EPÍLOGO

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El amor es algo que duele, eso es algo que todos saben. Haruto Watanabe y Kim Junkyu aprendieron eso de una manera diferente, su amor dolía cada vez que ellos mantenían contacto físico o algo así.

Ellos tuvieron que soportar los primeros meses de su relación escondiéndose de todos y sin poder abrazarse o besarse, pero aquello no fue un impedimento para que ellos siguieran amándose, por que nada era más fuerte que sus sentimientos.

2 años habían pasado desde que ambos se habían conocido gracias a Choi Hyunsuk, el hermanastro menor de Haruto.

2 años en los que nunca dejaron de amarse y aprovechaban cada ocasión que tenían para poder abrazarse o besarse.

En aquel tiempo, Asahi y Yedam se habían unido en matrimonio. Jihoon y Hyunsuk formalizaron su relación. Jeongwoo conoció a una chica de la cual se enamoro y ambos mantenían una relación. Haruto y Junkyu ahora estaban comprometidos.

El azabache le había propuesto un día en el que los 7 regresaron al escondite donde solían ir cuando el mundo aun estaba sin colores. En aquel lugar le entrego el anillo y el castaño había aceptado felizmente.

Ambos se mudaron juntos a un departamento que quedaba cerca de la casa a la que se habían mudado Asahi y Yedam después de casarse.

Jihoon y Hyunsuk, por otro lado, seguían viviendo con sus padres. El segundo menor no podía mudarse con su novio por el simple hecho de que a sus padres no les gusta la idea; a los padres de Jihoon no les hacia gracia que su único hijo fuera homosexual, pero igual lo aceptaban por que lo aman.

— Ayer Hyunsuk fue a mi casa. Papá le dio un golpe en cuanto lo vio — comento el rubio, haciendo reír a los demás

Ahora mismo, ellos estaban en su escondite, solo ellos 7. Tal vez ya no debían esconderse de las personas, pero aquel lugar era muy significativo para ellos. Era donde por primera vez se habían reunido los 7, donde Haruto y Junkyu habían empezado su noviazgo y era el único lugar en el que antes se podían reunir para ser ellos mismos.

— Al menos agradece que aceptan tu relación. Pudieron haber negado que estes con Hyunsuk — comento Junkyu

— Por cierto Junkyu. Papá pregunto que si podías ir a cenar mañana a la casa

Y aquel era otro tema. Meses después de que todo hubiese vuelto a la normalidad, se dieron cuenta de que el verdadero padre de Haruto seguía vivo. Resulta que el caso era similar al de Asahi, le hicieron creer a la gente que lo matarían pero al final resulto que lo reclutaron como militar.

Fue un día en el que los 7 amigos estaban en casa de Haruto y Hyunsuk cuando la puerta fue repentinamente tocada. Jihoon había sido quien abrió la puerta, pero al no reconocer a tal señor, decidió que Haruto le atendiera.

El azabache reconoció inmediatamente a su padre en cuanto lo vio, al principio Haruto se negaba a creer las palabras de este, pero cuando la historia fue contada, todos le creyeron. Junkyu le fue presentado y este lo había aceptado felizmente como su yerno. Claro que el señor Choi y su padre no se habían llevado muy bien en cuanto se conocieron, la madre de ambos chicos fue quien se llevo peor la noticia.

— Estoy feliz de que por fin todo sea normal — dice Asahi observando el cielo azul

— Yo igual, realmente es más bonito el mundo así — responde Jeongwoo

Entre todo el amor y amistad que se tenían los 7, habían logrado llenar aquel mundo de color. Llenando aquel arcoíris los 7 colores que se presentaba en el cielo desde el rojo como aquella sudadera que traía puesta Hyunsuk junto al naranja como la silla en la que estaba sentado Jeongwoo, el amarillo como el rubio cabello de Jihoon, el verde como aquel pasto en el que Haruto esta recostado, azul como el cielo que tanto le gusta admirar a Junkyu y el índigo como los arandanos que comía Yedam hasta el morado como aquellas flores que tanto le gustaban a Asahi.

Entre los 7 habían logrado salvar a todos aquellos a quienes aman aun si tuvieron que sufrir un poco en el proceso.

Ellos se asegurarían de nunca más dejar aquel mundo con una gama de un color monocromo.

Monocromo • HarukyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora