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Recostado en la camilla del consultorio, sigo las instrucciones que la joven enfermera me indicó. Alcé mi camisa hasta el pecho y me relajé. Off estaba a un lado de mí, mandándole mensajes a Dan, maldito rubio platinado, aún no lo olvidaba.

El doctor unta el líquido especial en mi estomago para poder dar inicio al ultrasonido.

Off guarda el celular en su bolsillo cuando el doctor empieza a hablar.

—Miren, chicos, estos son los bebés, se ven bien a pesar de estas en un lugar pequeño, estás muy delgado, Gun —el doctor me miró seriamente. Hace un mes me había dicho lo mismo—. ¿Seguiste la dieta que te di?

Asentí, claro que lo había hecho.

—Claro, de hecho, en las colaciones buscábamos algo con un poco más de calorías para subir más, no sé porque funcionó.

El celular de Off sonó varias veces, seguida y ruidosamente, indicando que tenía un par de mensajes nuevos. Seguro eran de Dan.

—Muy bien, entonces creo que veremos otra dieta y algunas cuantas vitaminas.

El doc movió el aparato un vi una mancha algo borrosa, aun así se lograba ver la forma del bebé.

—Éste es su bebé número uno, se ve bastante bien, cuenta con todas las extremidades... Hagamos un acercamiento —tecleó algo en la pequeña computadora—. Ésta es su carita, vean, está molesto —los tres reímos. Y creo que era verdad, pude notar la carita de mi bebé arrugadita.

Él siguió moviendo eso, como si estuviera buscando algo, hizo algo que me dolió y gemí, se disculpó y sonrió victoriosamente.

—Muy bien, papás, lo tenemos, espero que estén listos para saber que será el primer bebé.

Off y yo asentimos efusivamente, estaba nervioso, sea lo que sea nosotros lo o la íbamos a cuidar mucho. Aunque... Estaría bien una nenita.

El teléfono de Off sonó nuevamente, reconocí el tono de llamada.

—Esperen... Esperen.... — el doc decía entrecerrando los ojos, viendo en la pantalla— ¡Es un niño! ¡Felicidades!

Sonreí, me gustaba la idea de tener a un pequeño niño corriendo por mi casa.

Escuché a alguien esnifar y volteé, Off tenía los ojos y la nariz roja. Reí bajito, él se siguió. Estiró un poco la espalda y besó mis labios cortamente, regalándole un "te amo" susurrado.

—El otro es más difícil, ¡no te escondas! —murmuró el doctor, hablando con él bebé. Parecía un niño pequeño jugando a los vídeo-juegos.

—¿Usted qué cree que sea? —preguntó Off, con voz gangosa.

—No tenemos muchas opciones —dijo el doc—, pero la mayoría de veces los dos son del mismo sexo.

Off asintió, entendiendo perfectamente lo que dijo el doctor.

Su celular sonó unas cuantas veces más, tonos de mensajes y algunas llamadas, ¿quién carajos insistía tanto? ¿acaso alguien se estaba muriendo? ¿acaso no podían jodidamente esperar?

—Es otro niño, los felicito de nueva cuenta, papás —el doc tendió su mano a mi novio en modo de felicitación y a mí también.

¡Dos lindos niños!

Doc le dio unas indicaciones a la enfermera, una de ellas era ayudarme a que me pare. Le tomé la mano y me impulsé, antes de eso ella ya había limpiado mi pancita con toallitas húmedas.

Él móvil de Off sonó, volteé a verlo y le alcé una ceja, él sólo sonrió en modo de disculpa.

Salimos de ahí, no sin antes dar las gracias por todo, Off pagó la cuenta y nos subimos a su auto.

—Joder, Off, que horrible es esto ¡cuando menos pon el puto celular en silencio, es jodidamente exasperante! —grité, pegando mi cabeza en la ventana, suspirando pesadamente.

—No tienes porque malditamente gritar, imbécil —murmuró, sonando grave y realmente molesto.

Volteé a verlo, incrédulo ¿me había dicho imbécil? ¿Qué estaba mal con él? Suspiré nuevamente, calmándome, no le iba a decir nada, no quería hacer más grande esto, era una estupidez.

Hizo lo que le pedí, puso su celular en modo para vibrar, lo que agradecí internamente.

Llegamos a casa y entré directamente a la habitación, me sentía horriblemente cansando.

Babies for Gun °OffGun°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora