Capitulo 3

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El pobre e indefenso animal esta atrapado entre un árbol y los dos tigres ansiosos por devorarlo, si lo ayudo podrá vivir con su familia y no tendrá que morir de la manera mas injusta aquí en la isla, comido por los hambrientos tigres que anhelan su carne y la satisfacción de tener mas fuerza que cualquier animal de la isla. Si yo estuviera en esas condiciones, quisiera que me salvaran ¿no? por eso es mi deber y mi obligación ayudar a esa criatura que se merece una vida larga y tranquila como todos los demas. Me acerco silenciosamente al pie del árbol donde el cachorro está atrapado, pero antes de actuar tengo que pensar en lo que haré ¿alguna idea? podría simplemente ir y enfrentarme a ellos pero dudo que esa sea una buena idea ya que ambos terminariamos siendo su almuerzo, podría distraerlos y esperar a que se vallan para salvar a la criatura. Definitivamente la segunda llama más mi atención.

Tomo una rama del árbol donde estoy y espero el momento para arrojarla lo más lejos que mi brazo me permita hacerlo. La arrojo y ambos tigres titubean un momento y van en busca del misterioso sonido que llama su atención dejando su presa sin vigilancia dandome la oportunidad de salvarlo de sus garras y dientes afilados.

-Ven cachorrito, te salvaré de estos horribles y abusivos animales.-le susurro de manera tranquila a pesar de que estoy por tener un ataque de pánico por miedo a que regresen antes de que haga mi movimiento.

El cachorro parece comprender lo que le dije porque en segundos ya estaba intentando trepar el árbol, pero es en vano porque sus garritas no son lo suficientemente afiladas para lograr encajar en el árbol para dejarlo subir, lo que me obliga a estirarme al máximo para poder alcanzarlo. Tomo al cachorro y me voy a la velocidad máxima que alcanzan mis pies sobre la textura de los árboles, musgo y hojas secas que ya han dejado de estar unidas a todo lo que conocían. Mi respiración está al límite pero por fin consigo llegar a mi cabaña, por fin estoy a salvo.

El cachorro llega y enseguida se acurruca en una esquina, parece asustado y confundido, pero con un extraño tono de seguridad, lo que me dice que no debe tener familia o alguien que cuide de él. Yo soy lo único que tiene, y no pienso dejarlo.

-Tranquilo pequeño, no te haré daño.-digo con suavidés, a la cual el cachorro responde muy bien y amistosamente.

-Eso buen cachorro, creo que te llamaré...-me detengo para pensar un momento.-Simon. Eso te llamaré Simon. ¿te gusta chico?

El cachorro da vueltas y agita su peluda colita, parece que le gusta su nuevo nombre. Parece que ya no estoy sola en el mundo, porque ahora tengo un hermoso y peludo animal, y su nombre es Simon. Un cachorro mascota no me vendrá mal, ya no estaré más sola con nada mas que mis escrituras. El día es corto aquí así que buscaré la forma de hacer mis deberes que son buscar comida y con que hacer mi fuego de noche de forma rápida para no quedarme sola de noche en la oscuridad y con los cientos de animales que quieren comerme.

La Escritora De La IslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora