Goodbye, my love ♡ Taekook [OS]

Parte única

Hola, Jungkook...

Sé que no tengo el derecho de estar haciendo esto, y si soy sincero ni siquiera sé cómo comenzar, pero necesitaba hacerlo. Lo necesité luego de verte un día común y corriente, cuando los hilos del destino decidieron que era tiempo de volver a ver tu sonrisa brillante, que el sol iluminara tu cabello oscuro, y que los recuerdos regresaran de golpe y se volvieran abrumadores.

Yo realmente lo siento. Siento no haber cumplido todas las promesas que nos hicimos en el estrecho banco del patio trasero de tus abuelos, siento no haber soportado un poco más las cosas, y sobretodo siento haberme marchado después sin decir adiós. No es una excusa, y no trato de justificarme, ni de que me entiendas, solo estoy buscando una manera de hacerte comprender y saber lo que sucedió en aquel momento.

Éramos demasiado jóvenes e inexpertos cuando nos conocimos, y me arrepiento de muchas cosas, pero entre esas jamás estará incluida haberme enamorado de ti. Fuiste mi primer amor, Jungkook, y quiero que estés plenamente consciente de ello, porque tal vez debí decirlo con más frecuencia, tal vez debí haberme esforzado un poco más en esa corta, pero hermosa relación que tuvimos.

Cuando me fui, lo hice por miedo. Tú mejor que nadie conociste todos mis problemas, porque fuiste el único que me acompañó cuando mis demonios eran tan grandes que me incitaban a desaparecer, tú me hiciste reír cuando el humor se había marchado de mi cuerpo, y tú te convertiste en luz cuando el mundo se había tornado oscuro. Pero tenía miedo de arrastrarte conmigo, tenía miedo de consumir tu energía y marchitarte. Yo jamás me perdonaría si eso sucedía. Yo podía vivir bien y tratar de sobrevivir con mi dolor, pero no podía llevarte a ti hacia esa dirección, sería demasiado egoísta de mi parte.

Pero toda mi vida estaré agradecido contigo, Jungkook. Tú me enseñaste a amar. Me enseñaste cuando te escapabas de tu casa a media noche e ibas a verme luego de llamarte porque una pesadilla había perturbado mi sueño, me enseñaste cuando te saliste de clases porque mi padre me estaba pegando frente a otros estudiantes, me enseñaste cuando me miraste con ojos acuosos y me rogabas que no me rindiera, me enseñaste de formas pequeñas y significativas. Por eso te agradezco, porque yo nunca fui capaz de retribuir la mitad de todo ese inmenso amor que me diste.

Dolió, dolió demasiado nuestra ruptura. Fue casi insoportable continuar bien luego de ver nuestras fotos juntos, o que algunos sitios me recordaran cada minúscula parte de todo tu ser, pero yo estaba mal, Jungkook, y necesitaba tiempo para no perderme y arrástrate conmigo. Tu amor sanó grandes heridas en mí, pero también necesitaba ayuda especial, porque era injusto continuar por el rumbo que estaba cambiando las tonalidades claras de nuestra relación, porque era injusto manchar tu hermoso corazón, y era injusto que un amor lindo e inocente, se convirtiera en uno enfermo.

Atesoro cada recuerdo que tengo de nuestro tiempo juntos a pesar de los años. Cuando siento que las cosas se vuelven muy feas, recuerdo tus orbes cafés iluminando mi mundo. Cuando siento que mi alrededor se torna frío, solo recuerdo las fogatas realizadas de manera casi improvisada, en medio de la nada, y con tu risa de fondo. Cuando siento que olvido la dulzura de tu mirada, tu alegre sonrisa, tus rostro divertido y lleno de vida, solo desentierro las fotos guardadas en un lindo cajón, escondido a un lado de mi armario, y me permito por unos minutos admirarte.

Desde el día que me fui, no hay uno en lo que no ruegue para que tú estés bien. Te mereces toda la felicidad del mundo, Kook. Te mereces noches cálidas con una compañía que abrigue y proteja tu corazón, te mereces días radiantes donde la sonrisa de una persona concuerde con la tuya e iluminen el cielo, te mereces que en días lluviosos exista alguien para sostener tu paraguas y no dejar que las frías gotas borren tu alegría. Te mereces todo eso y mucho más. Y aunque yo no fui la persona capaz de proporcionarte todo eso, sé que existe otra que sí, otra que pueda amarte libremente sin temor a que sus pensamientos acaben todo lo que formaron.