capítulo dieciocho

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─¿Yeonjun hyung? ─preguntó el castaño, sentándose a un lado de un triste y acabado Yeonjun ─Hyung, ¿qué pasa? se ve demasiado mal

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─¿Yeonjun hyung? ─preguntó el castaño, sentándose a un lado de un triste y acabado Yeonjun ─Hyung, ¿qué pasa? se ve demasiado mal.

Yeonjun se encontraba sentado bajo el viejo árbol que compartía hace tiempo con el menor durante los recesos. Se le veía demasiado mal. Hace días que no dormía, se la pasaba llorando día y noche. No quería comer y que apenas tocaba la comida por influencia de su madre en algunos de sus compañeros.

Se sentía mal; una basura. Sinceramente, él creía que lo era. Y todo gracias a la persona que estaba justo a su lado intentando consolarlo. Le daba importancia. ¿Como alguien como Beomgyu, dulce, tierno y cariñoso sea capaz de querer a alguien como Yeonjun tan sin corazón, despiadado, y cruel?

De verdad que no lo merece. No merece que Beomgyu le quiera, que esté a su lado tratando de animarlo, dejando en el olvido todo el daño que le hizo.

Era un cobarde. Un jodido cobarde.

─Yeonjun hyung, ¿qué pasa? hable por favor ─rogó el más bajo, pasando una de sus manos por la espalda del mayor y darle leves caricias ─Me preocupa ─continuó ─Si es por Ryujin noona, juro que...

─Lo siento.

Fue lo único que dijo, o más bien, murmuró.

─Lo siento, Beomgyu ─aclaró ─Lamento ser tan cobarde, tan idiota.. por herirte cuando prometí no volverlo hacer ─suspiró, intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir ─S-soy una escoria, una basura. Soy de lo peor, ¿y todo por qué? por no querer aceptar lo que siento, Beomgyu. Por no querer aceptar que te amo, joder. Demonios, Beomgyu. Te amo, siempre lo he hecho, pero por miedo intentaba negármelo.

─En el tiempo que intentabas alejarte de mi... pensaba que lo hacían porque sabías mis sentimientos por ti, porque creía que no querrías convivir con un jodido homosexual como yo ─suspiró ─Pero cuando supe la verdad... me había vuelto más idiota, quería negarme a quererte, pero al saber que también te gustaba, fue demasiado tarde para echarme para atrás. ¡Mierda, Beomgyu! ¡Estoy enfermo! ¡Enfermo por ti!

Sin darse cuenta, ambos chicos ya eran hechos un desastre. Ambos corazones palpitando a mil por segundo; uno de emoción al ser correspondido ─ya que al final, nunca terminó superando a su mayor por más doloroso que fuese ─y el otro de temor por ser rechazado por el jodido bastardo que se volvió.

─Yeonjun hyung...

─Y-Yo... lo siento, Gyu. Lamento incomodarte ─interrumpió, poniéndose de pie, siendo seguido por el más bajo.

─Pero, Yeonjun hyu-...

─Mejor me voy... no quiero escuchar como le mandas al dem-... ─ algo suave le interrumpió. Un tacto delicado y espontáneo.

Los labios del menor chocaron con los suyos, moviéndose delicadamente en un beso donde mandaban sus inseguridades al infierno. Transmitiéndose emociones que con palabras no lograrían hacer.

Yeonjun, en un acto inconsciente, llevó las manos a las mejillas del más bajo en un intento de profundizar el beso, mientras que Beomgyu llevaba las suyas al pecho del adverso.

Era su primer beso, y no fue robado. Él lo obsequio a la única persona que le ha logrado sacar suspiros como también lágrimas. Quién le ha hecho sentir completo como destrozado. Le ha hecho reír y llorar. Quien le ha hecho disfrutar y lamentarse.

Choi Yeonjun, quien ha llegado a amar y odiar en menos de un año.

El beso se rompió en un pequeño chasquido, y ambos chicos se observaron sin separarse por completo; manteniendo sus frentes unidas.

─Yeonjun hyung, también estoy enfermo por usted. Lo amo. Y gracias porque a pesar de todo, está aquí conmigo. Me dañó lo sé, pero siempre lo he perdonado sin importar qué. Yo no guardo rencor, y ahora comprendo todo, sin importar que no justifica sus acciones, tampoco las mias, ya que yo también me volví inseguro conmigo mismo, creyendo que estaba enfermo, ¡¿lo puede creer?! ─rió ─Solo que, de ahora en adelante le pido que me prometa que cuidará bien de mi de hoy en adelante.

─Lo prometo, mi amor.

Sonrieron para el contrario y unieron nuevamente sus cerezos en una bella danza de amor y perdón, una cual solo ellos dos llegarán a reconocer.

Las manos de Yeonjun se posicionaron sobre la esbelta cintura del más bajo, mientras que este rodeaba el cuello del mayor con los brazos en un intento de juntalos más, enredando los dedos en los delgados cabellos de su nuca.

Ambos disfrutaron del contacto, inclinando a un costado sus cabezas para sentir más los belfos del otro sobre los suyos. Ambos saboreando el sabor enfermizo del contrario, deseosos porque el beso no acabe y disfrutarse mutuamente. Sonriendo para sí mismos en su nueva historia por contar.

Porque éste no es el fin, sino, el inicio donde Yeonjun y Beomgyu estarán juntos como así lo han deseado desde que ésta historia comenzó.

Porque éste no es el fin, sino, el inicio donde Yeonjun y Beomgyu estarán juntos como así lo han deseado desde que ésta historia comenzó

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sick ↯ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora