Capítulo 19

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Las palabras de la pelirroja resultaron ser verdaderas, era un milagro que después de todos los golpes y arañados, los bebes siguieran vivos

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Las palabras de la pelirroja resultaron ser verdaderas, era un milagro que después de todos los golpes y arañados, los bebes siguieran vivos. Fue como si la persona fuera consciente de la existencia del feto y no lo quisiera dañar. Jasper estaba de los nervios en la sala de estar, moviéndose de izquierda a derecha sin descanso, empezando a molestar gravemente a molestar a Lucifer.

De un momento a otro, Lucifer agarro por la camisa al rubio, pegándole fuertemente a la pared, tanto que se hizo un agujero detrás de la espalda de Jasper.

—Cálmate de una puta vez, ella estará bien— tanto la mirada del rubio como del moreno eran amenazantes, como dos leones que cazaban a la misma presa—. Si no lo haces, juro por todo lo que más quería, quiero y querré alguna vez, que te mataré con mis propias manos, importándome poco que seas el compañero de Nix, ¿entendido?

No hubo respuesta del rubio, pero de igual manera, lo soltó volviendo a sentarse a un lado de Alice, quien se encontraba acariciando a la ya crecida perrita. Era con quien más se entendía luego de sus dueños.

Hubo complicaciones en el parto, causando que la hada despertara de su estado de inconsciencia, gritando de dolor, tan dolorosamente que incluso los pájaros salieron volando. No fue un parto natura, se podía considerar extremo, con un riesgo muy grande de que cualquiera de los tres murieran.

Carlisle hacia lo que podía junto con Frida y Rosalie para poder un nacimiento excelente. Consiguieron sacar con facilidad al niño, siendo en ese momento en el que la rubia tuvo que salir de la habitación para poder evitar su sed de sangre. Entro con prisa a la cocina, lavándose las manos demás de tres veces por cualquier motivo. Sintió la mirada interrogante de su hermano en ella, girándose le sonrió.

—Tendrás gemelos.

Un suspiro de alivio salió de sus labios, pasando a ser una sonrisa tranquilizadora, siguió acariciando a Star, soltando mientras tanto risas de felicidad. Después de tanto tiempo no podía creer que volvió a encontrar a su compañera y que podría, milagrosamente, tener bebes con ella. Se sentía como en el Paraíso.

Mientras tanto en la otra habitación, Frida logro sacar a la beba, cortándole mientras tanto el cordón umbilical. Se encargo de los bebes mientras el médico se ocupaba de volver a coser el abdomen Nixie, ayudando así al proceso de curación. Ella estaba dormida, descansando, su cuerpo todavía estaba latiendo, lentamente, pero seguía oyéndose el latido en la máquina. Limpio y curro todas sus otras heridas, preguntándose como y quien pudo llegar a hacer algo así.

Paso unas dos horas desde que la rubia salió cuando Frida salió con un bebe en brazos, era el niño, se lo paso con cuidado al padre, quien empezó a acariciar su pequeña carita, intentando que habrá los ojos. Miro a la chica frente suyo, después a la puerta, esperando a que salgo su otro hijo.

—Jasper...— su mirada viajo otra vez a la morena— es una niña— volvió a aparecer una sonrisa en su cara—, pero por algún motivo, está más débil que él. Puedes pasar a verlas, Nix está todavía durmiendo.

El rubio camino hacia la habitación, las lágrimas luchaban por salir de sus ojos, sin poder por culpa de la pozoña, se sentó a un lado de su amor después de dejar a los hermanos juntos. Agarro su mano, llevándola a su poca, dejando un beso en los nudillos, apoyo su frente después, dejando un suspiro.

No había nadie en la habitación, y los vampiros de la otra habitación intentaban no escuchar, dándoles una privacidad.

—¿Cómo es que siempre regresas a mí? No te vuelvas a ir, no podré soportarlo.

—Lo intentaré...

La mirada del rubio se levanto rápidamente, viendo como su compañera lo miraba con una sonrisa. Una lágrima salió de su ojo derecho, estaba feliz de volver a estar en casa. Jasper le dejo un beso más duradero en la frente, para seguido besar su nariz y el resto de su cara, causando cosquillas a la pelirroja.

Ya no queda mucho para el finaaaal, dios, me dan ganas de llorar

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Ya no queda mucho para el finaaaal, dios, me dan ganas de llorar.

He abierto junto con una amiga una editorial, es Shining_Editorial , me haría mucha ilusión si os pasarais.

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Et in alis venti || J. HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora