Atenea Stark, hija del mismísimo Anthony Stark, el playboy de Nueva York o mejor conocido como Iron Man uno de los mas grandes Vengadores del planeta, pero no hablemos de el, esta es mi historia y no de mi padre así que.. comenzare desde el inicio.
Yo Atenea Maria Stark Potts nací el 29 de mayo del 2001, mi padre y madre me tuvieron en la gran manzana, creci llena de privilegios y gente a mi alrededor que deseaban ser yo, claro quien quiere ser una persona normal si puedes ser la mismísima Atenea Stark, mi nacimiento fue la noticia del año para America. Pepper me quería mandar a una escuela muy de la alta sociedad pero desde que tengo conocimiento me e sentido mejor con lo básico que con lo que me dan, las cunas de oro no son para todos..
-Papa creo que es hora de que me dejes ir a una secundaria normal, podría ir con.. como se llamaba el niño araña?, ah sí pedro!- Decía Atenea pero su padre solo solo una carcajada sarcástica.
-Peter, cariño y creo que deberías convencer a tu madre en vez de perder el tiempo conmigo, pero dime una cosa antes de que vayas.. no causarías problemas cierto cielito?- Atenea miro fijamente a su padre imitando su carcajada.
-Realmente seria tu hija si no me metiera en problemas?.. JA- Atenea se dio la vuelta y siguió su camino hacia el jardín de su enorme casa en Malibu, en donde se encontraba sentada su mama trabajando en su computadora.
-...Mami?..- Dijo Atenea mientras se acercaba para sentarse sobre su madre haciendo un puchero con su cara.. Pepper ya sabia que significaba esa cara y mas si la veía en su esposo cada vez que quería algo.
-No..- Dijo a secas la rubia haciendo que atenea cambiara totalmente su cara.
-Que?! pero ni siquiera me dejaste hablar madre- Atenea fruncir el ceño pero sabia que su madre no hablaba en serio, - Ya hable con mi padre y por supuesto que lo que te voy a decir el esta 100% de acuerdo.- Se podía ver como Tony escucho lo anterior haciendo que su cabeza se negara de un lado para otro.
-Quieres ir a la secundaria en Queens, no señorita?- Atenea solo sonreía sabiendo que su próxima respuesta seria la que ella buscaba..
-Creo que es tiempo de que puedas tener una vida normal, si es en serio lo que quieres cielo?- Pepper abrazaba a su hija mientras le decía lo anterior haciendo que la sonrisa de atenea sea cada vez mas grande..
El verano ya había terminado y la familia Stark ya se dirigían de vuelta hacia Nueva York, Atenea se encontraba ansiosa por su nueva escuela y sus padres con los nervios de punta al saber que su hija ya estaba creciendo y su protección ya no podía ser una necesidad. Al llegar a la torre Stark, Atenea se dirigió rápidamente donde estaba Happy para que la acompañara a comprar todas las cosas para la secundaria, y hay estaba la pequeña Stark gastando la tarjeta de su padre en cosas que realmente sabia que no eran para ella sino que para su amigo que había estado hablando todo el verano, Peter..
-Porque no le confiesas a tu padre que tu amiguito secreto es Peter?- le decía Happy por el retrovisor a Atenea se encontraba envolviendo los regalos que le tenia a Peter.
Happy llevo a Atenea a Queens para darle sus regalos a su amigo arácnido, se escucho como Atenea baja del auto y tocaba el timbre, también se escuchaba como rápidamente Peter bajaba con emoción las escaleras para correr y abrazar a su mejor amiga.
-¡No puedo creer que estas aquí, WoW estas aquí!- Decía Peter a Atenea mientras la giraba en los aires.
-Me haras vomitar Parker!!, pero estoy realmente feliz de porfin verte y que no sea por una pantalla, pero antes de que me hagas vomitar quiero darte esto..- Atenea saco del auto los regalos y se los dio a Peter, su cara parecía como si tuviera miles de regalos de navidad.
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-Que..? noo, OH POR DIOS!- Atenea solo se reía de como Peter parecía un niño en navidad, y es así como después de haberle agradecido muchas veces Peter a atenea por los regalos para la secundaria se despidieron y la castaña emprendió rumbo hacia la torre Stark.
-Bueno.. mañana empieza una nueva vida..- Decia Atenea mientras que estaba apoyada en la ventana viendo las radiantes luces de su amada ciudad.
Las luces del radiante sol pegaban en la cara de Atenea haciendo que esta abriera los ojos lentamente para encontrarse a su padre sentado a los pies de la cama esperando a que se despertara.
-Buenos dias Cielito, emocionada por tu primer día?- Decía Tony entusiasmado por su hija.
-Mas que nunca papa.- Decía atenea sonriente.
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Espero que les guste! esto es solo el comienzo de una pequeña parte de mis sueños...
