Capitulo 2: Jodido día.

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- Nam y Jin estaban relajados en la habitación del mayor, acordaban un poco sobre su agenda y entre risas conversaban sobre el mixtape de Jin. Ambos pasaron la mañana juntos a pesar de ser muy temprano, normalmente sus día comenzaba a las 11 de la mañana.

- ¿Que tal si intercambias estás dos palabras por estás? Hyung -. Nam estaba dispuesto a finalizar la canción de Jin a como diera lugar, ya que su mayor estaba ya desde tiempo con la letra en la cabeza y nada se concretaba. Los dos estaban sentados en el escritorio a cada lado, murmurando letras de "aquí para allá".

- El moreno ya algo cansado comenzó a mirar detenidamente a Jin, su pijama de RJ, su cabello recién duchado, la piel de porcelana y la mandíbula cincelada, sabía que está era muy delicada y sensible, hasta que un pensamiento pasajero llegó por casualidad.

- ¿Si llegará a morder demasiado fuerte, mis dientes dejarían marca? -. Jin volteo a verlo con confusión apretando sus abultados labios. - ¿Si me muerdes? Creo que estás viendo muchas películas de vampiros con Yoongi -. Nam se quedó rígido, se suponía que había dicho eso en su cabeza, no en voz alta. Realmente era cercano a Jin, pero a su parecer morder su cuello no era algo que él haría, más seguro Jimin, JK, hasta Hobi. Se llevó su labio a sus dientes y comenzando a divagar para olvidar el tema.

- Jin ya llegando a un callejón sin salida en su cabeza dejo el lápiz sobre el cuaderno, se comenzó a sentir agotado mentalmente y frustrado. Debía terminar pronto, pero no quería agobiarse ya de más, ahora tenía a Nam como apoyó, podía descansar por unos minutos, luego por alguna razón proceso un poco más lo dicho por el moreno y algo divertido le vino a la cabeza. - ¿Y si lo intentas? - Miro a Nam y este le devolvió la mirada.

- ¿Ah? ¿Intentar? - Jin soltó una risita. - Si. ¿No quieres ver si dejas marca? -. El mayor coqueto tiro un poco de la pijama y mostró más su cuello y clavículas marcadas blancuscas. Jin vio la duda en los ojos de Nam por la propuesta, solo era diversión, estaban solo los dos y nadie se enteraría, además ya había jugado más o menos con los menores así, pero más en las manos y muñecas, nunca en su cuello. - Vamos, Nam. Te lo estoy pidiendo.

- NamJoon miro fijamente la piel expuesta y no pudo evitar pasar su lengua por sus labios resecos. No podía ignorar la petición de Jin. En un momento de su vida imagino hacer más de lo que le proponía el mayor, pero no se había atrevido por miedo, eso era lo que sentía ahora, pero tenía una pizca de lujuria. Bueno, si él se lo pedía, no le podía decir que no, ¿cierto? Solo era una pequeña probada del cielo.

- Nam se dirigió decidido al espacio y olisqueo, su aroma era a vainilla por él jabón. Jin espero paciente y sintió algo removerse en su corazón. Se vio expuesto cuando los labios al principio repartió besos suaves, luego hicieron más contacto desde su clavícula izquierda hasta su mandíbula, para luego sentir la presión de sus dientes que hicieron derretirse en la silla al mayor. Los suspiros se estaba agrupando, al igual que sus gemidos para dejarlos salir y sus piernas estaba temblando. No sé lo podía creer, ¿se estaba exitando por unos pocos besos?.

- Sus dientes apretaban con poco fuerza y estiraban la piel palida, luego sin aviso comenzó a chupar y ser más exigente. Jin no sabía que había pasado pero ya se encontraba sentado sobre su escritorio con Nam entre sus piernas, su boca en su cuello y él aferrado a sus ropas. Su cuerpo comenzó a picar con necesidad, una abrumadora ola de exitación lo hizo sostener más cerca la cabeza de NamJoon contra su piel. Sus gemidos que dejaba salir eran incontrolables y algo agudos, no soporto cuando las enormes manos de Nam fueron a parar a sus largas piernas. Sus piernas eran su debilidad, maldición.

- Jin ya no se reconocía, él era el mayor, si le pedía algo a NamJoon este solo lo hacía, así de simple. Estaba acostumbrado a ser algo dominante con él. Y aún así siendo como era, ¿en qué momento le llegó el deseo de sentir al menor sobre él?, y sobre todo ¿cuando quiso que lo jodiera hasta que llorara de placer? Todo paso tan rápido y no se dió cuenta.

- Namu~ - Gimoteo. - Esto... Debemos parar, los chicos están despiertos-. Jin trato de ir con la razón, aunque lo habitual era que NamJoon fuera quien le advirtiera. Las manos que daban caricias pasaron a su redondo culo para ser manoseado. Jin casi salto por la impresión, Nam nunca era tan indecente, nunca mostraba ese lado abiertamente. - Solo un poco más, Jinie.

- Jin lloriqueo en voz alta y maldijo mientras Nam seguía haciendo travesuras. Todo resonaba a bajo volumen a fuera de la habitación, Jung Kook podía escuchar con claridad la voz gastada de su hyung. Había estado parado allí desde que comenzó todo el jugueteó, JK solo había abierto la puerta de lo más silencioso para asustar a los dos mayores como siempre, y cuando los vio Jin estaba retando a Nam, él solo apoyo la causa y les hizo ser sinceros. Cómo debía ser.

- Decidido por lo que sabía que pasaba en la habitación, esta vez fue más ruidoso y entró. - ¡Hyungs! Lo de hoy... - JK fingió desconcierto al ver a Jin en la cama con su camisa abierta, dejando ver los rosados pezones que eran retorcidos entre la boca de Nam, mientras se restregaban sus miembros sobre la tela.

- Kookie~. Esto no es lo que parece. Es un malentendido. Déjame explicarte-. Kook solo sonrió y nego con la cabeza, ¿Jin le iba a dar explicaciones mientras estaba atrapado bajo el cuerpo de Nam semidesnudo?. - No es necesario, hyung. Yo no le diré a nadie. Puede seguir "escribiendo" su canción con NamJoon hyung-. El menor se dió la vuelta para salir.

- Bebé, quédate-. NamJoon lo llamó para luego liberar sus penes de su prisión, comenzó a masajearlos juntos y tiro de los pezones de Jin. El mayor se retorció de gusto.

- Nam solía decirle a JK: Bebé, era una manera muy íntima de ser llamado para el menor. Si Nam solo decía eso, Kookie lo complacía en cualquier cosa, sin importar que fuera. El moreno quería que su bebé se quedará. Kook miró como Nam torturaba a Jin con su pene en mano, él quería también un poco. Solo un poquito y bajarían. Su apretada entrada se contrajo con anticipación. Sus hyungs debían ser honestos, pero también él. JK se sacó la chompa y se dejó caer en la cama. - Déjame chuparte, hyung.

- Jin se estremeció cuando sintió ahora a los dos al rededor, mirándose como animales. El problema era ¿quien iba a dejar sus marcas primero?

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Hola. Acá se acaban los preámbulos, vamos a comenzar con los platos fuertes, jeje. Espero que les allá gustado el capítulo, al igual que mi forma de escribir, háganmelo saber.

Gracias por leer.

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•Mont•

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2021 ⏰

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