swimming in our memories we ask ourselves: do we know who we are

water I

Finalmente me he levantado.

Mis recuerdos y pensamientos eran un borrón de cosas que me dejaba mareado. Es por eso que ahora estoy en la bañera.

El agua recorre mi cuerpo. Me ayuda a calmar la mente. Relajar mi cuerpo. Salir del mundo durante unos momentos. Drenar mis recuerdos.

-¿Louis?-

-Hey Harry- contesta él al otro lado de la línea del teléfono

-¿Puedes venir a mi casa? Mi mamá quiere hablar contigo-

-Eh...si, ahora mismo voy para allà-

No dice más y corta la llamada. Sé que está nervioso.

-¿Harry?- pregunta Anne- ¿Vine ya?-

Asiento con la cabeza.

-Ven hijo, quiero aclarar un par de cosas contigo-

Me siento a su lado en el sofá.

-Louis ahora va a pasar a ser tu tutor legal mi pequeño, pero quiero que quede claro que yo sigo siendo tu madre y vas a seguir haciendo lo que yo diga aunque estés en queen’s land…-

-Princes park- la corrijo con una sonrisa

-Lo que sea- dice ella- Tú eres y siempre serás mi pequeño. ¿Qué voy a hacer yo ahora sin ti?-

Me lanzo a sus brazos repartiendo besos en su cara.

-Tranquila mamá, Louis va a cuidar bien de mi- le aseguro

-Estoy bien segura, me encargaré de que le quede bien claro-

-¡Mamá!-

-Ni mamá ni nada, se que Louis es un buen chico pero no pasa nada por recordar lo que les pasa a las personas que se meten con mi hijo. Además tu me vas a llamar cada dia-

-Cada día mamá- digo mientras ruedo los ojos

-Y no vas a comer dulces hasta vomitar-

-No voy a comer dulces hasta vomitar-

-Y no te vas a quedar toda la noche viendo la televisión-

-Y no me voy a quedar toda la noche…-respondo con pesadez y una sonrisa en el rostro.

-Y…-

-Mamá tranquila- digo mientras me lanzo a sus brazos- No me voy a una misión espacial suïcida, solo es Louis-

Ella me abraza con fuerza. Estamos un buen rato así. Mi madre sigue hablando de cuánto me va a echar de menos, de que no haga esto, de que vigile con lo otro, de que la llame...

Escucho que llaman a la puerta.

Mi corazón se acelera.

Me levanto de un salto para abrirla.

Una sonrisa de labios finos con los pómulos marcados y unos ojos hermosos ojos azules me reciben.

Mis esmeraldas le devuelven la mirada con alegría.

Aún recuerdo la cara que puso cuando mi madre le dijo que le daba permiso para llevarme a princess park con él.

La emoción en sus ojos cuando le hizo firmar los papeles de la custodia y etcétera.

Su cara seria cuando mi madre empezó a sermonear sobre que si me pasaba algo iba a clavar su cabeza en una pica.

Recuerdo como subimos mis maletas al coche.

Como me despedí de mamá. 

Lo maravillado que quedé con la casa.

Lo feliz que estaba de que nuestros dos corazones estuvieran latiendo bajo el mismo techo.

Apoyo la cabeza en la pared de la bañera y vuelvo a abrir mi mente a más recuerdos.