Capítulo 33:Dios contra Arcángel

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Alzando la espada alada, el combate  entre el Dios del inframundo y el más fuerte de los cielos ha comenzado

Meliodas:Eh de decir que no esperaba una batalla tan interesante

Mael miró con seriedad al rey demonio, aun si tenia su "máximo" poder, debia estar preparado para todo

Meliodas:Sate...¡empezemos de una vez!

El primero en moverse fue Mael, quien quería limitar el movimiento de su oponente. Apareciendo frente al rey, tiró una estocada con su espada usando toda su fuerza, en respuesta los látigos del rey demonio detuvieron con sus manos el arma, aun así y para sorpresa colectiva, el metal del que estaban hechas esas falsas extremidades comenzaron a derretirse, hasta que un golpe de la palma del rey impactó con el pecho del arcángel, alejando a la diosa junto a la espada

Meliodas:¡Gurrrh!

El rubio sujetaba su cabeza con su mano derecha debido al dolor infligido por los necios deseos de su primogenito

Merlín:Parece que la voluntad del capitán es difícil de contener, incluso para el rey de los demonios

En otro lugar...

El rey demonio bloqueó con su espada el ataque del Meliodas, quien dio una voltereta para evadir el contraataque de su padre

Meliodas:¡¡Hellblaze!!

Una gran llamarada de fuego cubrió al rey demonio, pero de entre las llamas salió el puño del rey, quien golpeó y devolvió al suelo a su hijo

R. Demonio:Unas llamas como esas no serán suficiente

El rubio escupió sangre y se lanzó al ataque, chocando espadas con el rey demonio, quien en poco tiempo lo superó y enterró en el suelo

R. Demonio:Tú-...

Meliodas:¿¡Eh!? Que ocurre!?

El rey había detenido sus ataques derrepente, mirando a la nada antes de sonreír

R. Demonio:Un nuevo traidor se acaba de meter en el campo de batalla

En Camelot...

Meliodas:¿O es que vienes a ayudar, Zeldris?

El azabache estaba usando sus alas para moverse hasta ellos, tenía algún que otra herida de su pelea anterior, pero las mas graves ya parecían haber sanado

Zeldris:¡¡Ya cumplí mi parte!! Ahora te toca a ti Meliodas!

Meliodas:Lo siento. Meliodas no esta disponible, intenta otro día

Zeldris:¿Qué...? Tú!?

Meliodas:Siempre demorando, por eso elegí a Meliodas como mi sucesor

Zeldris:¡¡Padre!! Tengo asuntos con Meliodas, no te metas!!

Meliodas:¿O que harás? Me traicionaras como con aquella vampiro?

Zeldris:¿Tu lo sabías?

Meliodas:¡Ha! Por quien me tomas!? Yo soy aquel que hace sangrar las montañas!! El rey de los demonios!!

Zeldris:Esto no es bueno

Meliodas:No para ti. Como padre eh de decir que estoy decepcionado, por eso...

Los látigos del rey demonio se separaron de su cuerpo para transformarse en una especie de clon de metal, del cual solo se podían diferenciar del oro los símbolos de los decretos, esta figura se elevó hasta la altura de Zeldris y atacó transformando su brazo en una espada

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