Cap 7.

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Desperté... me encontraba desnudo bajo las sábanas de aquella enorme cama, mi jefe ya no se econtraba a mi lado, me senté con todo mi cuerpo adolorido, busque mi ropa pero no estaba ahí sólo estaba la ropa de mi querido jefe sobre el sofá.

Tomé su camisa y me la puse, me dirigí al baño para lavar mi cara y mis dientes al ver que ahí había cepillos aún empaquetados abrí uno y lo use, salí de la habitación y un olor a comida inundó mi olfato, caminé asta donde se encontraba la cocina y ahí estaba mi apuesto jefe con un mandil, preparando el desayuno, no pude evitar formar un sonrisa en mi cara al verlo, se miraba tan sexi.

Me recargue en el marco de la puerta, no podia creer que el hombre odioso que me abia echo firmar un contrato para que tuviera sexo con el estuviera cocinando después de haberme hecho gritar de placer y dolor.

"Buenos dias". Dije sin dejar de verle su firme trasero que se marcaba a la perfección en esos pantalones color caqui que llevaba puestos y sus brazos que resaltaban en esa camisa de vestir color negro.

"Buenos dias". Volteó a verme. "No quise despertarte y aproveché para salir a comprar algo para desayunar mientras descansabas".

Me acerqué y me pare junto a él. "¿Quiere que lo ayude en algo?" Me volteó a ver y me dio un beso en los labios.

"No es necesario ya terminé, mejor siéntate, déjame consentirte por haberme echo pasar una buena noche".

Me senté y el me arrimó un plato con huevos revueltos, tocino y puré de papa, hasta la boca se me hizo agua sólo de ver esa deliciosa comida frente ami. "¿Usted preparó todo esto?"

"¡Si!... ¿a caso dudas que sepa cocinar? Colocó su plato frente al mío. "¿Quieres jugo de naranja o cafe?"

"¡Jugó por favor, yo no tomó café!, y no dudo que sepa cocinar... sólo que no pensé que fuera así".

Se sentó frente a mi poniendo un vaso de jugo y una taza de café sobre la mesa.

"¿Así como?" Me miró y levantó una de sus cejas. "También puedo ser detallista joven Saeng, aúnque no parezca llevó algo de romanticismo dentro de mí, y más con las personas que me complacen, a sí que no se le haga extraño estas cosas, por que de vez en cuando podrá encontrar obsequios o rosas sobre su escritorio de trabajo y esos serán de mi parte para usted".

"A parte de hacerme firmar un contrato para tener sexo con usted piensa ¿comprarme con sus regalos?". - miré que se puso serio mientras llevaba un pedazo de tocino a su boca.

"¡Yo núnca pagaría por tener sexo!, sólo me gusta ser detallista y usted no será la excepción.

Me quedé en silencio hasta que terminé mi desayuno, pero no evitaba sentir nervios porque mi jefe no me quitaba la vista de encima..

"Me toca a mi lavar los platos". Dije cuando terminamos de comer.

"¡Aquí usted es mi invitado joven Saeng!" Se puso de pie y levantó los platos y los puso en el fregadero y los empezó a lavar. Yo seguí sentado mirando su espalda ancha pero el sonido de un celular me distrajo, era mi celular.

Me puse de pie y lo empecé a buscar pero cuando lo encontré ya habían colgado, había sido Yesung, quien me había llamado... en seguida me llegó una notificación de un mensaje de él, lo abrí.

~"¡Hola cariño!, buenos dias, quizás sigues durmiendo, bueno; sólo quería decirte que nos reuniremos en el restaurante de siempre para comer a las 3 de la tarde, besos"~

Cerré el mensaje y puse mi celular sobre la mesa de centro.

"¿Quíen era?". Levante la vista y mi jefe estaba parado en la puerta de la cocina. "¿No me digas?... ¡deja adivino!... ¿Era tu amigo ese que te abrazó ayer de la cintura, en ése bar para que bailaras con él?"

Abrí los ojos '¿a caso me había mirado en el bar con Yesung?' pero era lógico ya que me había seguido desde que salí de mi edificio.

"¡Si, era él!"

"¿Y que quiere? !porqué te recuerdo que pasarás todo el fin de semana teniendo sexo conmigo aquí en mí departamento¡"

"Sólo me avisaba que, nos reunimos hoy para comer como lo hacemos desde que estábamos en la preparatoria con nuestros amigos con los que me encontraba en el bar anoche".

"¡Entonces llámalo y dile que no irás!" Se acercó a mi y me agarró fuerte de la cintura y me acercó a él. "¡Y no quiero volver a ver que ese tipo te abracé ¿entendido?, él, ni nadie mas!" .

Trague saliva. "¡Sólo es mi amigo núnca se ha propasado conmigo!, pero si dejo de reunirme con mis amigos de la noche a la mañana se preocuparan y me empezarán hacer preguntas, y no les puedo decir que: ¡me acuesto con mi jefe cada que él tiene ganas! porque si digo algo: usted hará que pague un millón de dólares y no tengo todo ese dinero para pagarlo, así que no me pida que me aleje de mis amigos".

Me miró a los ojos sin dejar de abrazarme de la cintura. "¡Esta bien!, puedes reunirte con tus amigos como de costumbre incluso puede salir a divertirse con ellos, pero no quiero que tengas sexo con nadie que no sea yo... ¿entendido?" Yo asentí con mi cabeza. "Y quiero que me digas cada que te reunas con ellos".

"¡Está bien!" Me besó con desesperación hasta dejarme sin aliento.

"Ahora hay que darnos una ducha para que te puedas ir a reunir con sus amigos".

"Está bien". Caminé hacia el baño y sentí como me dio una nalgada. ¡¡Aaaay!! Grité cuando sentí la nalgada que me hizo dar un brinquito. "Disculpe... ¿Quisiera saber dónde está mi ropa?"

"La metí a la lavadora, entra al baño mientras yo voy por ella".

Entre al baño y me pare frente al espejo que ahí había de cuerpo completo y me quite la única prenda que cubría mi cuerpo y era la camisa de mi jefe... Me quedé mirando mi cuerpo y mire que me había dejado muchas marcas en mi pecho.

Mi jefe entró al baño y se paró detrás de mí y me miraba a través del espejo. "¿pasa algo?" Me preguntó.

"Nada, sólo miraba estas marcas que me dejo". Las toque con mis dedos.

Miré que se quitó su ropa quedando desnudo y me hizo que volteara a verlo, él también tenia mordidas en su pecho, ¡mordidas que yo le había hecho!

"¡Lo siento!" Le dije mientra tocaba las marcas en su pecho.

"No se disculpe usted tienes más mordidas que yo, incluso hasta en su espalda".

Giré mi cabeza para ver mi espalda átravez del espejo y era verdad tenía marcas en toda mi espalda Incluso hasta en mis nalgas.

"Fueron los resultados de la desesperación que me hiciste sentir".

Me agarró mi cara con ambas manos y me besó, caminó conmigo hasta la regadera y me paró debajo del chorro de agua sin dejar de besarme, sus manos me empezaron a tocar asta que me levantó de las nalgas y me recargo en la fría pared, y me penetró con fuerza haciéndome jadear, esta vez ya no me dolió y eso hizo que lo disfrutará más , tuvimos sexo debajo del chorro de agua hasta que las convulsiones aparecieron por un orgasmo.

Después de tener sexo me baño con mucho cuidado, cuando salí del baño ya tenía mi ropa limpia sobre la cama, me vestí frente a él, igual cómo él lo hizo frente a mí

Contrato Íntimo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora