00 Han Jisung

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El viaje estaba siendo realmente tranquilo y eso ayudaba a que su cuerpo pudiera descansar.

La noche anterior no había dormido nada por los nervios o quizás el miedo de ir a otro país a estudiar. Le aterraba el no poder encajar, la incertidumbre de si haría amigos rápidamente o le costaría lo abrumaba, incluso se encontró a si mismo intentando ensayar este dialogo con el que se presentaría a los demás.

Su mente no paraba. Y eso solo aumentaban sus ganas de llorar, pero no podría derrumbarse ahora. No cuando le había costado tanto convencer a sus padres de que estaría bien, de que las multitudes no le afectarían, de que necesitaba esto para crecer.

A sus cortos 16 años de vida lamentablemente Han Jisung ya había pasado por muchas cosas.

Cuando tenía 7 años, antes de que su padres comenzaran a preocuparse más por él, falleció su abuela. La mujer que lo había prácticamente criado hasta ese momento y la mujer que le había enseñado lo buena que es la vida cuando estas bien acompañado. Desde ese momento comenzó a ser un poco más reservado y aunque el siempre lo negara, todos sabían que este suceso lo había marcado.

Después de esto, 1 año después, su hermano mayor Han Wooseok decidió que era momento para irse e intentar hacer su vida mientras le insistía a su hermano menor que enterrara aquellos tontos sueños que apenas florecían acerca de la música como algo que haría con su vida. Decía que aquello no era más que desviaciones que lo llevarían por un mal camino y no lograría ser alguien como su padre, o en su arrogancia, como el mismo.

Wooseok dejo la mansión Han y se dirigió a Tokyo para ser alguien. Y al principio lo fue, un hombre exitoso, reconocido, sin embargo, creyó que ahora teniéndolo todo podía comenzar a tomar de esos pequeños placeres de la vida.  Autos, casas, mujeres, botellas, fiestas, eventos, hizo de todo y aun así termino estancado. Fue un terrible accidente el que le termino por quitar todo, incluso la posibilidad de intentar salir adelante.

Regreso a la mansión Han en aquella silla de ruedas, cuyo ruido paso a ser de las peores sensaciones que Jisung jamás habría querido experimentar.

A los 10 años Jisung intentaba vivir sin problemas, sin embargo ahí estaba el escuchando los problemas de todos sus amigos y cuando era su turno simplemente tenía que mentir diciendo lo feliz que estaba y lo bien que le iba, no tenía fuerzas para contar cosas que paradas al lado de sus amigos parecían tan insignificantes. Fue a los 12 cuando se derrumbó por primera vez, que la psicóloga le dijo que minimizar sus problemas no estaba bien y que cada uno sobrellevaba las cosas de manera diferente.

Así que a los 13 intento alejar esas manías que tenía por llenar su vaso de agua y que cuando este estuviera a punto de desbordarse solo tenía que buscar otro recipiente y ahí seguir vaciando su dolor. Cuando tuvo los 15 años recapacitó acerca del buen año que había tenido, esperando que todo se mantuviera así.

Tristemente no fue así y lo que le siguió fue un año lleno de incertidumbres. Comenzó perdiendo todas las pasiones que tenía, la música pasó a ser algo en segundo plano. Olvido lo mucho que amaba escribir canciones o componerlas, incluso escucharlas, así que cuando cayó en la cuenta intento sentarse y continuar sin embargo sintió como si se estuviera forzando. Lo mismo con el baile, lo mismo con la pintura.

Ahora solo veía su celular sin saber que hacer, eso sumándole el que sus padres comenzaran a ser exigentes sobre que decidiría estudiar. No lo sabía y le quedaba poco tiempo.

Por eso mismo, con la ayuda de su psicóloga, decidió que alejarse de casa sería una buena opción además de que a donde iría le serviría para descubrir que quería hacer con su vida.

Así que Jisung ahora se encontraba despertando de la pequeña siesta que había conseguido tener durante todo el vuelo. Su cuerpo estaba un poco entumecido y no podía evitar que sus manos sudaran un poco.

Private School [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora