Capítulo 8 - Cautiva

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Capítulo 8 - Cautiva

Me despierto llorando, jadeando y muy sudada. Miro a mi alrededor y aparece ante mí Darìo muy asustado.

Me lanzo a sus brazos y sigo llorando, y Darìo me trata de tranquilizar, susurrándome bonitas palabras. Y solloso un poco mientras me incorporo y lo miro.

- Perdona por despertarme así... - le digo mientras bajo la mirada y entrelazo mis dedos. - Tranquila Mitch, solo fue una pesadilla, me diras que fue? - niego y me levanto de la cama buscando el baño. - la puerta de la derecha - dice por fin Darìo, asiento y me encamino al baño.

Abro el grifo del lava manos y me echo agua en la cara. Necesito es un baño, pero... Aqui no tengo nada de ropa, nada mas que este ridículo vestido.

Me asusto al recordar el sueño y rápidamente me subo el vestido y miro mis piernas, tengo rasguños. Al parecer me hice daño mientras tenia ese espantoso sueño. Unas lágrimas se me escapan, mientras acaricio mis piernas para aliviar el ardor que siento. Me duele el pecho, quisiera llorar mas. Porque regresaron... Porque?

Hace mucho tiempo deje de tener pesadillas, y ahora vuelven a atormentarme. Me recuesto contra la pared y me siento en el frío suelo y abrazo mis rodillas y bajo la cabeza y nuevas lágrimas salen...

- Mitch, te encuentras bien? - oigo la voz preocupada de Darìo. Como puedo, me aclaro un poco la voz, me seco las lágrimas con el dorso de mis manos. - S-si.. Darìo, solo me estaba lavando la cara y los dientes. - miento. - apurate Mitch, ven a desayunar. - dice Darìo mientras me apresuro a volver a lavarme la cara y los dientes. Salgo del baño y voy hacia el comedor donde esta Darìo leyendo el periódico mientras en su mano derecha hay una taza de café muy humeante. En la mesa hay frutas, pan tostado, mermeladas, y zumo de naranja. Se ve todo muy rico, pero con ese sueño, se me ha ido un poco el apetito. Me siento en la silla y como un poquito de todo y ya me siento llena.

- Puedes bañarte Mitch, he pedido ropa de tu talla. - lo miro sorprendida. Darìo ríe un poco y dice - Que? Anda ve a darte una ducha, la necesitas Mitch.

No se... Pero empiezo a adorar a este hombre, y no es por sus detalles. Es por su forma de tratarme, me cuida con mucho cariño y eso lo aprecio tanto.

- No era necesario que me compraras ropa Darìo, podía irme a mi casa y listo. - Darìo baja el periódico y me mira... Enojado?

- Pero yo no quiero que te vallas aun! Quiero que te quedes aquí y salgamos mas tardes. - lo miro boquiabierta. - Pero yo...

~~~Continuara~~~

Joder!!! *-* muchos leen, y me siento jodidamente feliz, sisisisis!! Muchas muchas gracias a todos los que leen los quiero!

Un beso y un abrazo :*

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