Naruto Shippuden: Slave Jutsu (Terminada Por Incompetencia Del Autor)

Capítulo 4: Placeres de los Jonin

-Un poco más tarde-

Naruto pasó los pocos minutos caminando por las calles de Konoha, saludando a los aldeanos y al shinobi que lo detuvieron en el camino, alabando a su héroe, mientras que el rubio se tomó el tiempo para ayudar a algunos Clones de las Sombras con la reconstrucción.

Naruto incluso visitó la tienda de flores de Yamanaka, donde los clientes vieron a su héroe rubio conversando largamente con Ino, algunos incluso pensaron que estaban coqueteando entre ellos.

Todo el tiempo, Naruto mantuvo sus ojos fuera de sus próximos esclavos potenciales.

Y después de entrar en el área del mercado, sus ojos vieron tres bellezas que conocía bastante bien, quienes entraron en una tienda de lencería, lo que hizo que Naruto sonriera al pensar que los tres serían perfectos para agregar a su harén, Kurenai Yuhi, Anko Mitarashi y Yugao Uzuki.

Para una mujer que acababa de dar a luz, Kurenai se veía fantástica, su cuerpo se veía igual que cuando Naruto la conoció, mientras que Anko se veía tan sexy como siempre.

Y aunque solo había visto a Yugao unas pocas veces sin su máscara Anbu, el atuendo ajustado que llevaba no dejaba nada a la imaginación.

Al ver la tienda a la que entraron los tres Jonin, y al no ver a nadie más en la calle, Naruto sonrió mientras entraba, usando rápidamente el Jutsu para someter al empleado solitario que trabajaba en la caja registradora, antes de caminar silenciosamente hacia su presa.

"En serio, ustedes dos necesitan relajarse. El pueblo está a salvo y los tres tenemos algo de tiempo libre, ¡digo, vamos de fiesta!" Anko dijo con una sonrisa mientras miraba a través de los estantes de lencería, dándole algo a su compañero Jonin a pesar de sus protestas.

"Sabemos que el Leaf está a salvo ahora, pero hay mucho trabajo por hacer. Podemos tener su idea de una fiesta en otro momento". Kurenai dijo en un tono irritado, molesto por las payasadas de Anko.

"Además, no estoy seguro de estar listo para algo así en este momento". Yugao agregó, todavía pensando en su amor tardío, Hayate.

Anko solo sacudió la cabeza y respondió. "En serio, ustedes dos deben dejar de enfurruñarse y buscar un hombre. Diablos, incluso estoy considerando ir tras ese mocoso de Naruto, especialmente después de todo lo que ha hecho".

Las otras dos mujeres miraron a Anko en estado de shock, mientras que Naruto, que se escondía detrás de un estante de exhibición, sonrió al escuchar la admisión de Anko, antes de formar algunos signos familiares.

"¿Naruto? Vamos Anko, sé que él es ..." Kurenai comenzó a decir, antes de que las tres mujeres parpadearan, donde continuó. "Guapo, sexy y todo lo que una mujer podría soñar, pero ..."

"Espera, ¿qué estaba diciendo?" Luego preguntó, olvidando por un momento de qué estaban hablando, su mente a la deriva hacia su amado Maestro.

"Estabas hablando de lo sexy que es Naruto-sama". Yugao respondió, lamiéndose los labios al imaginar su brillante sonrisa, su musculoso pecho, justo antes de que su mente se desviara hacia pensamientos más eróticos sobre el Jinchuuriki.

"Cuéntame sobre eso." Anko luego agregó mientras escogía un atuendo erótico y lo examinaba en sus manos antes de decir. "Desearía que estuviera aquí para poder posar para él en esto".

"O tal vez esto". Sugirió Kurenai, sosteniendo un camisón negro en su propio cuerpo, mostrando que todos menos el pecho y la entrepierna eran transparentes.

"Pero acabo de tener un hijo". Entonces Kurenai dijo, comenzando a dudar de sí misma. "Dudo que Naruto-sama me encuentre sexy ahora".

"Yo no diría eso". Dijo una voz detrás de los tres, una que los hizo desmayarse de alegría cuando se giraron y le sonrieron brillantemente a su Maestro.