CAPÍTULO III

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10 de Septiembre

El primer día de clase, un día esperado por muchos u odiado por muchos otros. Para Rubén Álvarez, era lo primero, entraba por las puertas del instituto al ritmo de Another one bites the dust de Queen sonando en sus  aidpods. Hoy comenzaba su último curso y por correspondencia, el mejor. De normal todos los años eran increíbles para él, pero este año tenía que ser aún mejor que los anteriores. Y su entrada no tenía que quedarse atrás, junto sus dos mejores amigos,Nathan Záitsev y Hazel Sanz, Rubén iniciaba el principio de curso.

Como era de esperar para el pelirrojo, todo el mundo se giraba para mirarles,aunque obviamente más a él, se decía para si mismo.

¿Pero como no hacerlo? Eran los chicos más guapos del instituto, no tenía pruebas pero tampoco dudas.

Nathan y él habían sido mejores amigos desde los 6 años, y ya en el primer año de instituto conocieron a Hazel, los tres eran inseparables. Enseguida dominaron el instituto, y como era de esperar, eran los mejores del equipo de fútbol del Firefox.

Y podrían decir algunos que solo eran caras bonitas, pero para el pesar de los envidiosos, también sacaban unas notas deslumbrantes. Les decían los perfectos por algo.

Pero lo que más le gustaba a Rubén de todo aquello eran las fiestas que montaba. Era el rey de las fiestas, y como todo rey, tenía una reina, Sara Müller, la cual ya veía entrenar de lejos con las animadoras. Como era de suponer, su Sara era la capitana del equipo y la chica más guapa del instituto, al menos ante sus ojos.

Su vida era perfecta, el año que viene estaría al mando de la empresa de su padre junto a su hermano mayor, Aegan, y le propondría el honor de ser su novia a Sara. Todo iba a salir bien.

-¡Chicos!-sonaba la voz aguda de María,aquella que se te metía en los oídos y no salía en siglos, que los llamaba desde la banca para que se acercase, y para el pesar de Rubén, eso tenían que hacer.

-¿Este año tampoco te animas a ser animadora Mery?-le pregunta Hazel amablemente- Es nuestro último año, creo que deberías planteartelo-

-¿Yo? ¿Animadora? ¡Por favor!-dice con desdén, aunque se notaba desde el campo que ansiaba estar entrenando en ese momento - Yo creo que lo harías bien-comenta Nathan mirando a Sara dirigir a las animadoras, y aunque el capitán no lo notara, a María ese comentario le había hecho sonrojar.

María sabía que nunca se fijaría en ella,con todo, su sueño era estar con él. Pues el ruso era el chico ideal, era fuerte, guapo, talentoso, inteligente, serio y con los pies en la tierra. Sabía perfectamente lo que hacía, y eso le encantaba a María. Ella quería un marido así.

Por otro lado, Nathan aspiraba a irse de esa ciudad, quería viajar y conocer otras culturas. Nunca se lo admitiría a Denise y a su hermano, pero le daba a veces envidia que no le incluyeran en sus planes de dar la vuelta al mundo. Pero eso era lo de menos, él simplemente quería ser libre, ser futbolista era su fantasía, pero no tenía ni punto de comparación con ser completamente libre. Tal vez por eso era tan distraído y no se había dado cuenta de la obsesión que tenía la castaña con él.

De todas formas, antes de que la imaginación de María llegase a sus bisnietos junto a Nathan, Rubén se rio por lo que estaban diciendo los otros dos - ¿María animadora? ¿La has visto? ¡Si es muy normal!-

-¿Por qué no podría serlo? Solo necesita entrenar un poco las piernas - saltó en defensa Hazel. Eso es lo que le gustaba a María del portero, que siempre podía contar con él para que la defendiese. Y esto al pelirrojo no le sentaba nada bien.

Mientras tanto en la otra punta del campo Denise y Abril charlaban. La primera le hacía un retrato a la otra mientras esta le contaba el juego The last of us 2. Ya que estaba muy claro que Denise no se lo iba a pasar. Sorprendentemente desde allí se escuchaba a Rubén burlándose de María.

-Me dan arcadas escucharlo- comentó Abril haciendo una mueca con la boca. La morena no lo soportaba, le parecía alguien anticuado. Y por si fuera poco, iba siempre con aires de superioridad.

-Rubén tiene su rato pero yo no soporto a María, no entiendo como alguien puede ser tan subordinada- le respondió Denise empezando con los detalles de la mano. Ella no negaba que el egocentrismo de Rubén fuera irritante, mas no era comparación con lo molesta que le resultaba María. Siempre iba de víctima indefensa.

-Supongo que por eso serían la pareja perfecta, mismo pensamiento, misma forma de actuar... - respondía la retratada mientras los observaba desde lejos.

-No estoy del todo de acuerdo, pero de todas formas Rubén tiene sus ojos en Sara- concluyó Denise- Y María en Nathan- añadió puesto que todo el instituto sabía que Rojas se moría por los huesos de su amigo.

- Dado que has mencionado a Sara Müller... - comenzaba Abril a decir nerviosa - Creo que me voy a meter para animadora- completó sorprendiendo a su amiga.

Este verano la amante de la tecnología había asistido a un partido del instituto de al lado para ver a Tony Martínez. Allí vio por primera vez a las animadoras en un partido en vivo, y le conmovió. La manera en la que estaba todo perfectamente coordinado para dar el mejor ambiente posible, le fascinó.

Ser animadora nunca había sido una opción para ella debido a que la capitana era Müller. Pero era su último año y no quería dejar pasar una oportunidad así.

-Bueno... Te va a costar, ¿lo sabes, no? - miró de reojo Denise al equipo, quienes entrenaban para la bienvenida del instituto. Abril asintió alegremente provocando un suspiro de su amiga - Bueno pues adelante -  la animó.

Lo que ninguna sabía era lo importante que seria esa conversación en el transcurso del curso.

***


Sara estaba cansada, había estado toda la mañana practicando para la bienvenida con las chicas. Y aún le faltaba asistir a la admisión, ya que como capitana tenía que supervisar a quién dejaba entrar en el equipo y a quién no.

Era bastante aburrido ver siempre las mismas caras todos los años, y para su sorpresa sin mejora. No podía comprender como había gente tan reacia para ser animadora. A veces sentía pena por esas personas. Pero a su pesar, tenía que denegarles la admisión al equipo.

Por otro lado, ya llegaba la tarde. Y lo que más le apetecía era una sesión casera de spa. Tenía todo lo requerido para ello. Además le había pedido permiso a su madre para que Marta estuviera a su disposición.

Marta era una de sus empleadas, pero no cualquiera de ellas, era su favorita. La había criado como a una hija, mientras su madre estaba trabajando, Marta jugaba a las muñecas con Sara.

Desgraciadamente, le había dicho que sí a Rubén de quedar esta tarde. En cuánto se apartó un poquito de las animadoras, su mejor amigo no la soltó. La rubia no quería quejarse. Le encantaba estar con él o con Nathan, Hazel y María, pero a veces le agobiaba que Rubén estuviera tan encima de ella.

Parecía el hermano mayor que nunca tuvo.

Justo en ese momento María le escribia sobre el susodicho.

-¿Qué te vas a poner para salir con Rubén?🔥😂 - María sabía perfectamente que el ship del instituto era totalmente falso, sin embargo su amiga disfrutaba gastarle la bromita.

A veces deseaba que Rubén desmintiera que ella y él eran más que amigos. Admitía que Rubén era sorprendentemente atractivo mas no era su estilo de chico. Demasiado ideal. Aunque a su madre le encantaba.

-Ja Ja Ja muy graciosa, una falda negra y una camiseta blanca listilla 🙄😌- le respondía empezando a vestirse.

Su tarde de spa tendría que esperar.

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