padres han tenido poca comunicación. 

En este universo hay dos Miraculous de la destrucción, y dos de la creación, aunque el segundo miraculous de la creación esta bajo la protección de Félix, mas estos aretes cuentan con una extraña condición que se ira mostrando con mayor claridad a lo largo de la historia. 

Félix Graham De Vanily tambien existe, aunque este aparecerá en algún punto de la historia.

Todavía no se si meter a Brigette, por lo que por ese lado no lo he pensado con claridad. 

Sin mas que decir, les dejo con la historia...

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Un suspiro broto de los labios de Félix, más de cansancio que de aburrimiento, cargaba consigo una mochila corpulenta verde que le atormentaba los hombros que pareciera haber visto mejores días, además de una maleta mediana y para nada ostentosa. Vestía con ropa considerablemente ligera tras haber buscado con antelación con qué tipo de clima estaría lidiando en París, playera cuello redondo manga larga gris y pantalones tan negros que resaltaban todavía más la palidez de su delgada compleción masculina.

La vista dentro del tren no se le hacía lo más entretenido, pero era lo mejor que podía hacer de momento, más cuando estaba a minutos de que este se detuviera en la parada designada. Antes para matar el tiempo leyó unos cuantos libros, folletos y demás que estuviera a su alcance, luego se dedicó a dormitar aparte de comer unos cuantos aperitivos que trajo desde Londres.

Solo un poco más—pensó, dándose ánimos, con la esperanza de que su viaje terminara lo más pronto posible. Solo entonces se permitió cerrar los ojos y volver abrirlos apenas sintió el tren detenerse.

Cuando puso un pie fuera y dejo atrás cualquier desgaste provocado por el viaje, otras emociones lo abordaron, siendo más como una oleada refrescante que había esperado hace ya varias horas. Todo en su cuerpo gritaba que estaba frente a un nuevo desafío, como si hubiera regresado a aquel momento, dos años para ser más exactos, en que transformo por primera vez en Chat Noir y saltara nuevamente de forma desenfrenada sobre los tejados de Londres.

Durante esos dos años, aprendió muchas cosas, unas muy buenas, y otras que lo sacaban fuera de su zona de confort, entre las cuales desatacaba la inminente verdad de que existía otra realidad muy diferente a la suya, y que había tenido que escabullirse en las noches para entrenar mientras sus mañanas y tardes eran usadas para no desatender sus obligaciones cotidianas.

Crear un balance entre ser superhéroe y su vida normal fue de constante esfuerzo y dedicación.

Ahora con esa oleada queriendo apoderarse de él, no tenía más remedio que controlarse antes de que causara un revuelo innecesario, después de todo, no quería, ni deseaba, estropear su estadía en París apenas había surgido la oportunidad de visitarla, menos cuando se suponía que tenía que aguardar a que los otros portadores de Miraculous aparecieran. Según el monje, estos superhéroes aparecerían dentro de poco, así que, tenía que estar si o si preparado cuando esto sucediera. Félix en su momento le pregunto, por qué no podía retrasar su llegada, aunque lo que en realidad le interesaba saber es que tipo de movimientos realizo para que el director de la escuela accediera a que "abandonara" la escuela en un intensivo viaje al extranjero.

El gato que le gustaba vivir entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora