On the dining room table~

287 28 1
                                    

Otra noche igual a las demás, era tarde y el reloj del comedor indicaba la hora tan fría, una madrugada más en la que aún parecía ser el único despierto a la llegada de alguien más, como un perro esperando a su dueño, parado y expectante a la silueta que fuera a entrar en casa, para recibirlo en cuanto se diera el primer paso del umbral hacia adentro.

Sin dejar de lado la falta de compañía que tenía del diario en la mañana, más que nada la soledad y los actos de lujuria que mostraba su pareja, le ardía en la piel, estar solo no ayudaba en nada a bajar la molestia de ver al demonio llegar al tope de ebrio cada noche, la falta del cuernudo era algo que le picaba, pues no había nadie más con quien hablar, aunque además de esa cuestión, el hecho de que el diablo se negara fuertemente a qué King Dice conviviera con otras personas era una valida razón para estar de mal humor, a menos de que el demonio estuviera junto Dice en la convivencia con otros podría hablar con alguien además de un ser que la mayor parte de su estadía era fuera de su hogar.

Pero no solo era ese el caso, los celos que tenía el diablo a cuánta persona le dirigiera la palabra al hombre era otra razón para un dolor de cabeza, había una y mil razones para estar molesto, el alcoholismo de su compañero, la forma en que lo trata, los celos, la posesividad que impone en él, todo, absolutamente todo eso lo sacaba de quicio.

El diablo le dejaba un mal sabor de boca, mucho más que el whisky barato.

Para él, la cosa más molesta de esta vida era el régimen que imponía Devil, más cuando se trataba de su hogar, llegaba a horas tardías y para compensar lo que serían esos ratos solos, se lo cogería, así de fácil.

Todo eso se daría aquella noche, pasando a las tres de la mañana, el sonido de pasos en la entrada era lo que alertaba al dado, algún balbuceó sonó y con eso pudo captar la figura que entraba por esa puerta, rasguñandola, mientras que en sus labios se formaba una mueca por la mirada asesina de Dice.

Antes de cualquier palabra dicha por alguno, de un golpe cerró la puerta, el demonio ya esperaba el sermón o regaño que le fuera a tocar, la puerta crucio después de ser cerrada, ese sonido había hecho explotar la ira que tenía acumulada el de ojos verdes, encendiendo la mecha de una bomba, la cual podría hacer actuar de la peor forma contra alguien, más con el diablo.

A pisotones se acercó furico al cuernudo, la mueca de molestia era más que notable, mientras que era recibido por una cara sería, tan serena como podía aparentar, al menos por unos segundos, todos se llegan a desquiciar con algo y eso estaba por llegar, solo debía enfrentar los dientes blancos de King, unos que gritaron justo a centímetros de él, acaparando espacio disque personal para ambos.

¡¿Y ahora dónde estabas?! — cuestiono, una de sus manos iba directo a la botella que traía consigo, arrebatandosela en segundos, la botella ya casi vacía, estaba alzada al aire entre los guantes blancos, veía la etiqueta, después al demonio y nuevamente al licor.

No te importa — soltó simple, la voz casi monótona había golpeado la firme voz del rey, calandole la ira, porque él mismo sabía que le hacía cuando respondía de esa forma, como esos nervios los hacia florecer bajo la piel, mientras él y apenas podía notarlos después de estallar en contra.

Pasaba de largo junto al cuerpo de Dice, restandole importancia a cada pequeño paso que iba lejos de él, ignorandolo, todo para que en él igual empezará a picar esa parte de superioridad y dominancia en todo, más en el de piel blanca.

Girando su figura, mirando directo a la dirección que tomaba el desgraciado, así como lo llamaba el mismo en sus mañanas — ¡Ven acá! — lo llamo una, dos, tres veces, para que fuera aún ignorado, ardiendo en el fuego del coraje — No creas que por vivir aquí vuelves a la hora que te de la chingada gana — comenzando un algo directo y que podía o no ser cierto.

✞ⅈ ℳⅈՏՏ Ͳℍℰ ℳⅈՏℰℛℽ✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora