Contrato Íntimo.

Cap 13.

Al día siguiente cuando llegué a mí oficina me encontré una cajita de regalo con una rosa roja y una nota.

*FELIZ CUMPLEAÑOS JOVEN SAENG, COMO NO PUDE DARLE SU REGALO ANTES... HOY SE LO DOY.... ESPERO Y LE GUSTE*.

CON CARIÑO... "KIM KYU JONG"

No pude evitar formar una sonrisa al leer esa nota, tomé la rosa y la oli, persivi el perfume de mi jefe, abrí el regalo y me lleve una mano a la boca, era una hermosa pulsera de oro con pequeñas piedritas negras.

Me puse la pulsera y enseguida le mande un mensaje a mi querido jefe para agradecerle.

*MUCHAS GRACIAS POR SU REGALO ME ENCANTO... PERO CREÓ QUE NO DEBERÍA HACERME REGALOS TAN CAROS PORQUE NO QUIERO ACOSTUMBRARME*.

ATTE: YOUNG SAENG.

Puse la rosa en un pequeño florero que tenía en mi escritorio donde yo aveces ponía una flor para que diera vida a mi oficina..

Me puse a trabajar y la recepcionista del Banco no tardó en ponerse en contacto conmigo, para avisarme que el señor Kim Hyun Joong, acababa de llegar.

Le pedí que lo dejará subir y que mi jefe en persona lo atendería, que ella misma lo llevará asta su oficina..

Durante el tiempo que Hyun, estuvo encerrado en la oficina de mi jefe yo no salí de mi oficina y mi jefe tampoco me mandó llamar.

Cuando se llegó la hora de irme a comer fui hablar primero con mi jefe para comunicarle que tomaría mis vacaciones, porque ya me tocaban y porque me iria a París, con mis amigo.

"¡Claro que no irás a París, con ese amigo tuyo!". Gritó molesto.

"¡Claro que si, lo voy hacer señor!, ¡usted no va a decirme con quien quiero pasar mis vacaciones!, ¡yo sólo le estoy avisando porque usted me pidió que lo mantuviera informado de donde y con quien salía a divertirme y eso estoy haciendo!

Salí de su oficina para no seguir discutiendo, los siguientes días tuve que soportar su mal genio.

"¡¡¡París, ahí vamos!!! Gritó MiNam, y HyungJun, cuando abordamos el avión. Cuando llegamos a París. Yesung, ya había reservado unas habitaciones para cada uno en un lujoso hotel.

Me la estaba pasando de maravilla asta que mi guapo jefe me hizo una llamada.

"Hola". Respondí de mala gana.

"¿En que hotel estas hospedado y cuál es el número de tu habitación?" Me preguntó.

"¿Para qué quiere saber a caso piensa venir hasta acá?"

"¡Te estoy preguntando porqué ya estoy aqui en París!"

No lo podía creer mi jefe me había seguido a París, a caso estaba loco y obsesionado conmigo.

"Estoy esperando tú respuesta Saeng".

Le tuve que decir cuál era mi habitación del hotel dónde estaba, incluso tuve que avisar en la recepción que le dieran una llave, porqué esas fueron sus órdenes.

Me la pasé todo el día con mis amigos de un lado para otro y regresamos ya de madrugada al hotel, cada quien se fue a sus habitaciones. Cuando abrí la puerta de mi habitación lo primero que miré fue a mi jefe centado en uno de los sofás con un vaso de coñac en su mano.

"¡Vaya asta que llegas! pensé que: ¡te quedarías en la habitación de tu amigo!" Yo sólo me crucé de brazos.

"¡Y yo no puedo creer que me haya seguido asta aquí!, ¡pensé que al menos este fin de semana me libraria de usted!".

Él se carcajeo y se puso de pie y como era su costumbre me agarró fuerte de mi cintura y me besó.

"Te dije que no te librarias tan fácil de mi Saeng, así que deja de estar tan a la defensiva conmigo porque no te servirá de nada, pienso disfrutarlo toda la noche".

"Al menos dejé me de una ducha antes de que me someta, porqué me la pasé de un lado para otro".

"Esta bien y en tu cama te dejé ropa, quiero que te la pongas".

Me fui a la recámara de esa habitación y sobre la cama mire ropa interior de satín negro. "¡Enserio quiere que me ponga esto!". Dije cuando la miraba. 'En que demonios estaba pensando cuando le firmé ese contrato'.

Me bañé y después me puse la ropa que me dijo. Cuándo estuve listo me pare en el marco de la puerta y me recargue.

"¡Ya estoy listo para que haga lo que se le antoje conmigo!" Dije mordiendo mi labio.

Mi jefe se puso de pie para verme y el también se mordió el labio.

"¡¡Te miras hermoso Saeng!!". Puso el vaso sobre la mesa y camino asta mí desbotonando su camisa la cuál avento a un lado. "¿No tienes idea de todo lo que te haré esta noche?"

"Espero y sea delicioso lo que piensa hacerme".

"De eso no tengas ninguna duda".

Me comenzó a besar pero esta vez lo hacía con mucho cuidando y apasionado, cómo si en vez de sólo querer tener sexo conmigo quisiera hacerme el amor.

"Saeng, me vuelves loco, eres el primer chico que me hace sentir tantas ganas de hacerte mío una y otra vez".

'Si ya me di cuenta' pensé.

Me acostó en la cama y miré que agarró su corbata y se acerco a mí con esos ojos llenos de lujuria, me amarró mis manos con ella a la cabecera de la cama.

Me empezó a besar desde la punta de mis pies, asta mis labios, yo quería tocarlo pero no podía porque mis manos estaban atadas.

Entraba y salia de mí con suaves movimientos, esta vez no lo hacía con fuerza, como en las demás ocasiones, incluso me preguntaba si no me estaba lastimado.

Cuando por fin desató mis manos puede tocarlo. "me gusta como lo hace esta vez, me refiero a cómo tiene sexo conmigo". Dije entre jadeos, me miró a los ojos.

"Es que no sólo estoy teniendo sexo contigo Saeng, te estoy haciendo el amor". No supe que decirle y sólo lo besé.

"No sabía que hacer el amor fuera así, se supone que uno solo hace el amor con la persona a quien ama". Dije separando mis labios de los de el.

Mi jefe me agarró mi cara con una de sus manos y la acarició con suavidad.

"Lo sé Saeng, uno solo le hace el amor a la persona que ama y eso, ¡es lo que estoy haciendo yo! Le estoy haciendo el amor al hombre que amo, porque te amo, me enamoré de ti sin darme cuenta".

"¿Pero...?" Me puso uno de sus dedos en mis labios para que no dijera nada.

"No digas nada, solo queria que supieras que te amo y si, siempre me la pasó acosandote y prohibiendo para que no salgas a divertirte con tus amigos, es porque tengo miedo a que te enamores de otro hombre cuando yo, ¡quiero que te enamores de mi! por eso a hora quiero decirte que te amo, quizás me enamoré de ti desde aquel día que te mire por primera vez con tu uniforme de recepcionista hace cinco años.

Me quedé con la boca abierta, ¿Acaso mi jefe ya me conocía desde antes? pero como es eso posible si yo hace apenas unas semanas sabía de su existencia.