Prólogo.

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Todo se volvió borroso, el pequeño no podía seguir nadando, le había entrado un ataque de ansiedad, todo daba vueltas en su cabeza, no sabía que estaba pasando ni que iba a pasar, el pequeño consiguió seguir nadando con las pocas fuerzas que le quedaban, el lago era inmenso, y cuando estaba a escasos segundos de poder llegar a la orilla se le enganchó un montón de algas en la pierna, era demasiado pequeño como para tener la fuerza suficiente de romperlas.
-¡Papá! ¡Mamá!
...
¡Papáa! ¡Mamáaa!
...
De nuevo ninguna respuesta.
Se dio por vencido, comenzó a llorar, cosa que no se notó debido al agua que empapaba su cabeza, si dejaba de moverse se hundiría, pero ya estaba cansado, quería ir con sus padres.

Cerró poco a poco los ojos y dejó de moverse, comenzó a hundirse lentamente deteniendo su respiración, ya no estaba consciente, ya solo estaba condenado a morir, una trágica muerte para un niño, en soledad, y rodeado de agua y silencio.

Terrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora